Stella Cameron - El embrujo de su sonrisa

Crítica realizada por Mailo

Libro 2º de la serie "Mayfair Square"

Meg Smiles no tenía fortuna, pero estaba decidida a conseguirla. Empleada como institutriz de la hermana de un noble, Meg descubrió que estaba más interesada en el enigmático hermano mayor de su alumna que en su trabajo. Al ver cómo la vida de Meg peligraba, a raíz de una serie de extraños accidentes, el conde Etranger juró hacer lo necesario para protegerla, aunque para ello tuviera que mantenerla a su lado día y noche...

1821.Londres.

Desiree de Mont Nuage es una joven princesa de 17 años y hermanastra de Jean Marc, conde de Etrange. El país del que proceden es un lugar pequeño situado entre Italia y Francia. Como toda gran dama en esa época, debe saber comportarse ante el resto de la alta sociedad y para eso nada mejor que contratar a una dama de compañía que la enseñe todo cuanto debe saber.

Desiree no es la protagonista de esta historia ambientada en el Londres de ensueño de pasada épocas. La protagonista es Meg, una de las hermanas Smile.

Meg, la heroína, huérfana de un hombre de Dios que ha fallecido, está pasando por problemas económicos. Ella y su hermana Sybil no tienen más remedio que buscar empleo. Cuando se enteran de que el conde busca a una dama para que enseñe a la joven princesa, no dudan en acudir para intentar conseguir el trabajo.

Desde el principio, la atracción entre la hermosa Meg y el conde es clara. Y digo desde el principio, porque es así. Desde que se conocen, desde la primera noche, hay un acercamiento entre ambos. Tengo que decir que eso me echó un poco para atrás. Me pareció demasiado precipitado.

Las escenas calientes, son calientes, con todo lujo de detalles. Lo aviso para las que no sean muy adictas a este tipo de arrumacos. Claro que es uno de los puntos fuertes de la autora y en este libro no iba a ser menos.

El hecho de que así, de sopetón, el protagonista ofrezca a la chica convertirse en su amante, tampoco me ha ilusionado demasiado. Me gustan los libertinos, no voy a negarlo, los protagonistas que son cínicos y mujeriegos porque le dan salsa a la historia, sobre todo cuando caen rendidos ante la heroína. Pero me ha defraudado que a las primeras de cambio Jean Marc le haga esa oferta a Meg.

Por descontado, ella no acepta así como así, es hija de un hombre que dedicó su vida a la fe, y sus principios no se lo permiten. Por otro lado, ¿qué puede hacer? Sabe que nunca podrá casarse con él porque ella no es nadie, no pertenece a la clase alta y es impensable que un conde –que además es el heredero al trono de su país, aunque es ilegítimo-, se avenga a contraer matrimonio con una muchacha sencilla y sin fortuna.

Los secundarios podrían haber dado bastante más juego, aunque los malos –sobre todo el tío de Jean Mark y Desiree- está bien definido. El tío es el villano por antonomasia, un hombre despreciable que quiere a toda costa hacerse con el trono aunque para ello deba matar... incluso a Meg.

El argumento tiene intriga y tensión aunque es un poco predecible, pero a esta novela de Regencia se le puede dar una oportunidad por su frescura y su ambientación.