Vicki Lewis Thompson - Nerd in Shining Armor

Valoración:

Crítica realizada por Wanda

(Sin traducir)

Genevieve Terrence se muda con su madre y su hermano a Honolulu, poniéndose a trabajar en una empresa de software. Su jefe, Nick, despierta su atención aunque ha escuchado que es un mujeriego y que ha estado con la mayoría de las chicas de la oficina. Pero ella se resiste a pensar mal de él.
Cuando Nick la invita a ella a ese "oportuno viaje de negocios" al que ha ivitado a otras mujeres de la empresa, Gen piensa que es su oportunidad. Sin embargo, alguien más va a acompañarlos, echando por tierra los sueños de la joven.

Novela en la que he visto más sueños de adolescente que de una mujer hecha y derecha, con el típico enamoramiento de una muchacha por su jefe, un pinta de mucho cuidado que ha estado con casi todas las mujeres de la empresa invitándolas a un viaje de negocios que siempre acaba en cama.

Por supuesto, la protagonista se cree especial, así que cuando la invita a ella, A ELLA, se siente en las nubes. Porque Nick es sumamente sexy, guapo y adorable, de esos hombres por los que una chica pierde la cabeza (cuando no la tiene bien amueblada). Acepta, ¡cómo no!, aunque la presencia de un programador, Jack, puede dar al traste con sus sueños al acompañarlos.

Aquí hay de todo, desde un aterrizaje forzoso hasta romance en una isla. El caso es que se quedan allí, abandonados, perdidos y solos. Jack y Gen, quiero decir.
A partir de ahí vemos cómo el que parecía un soso programador informático se convierte en un hombre bandera, capaz de salir adelante (como en el avión), y sobrevivir en una isla en la que no hay más que fruta y tiburones.

Jack resulta agradable y majo al conocerlo, aunque a mí en particular, un tío que sabe tanto de todo me parece un héroe de cómic más que otra cosa. Pero bueno, el chico está prendado de Gen, la quiere desde que la ve por primera vez y tiene que salvarla de un destino tan agorero.

Ya os imagináis que hay escenitas calientes, a fin de cuentas están solos, como los de Lago Azul.

A mí es que tanta escenita de cama me quita las ganas de leer el libro, me aburre soberanamente y, si he de ser sincera, acabo pasándome esos trozos de novela que no me aportan mucho porque, sin falsa modestia, casi todo lo que se puede hacer en pareja ya me lo conozco. Y si me dan mucha ración de toma y daca, me echan.

Poco más se puede contar de esta novela: romance a troche y moche en una isla, escena tras escena de sexo clarito y apenas nada de intriga o emociones distintas a ser testigos de ese amor apasionado.

Ella me ha parecido ñoña, Jack un semental a secas y Nick un becerro y un cab--- redomado que les abandona a su suerte.

Tiene algunas partes graciosas porque la pobre chica no hace más que pensar en cómo ha cambiado Jack, al que ella creía medio lelo, convirtiéndose poco menos que en Superman. Es lo que me ha salvado la novela, esos pensamientos, sus conversaciones y los secundarios que lógicamente les están buscando (su familia), que me han parecido chispeantes y graciosos.

Es mi opinión, claro, aunque supongo que habrá lectoras a las que les gustará.

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