Nuestro planeta ha sido asolado por un virus que convierte a las personas en zombis hambrientos, personas muertas y sin ningún tipo de sentimiento ni remordimiento.

Julie, hija del general, lucha con muchas otras personas para exterminar a estos seres que con el tiempo se convierten en huesos andantes y mortalmente peligrosos. R, cuyo nombre ni vida anterior recuerda, es un zombi fuera de lo común. Odia comerse a gente humana, pero tiene que hacerlo. Lo que más le gusta es comerse los cerebros porque así puede ver los recuerdos de las personas que es lo más parecido a soñar, ya que los zombis ni duermen ni sueñan. Pero este peculiar zombi colecciona objetos, tiene un amigo cuyas conversaciones se basan en rugidos y vive el solo en un avión.

Pero todo cambia cuando R se toda con una luchadora Julie e inevitablemente e inexplicablemente el corazón de R late y un instinto humano le obliga a proteger a Julie y llevársela a su casa para protegerla, o eso es lo que él piensa.

Gwen está hecha un lío. Gideon, su compañero de viajes en el tiempo, la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa apasionadamente como la ignora con desdén. Y es que nadie dijo que el amor a través de la Historia fuera tarea fácil.