El eje de la novela romántica se centra en cómo llevar a buen puerto el amor entre los protagonistas a pesar de los impedimentos que pueden surgir y que, de hecho, surgen; por ello, la mayor parte de novelas de este género van a seguir un patrón más o menos fijo.
Es una novela amena, fácil de leer, divertida, que cuenta una bonita historia de amor, pero también es interesante para quienes les gusten los temas de misterio y otras realidades.
Si hay dos conceptos con los que vamos a tener que familiarizarnos a la hora de emprender la escritura de una novela, esos son los de trama y estructura, que, en contra de lo que se puede pensar, no son lo mismo.
Una acumulación de datos fríos, sin moldearlos en consonancia con la emoción que debe destilar toda novela, resultará vacía y llegará a despistar y a aburrir a los lectores.
A lectores que les guste encontrar una historia tierna en una novela romántica, que busquen conmoverse con un relato humano que contenga tramas entretenidas con una pizca de humor, un toque de pasión y mucho amor.
Podemos tener una idea original, unos personajes atractivos y coherentes, habernos documentado bien y contar con una gran disciplina, pero sin un conflicto consistente, nuestra novela estará vacía.
Solo gracias a la práctica, a experimentar y a jugar con las palabras, cada cual hallará su propia y necesaria voz. Sin ella, quizás se pueda escribir un libro, pero será imposible conseguir que este brille.
¿Quién dice cuál es el nivel intelectual del lector de un género u otro? Es más, ¿realmente es más inteligente vivir encerrado en solo un tipo de literatura que abrir tu mente a nuevos géneros?
Solo la práctica, la experiencia y las características propias de cada novela nos van a decir cuál es el método preferente de cada uno de nosotros, aquel con el que vamos a sentirnos más cómodos y confiados y...
Porque con demasiada frecuencia me encuentro con novelas a veinte euros con la misma imagen de portada que he visto mil veces, y autoras reconocidas que venden por miles de ejemplares...
Toda novela no es más que el resultado de un proceso creativo que tuvo su origen en una idea, es decir, en una especie de germen literario que puede cobrar múltiples formas: imágenes, sueños vívidos, recuerdos, alguna canción, un aroma...
¿Existe algún límite? A día de hoy, se diría que no. En cualquier caso, los subgéneros son parte esencial de la novela romántica, y es necesario abordarlos y trabajarlos como tal. Algunos lectores se declaran fieles a uno en concreto...
Una novela completamente diferente a las dos anteriores, por la ambientación, por su forma de escritura y por la historia que cuenta. Una obra mucho más dramática que las anteriores, pero...