Crítica realizada por Teresa
Meagan Reilly era inocente. Sin embargo, había sido condenada a una vida de servidumbre por un crimen que no cometió. Y aunque para muchos era un castigo leve, no podían imaginar qué intensa era la tortura de estar junto a un hombre cuyas caricias prohibidas le podrían costar la vida.
Josh Daniels no hallaba la paz. Aunque la ley había declarado a Meagan Reilly culpable del asesinato de su esposa, no podía creer que se hubiera hecho justicia. Porque aquella joven bondadosa y valiente no parecía capaz de arrebatarle la vida a nadie. ¿Cómo era posible, si había salvado la suya con su mera presencia?
Libro pequeño publicado por Harlequín.
Se lee, como todos los harlequines, rapidito, y es entretenido aunque a mí la historia me ha parecido algo extraña.
No por la historia en sí, sino por una condena bastante rara: la protagonista es acusada de asesinar a la mujer de un hombre y como sentencia se la condena a vivir con él... siempre y cuando no le seduzca, porque si lo hace va a la horca sin remedio.
Me ha dejado un poco descolocada una sentencia tan peculiar.
Por descontado que apenas verse la chica y el viudo se siente atraídos. No podía ser de otro modo o no habría historia.
A pesar de tan extraña circunstancia, me han gustado los personajes, la descripción de sus sentimientos y su relación.
No hay muchas escenas calientes y para ser un libro pequeño la historia está llena de intensidad.
Entretenido.