Nicole Jordan - Conquistar a un canalla

Valoración:

Crítica realizada por LadyZarek

SINOPSIS:

Rayne Kenyon, duque de Haviland, no tiene ningún interés en el amor, pero necesita un heredero al que transmitir su título, por lo que está obligado a casarse. Las damas de la alta sociedad londinense no satisfacen sus requisitos, hasta que sorprendentemente se decanta por Madeline Ellis, la hija solterona y sin atractivos de un camarada espía que en una ocasión le salvó la vida.
Rayne le pide a Madeline que se convierta en su esposa, y a cambio él resolverá todos sus problemas económicos. Sin embargo, le pone dos condiciones: tendrán que estar juntos hasta que le dé un heredero, y el amor nunca formará parte de su unión. Aturdida por los abrasadores besos de Rayne, Madeline sabe que por fin ha encontrado el amor... con un hombre decidio a evitarlo a toda costa; y está disppuesta a recurrir a todas las armas necesarias para conquistar el corazón de su marido.


OPINIÓN:

"Conquistar a un canalla" es el quinto libro de la serie "las guerras del cortejo". Nos narra la historia de Rayne Kenyon, un conde, y Madeline Ellis, la empobrecida hija de un amigo de Rayne, ya fallecido.
Madeline necesita encontrar un trabajo desesperadamente, y más ahora que está sola porque su hermano pequeño, Gerard, se ha escapado con una muchacha para casarse con ella. Además, esta huyendo de un libertino que no deja de acosarla, lord Ackerby. En una posada, Madeline decide esconderse al darse cuenta de que el malvado lord la persigue, y se topa accidentalmente con el hombre más guapo que ha visto en su vida, Rayne. Ella, desesperada, le pide ayuda, y Rayne la besa, para hacerla pasar por su amante. Ambos no pueden evitar convertir ese beso fingido en uno de verdas, pues la pasión surge con rapidez.
Cuando ambos se presentan, reconocen con sorpresa que tienen en común a una persona: el padre de Madeline. Rayne, entonces, decide ayudarla a encontra empleo, pues siente que tiene una deuda hacia el padre de la joven desde que le salvó la vida años atrás. Él era un joven espía, pero ahora era un conde con responsabilidades que debía engendrar un heredero.
Rayne le prometió a su abuela que se casaría para engendrar un heredero, pero ninguna le atrae como Madeline, una mujer no muy guapa, pero con valentía y una fuerte voluntad que la convierten una mujer independiente, algo que atrae poderosamente al conde. Con la ayuda de su primo, al que tanto él como la propia Madeline ayudaron en un caso de chantaje, él decide que Madeline podría ser una buena esposa, y le ofrece matrimonio. pero, para su sorpresa, ella le rechaza. Él se las apaña, a través de un sensual asalto, para conseguir de ella la promesa de que se lo pensará. Él intentará convencerla a través de sus pecaminosos besos y su sensual mirada azul.
Madeline no está segura, pero cuando Ackerby la chantajea con denunciar a su hermano por el robo de un collar, y tras intentar besarla a la fuerza, Madeline sabe que está en un serio aprieto, pues no recibe respuesta de su hermano a una carta que le ha enviado. Además, Rayne desafía a un duelo al lord Ackerby, y Madeline consigue pararles poniéndose en medio. Finalmente, accede a casarse con Rayne, pensando que podría conquistar su corazón y a la vez ocultarle el robo de su hermano.
Pero su matrimonio no va como ella desea, pues Rayne desconfía de ella y no quiere entregarle su corazón, y la trata con frialdad...hasta que ella le seduce.
La premisa del libro es la de siempre: matrimonio de conveniencia para engendran un varón que herede la fortuna y el título del protagonista. Visto así, parece que el libro va a ser como la mayoría, sin nada que destaque, pero me ha sorprendido Nicole Jordan con un relato ágil y muy ameno, lleno de escenas sensuales que a mí me han gustado mucho.
A las que no os gustan muchas escenas de cama, no lo recomiendo, pues contiene unas cuantas, pero empiezan hacia la mitad, y me parecen menos numerosas que las que contienen otros libros de esta misma autora.
El libro me ha gustado, pero hay algo que me parece de locos: la constante conversación mental de la protagonista con su madre, muerta. Y encima parece que la contesta. Menuda imaginación la suya, y es que a veces contesta ella en alto. En esas escenas parece un poco loca, la verdad.
Rayne Kenyon es un conde responsable, pero también muy aburrido. No le gusta estar ocioso, echa de menos su etapa de espía, en la que ayudaba a su país y se divierte. Pero le tocaa engendrar un niño, para lo cual debe casarse. Pero las damitas de la alta sociedad londinense son insípidas, y él busca un desafío, que encuentra en la inteligente Madeline. Siente un deseo por ella que supera lo que una vez sintió por una mujer, que le traicionó. Rayne no quiere enamorarse de su esposa, y por ello se muestra distante.
Madeline Ellis es una mujer independiente y muy inteligente que anda necesitada de ayuda para encontrar un trabajo. Su orgullo le impide al principio aceptar la ayuda que le ofrece Rayne, ese hombre guapísimo que pronto conseguirá atrapar el corazón de Madeline. Cuando ve que él no se entrega a ella como desearía, decide tomar las riendas y seducirle. Debe ocultarle la verdad acerca de su hermano, pues no quiere de él su ayuda, sino su amor.
Lord Ackerby es el malo de esta historia, y sentí rechazo hacia este personaje, por chantajista y acosador.
Tampoco se queda muy atrás la abuela de Rayne, que insulta y desprecia a la pobre protagonista por no ser rica y hermosa. Intenta, por métodos retorcidos, que Rayne anule su matrimonio con Madeline, pues la considera una cazafortunas.
También mencionaré al primo de Rayne, Freddie, un hombre simpático y enamoradizo, y a Gerard, el joven hermano de Madeline que se casa por un impulso, enamorado de una muchacha.
Me ha enganchado este libro, y me ha dejado un buen sabor de boca.
Nota: 4/5.

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