Marisa Grey - Me llaman Alice

Valoración:

Crítica realizada por Esther O.

¡Qué preciosidad de novela! Me ha encantado, es conmovedora, cálida y vibrante. El comienzo engancha totalmente y hace que no puedas parar de leer desde el principio.

Es el tipo de novela que a mí me gusta leer, con enjundia, con una historia que atrapa con sus dosis, a partes iguales, de acción, suspense, emotividad, dulzura y hasta humor. “Me llaman Alice” es una joyita de la novela romántica que me recuerda a las grandes autoras de la novela contemporánea como Nora Roberts o Judith Mcnaught.

La trama es preciosa y en ningún momento se hace pesada o lenta. La forma de narrar de la autora es brillante, pero lo mejor de la novela son los personajes, tanto los principales como los secundarios. Se trata de una novela coral, con muchísimos personajes secundarios y donde cada uno de ellos tiene muchísimo peso en la historia. Todos, todos los personajes secundarios están perfectamente construidos. Todos se hacen querer por algún motivo y no sabría decir cual de ellos es mi favorito. Desde el abuelo con su humor y ternura, que me ha hecho reír a carcajadas y llorar de emoción por igual, pasando por cada uno de los hijos de Jackson que son adorables, y terminando con cada uno de los habitantes del valle, como el amigo de Jackson o la peluquera del pueblo.

Y qué decir de los personajes principales. Jackson me recuerda mucho al protagonista de la anterior novela de Marisa Grey (Cadena de favores). Un tipo duro, rudo, un vaquero (pero actual), con un corazón tierno y protector. Y ella es una mujer valiente, que ha sufrido muchísimo. Es fuerte, pero vulnerable, tiene muchas ganas de vivir y dejar de lado su horrible pasado.

Me ha sorprendido muchísimo la capacidad de Marisa Grey para crear tantos personajes maravillosos y darles vida a la vez. Absolutamente genial. Y lo mejor de todo es que, aunque hay muchísimos personajes secundarios, en ningún momento roban el protagonismo de los personajes principales.

Las sensaciones que producen algunas escenas de la novela han hecho que se me ponga la piel de gallina y que suelte más de una lágrima. Y ha sido todo un contraste con las carcajadas que he llegado a soltar cada vez que el abuelo hacía alguna trastada de las suyas. Tiene un humor buenísimo este libro.

La forma de narrar es sencilla, tiene la esencia de la autora, y es algo que me gusta muchísimo… aquellas autoras con una identidad propia y que esa identidad se puede reconocer en cada una de sus novelas. Es una escritora con mucha personalidad.

La relación entre los dos protagonistas es preciosa, llena de dulzura, describiendo un amor que se va fraguando lentamente, con profundidad y fortaleza.

Me llaman Alice es una novela excelente.

 

Crítica realizada por Maribel Moreno

Desde que leí Cadena de favores, Marisa Grey se convirtió en una de esas autoras de las que iba a leer todo lo que publicará, me pareció sencillamente preciosa, faltaba saber si a la autora se le daría igual de bien el género contemporáneo, pues sí, Me llaman Alice me ha tenido absorta en su lectura y me ha dejado una sensación de plenitud total.

No se puede hablar mucho de la trama sin desvelar cosas importantes, por lo que intentaré no extenderme mucho en ello.

El inicio de la novela nos lleva a una noche fatídica en la que las gemelas Alice y Paige, a la edad de seis años son separadas, su padre, un alcohólico al que la madre ha echado de su casa, Paige que es la que se lleva el padre es la que le toca vivir la peor parte.

Alice ha vivido con el cariño de su madre, aunque siempre ha notado la falta de su hermana, dirige un centro de acogida de menores, siempre pensando en Paige, a la que nunca pudieron encontrar y ahora después de treinta años de aquella noche, se ha casado con Daniel, un hombre bueno que la adora.
Paige no ha tenido tanta suerte, amenazada siempre por su padre, su vida ha sido muy dura, en cuanto a las parejas que ha encontrado siempre han sido unos perdedores. Pero un día el destino hace sus caminos se vuelvan a encontrar y sus vidas ya no volverán a ser las mismas.

Jackson es el primo de Daniel, está divorciado y tiene tres hijos a su cargo, vive en su rancho junto a su tia Juliette, madre de Daniel y Gary, su abuelo. Su vida es tranquila y apacible, hasta que acude a la boda de su primo y conoce a Alice, por la que se siente completamente fascinado. Jackson me ha enamorado completamente.

Como he dicho antes no puedo explicar mucho más de la trama por que sería desvelar el misterio de la novela, pero si puedo decir que me ha tenido en vilo todo el tiempo y que no decae en ningún momento, y es que combina perfectamente el romance con el suspense.

Además de los protagonistas, que están muy bien perfilados y que me han encantado los dos, nos encontramos con un gran elenco de secundarios, Juliette, una mujer cariñosa y entregada que siempre está ahí para todos, los hijos de Jackson, que igual te hacen reír con sus trastadas que también te enternecen, y si hay que destacar a alguien, ese es Gary, el abuelo, un personaje entrañable que se pasa el tiempo haciendo diabluras igual que los niños, escuchando detrás de las puertas, o sea, un niño grande que me ha hecho reír en más de una ocasión.

Me llaman Alice es una novela preciosa, con unos personajes muy reales y humanos, una historia de amor de las que emocionan, envuelta siempre en un ambiente de suspense, que te mantiene en vilo todo el tiempo, donde igual encuentras ríes que te emocionas, vamos, un poco de todo, además está escrita de una forma sencilla pero elegante, narrada de forma dinámica que te engancha desde un principio.

Mi valoración 5/5

 

Crítica realizada por Maligna

Bueno, pues iba a dejar un simple comentario (las críticas no son lo mío, me superan), pero como Me llaman Alice me ha dejado tan satisfecha con su lectura, pues me he animado a hacer una pequeñita (a ver qué sale...)

Hacía tiempo que una novela no me dejaba tan buen sabor de boca como esta, lo cierto es que hace tiempo que no logro reconciliarme con el género romántico actual y Marisa Grey me ha hecho recordar por qué me gusta este género tanto. ¿Por qué digo esto? Pues porque en Me llaman Alice me he encontrado con una historia muy bien trabajada y muy bonita, con toques de suspense y con una historia de amor creíble, en ella vas sintiendo cómo el amor va alcanzando a los protagonistas lentamente pero de forma muy palpable.

No quiero desvelar nada de la historia (ya me comí un tremeeeendo spoiler leyendo una reseña y me dio mucho coraje), por lo que ni siquiera me atrevo a describir un poco el comienzo, sólo diré que me parece espectacular, desgarrador y al mismo tiempo te atrapa sin remedio deseando conocer qué pasó después. Así comienza una historia trepidante, cargada de emoción y amor, pero por encima de todo, la historia de una mujer que desea desesperadamente ser amada.

La protagonista, Alice, es una mujer fuerte que sin duda alguna sabe sobreponerse a los fuertes golpes que le ha propinado la vida desde muy temprana edad, como en su infancia, huérfana de amor y víctima de otras tantas cosas. Décadas más tarde y por circunstancias del destino, Alice se reencuentra con su pasado (debo decir que muy emotivo) y un rayo de esperanza se abre ante ella, tanto es así que decide abandonarlo todo y comenzar una nueva vida. Sin embargo, la vida le tenía guardado otro cruel destino... ¿o no? Eso lo debemos juzgar nosotros los lectores.

A partir de ese momento y sin ella quererlo, al menos al principio, Alice llega hasta el rancho (en Montana) de Jackson, nuestro protagonista masculino. Durante su estancia en ese rancho, Alice se encariña de todos sus residentes y les brinda todo el amor que tenía guardado: los hijos de Jackson, su tía, el abuelo Gary (ay viejo, ¡qué sonrisas me has sacado!)... pero sobre todo de Jackson, por el que empieza a sentir un fuerte sentimiento. Jackson es un hombre leal, trabajador, sensible, noble, atractivo... (que también tiene su pequeña historia desagradable) puede que alejado quizá del estereotipo de héroe romántico que solemos encontrarnos, pero que igualmente quita el hipo. Creo que la autora ha acertado de pleno con el protagonista masculino, ha creado un personaje masculino creíble y sobre todo, ideal para Alice.

Poco a poco Alice se va ganando un sitio en los corazones de toda la familia, comienza una especie de relación sentimental con Jackson y la felicidad llama a su puerta con intenciones de querer quedarse. Sin embargo, esta felicidad se verá enturbiada por unos cuantos secretos que la comen por dentro día sí y día también, secretos relacionados con su pasado más reciente. Más aún cuando este decide regresar para ponerle las cosas aún más difíciles. ¿Será Alice capaz de mantener a raya esos secretos que podrían arrebatarle todo? ¿O finalmente lo revelará todo?

Eso lo tendréis que descubrir vosotr@s.

Esta es la segunda novela de Marisa Grey que leo, y si ya me dejó sorprendida con Cadena de favores, tanto por su genial prosa e historia, Me llaman Alice lo ha hecho todavía más, ya que las novelas románticas actuales son mis preferidas y si vienen con un toque de suspense como esta, más aún, sobre todo cuando está tan bien hecha. La novela te atrapa sin remedio, el ritmo apenas decae y casi siempre te encuentras expectante a ver qué va a pasar en la siguiente página, más aún cuando la amenaza del pasado se cierna sobre nuestra Alice con intención de hacer estallar todo por los aires. A partir de ahí todo se vuelve una locura y la parte de suspense cobra mayor importancia: una de las escenas finales te mantiene en una tensión e incertidumbre extraordinarios, ya que todo es a cara o cruz, y además, tú como lectora te pondrás en el papel de Alice e intentarás también tomar la mejor decisión.

También me ha gustado mucho la emotividad que desprenden muchas escenas, como los primeros capítulos o más adelante, cuando Alice recuerda su niñez. La historia de amor entre Alice y Jackson también me ha gustado mucho, se siente real y muy humana, ha sido un soplo de aire fresco ante tanto encuentro de “aquí te pillo aquí te mato" (del que estoy un poco cansada), aunque también tiene sus momentos de pasión, eh. Y tampoco puedo dejar mencionar al estupendo trabajo que ha hecho creando al personaje de Gary, que por momentos me ha recordado a mi abuela y esto me ha emocionado mucho también.

También pienso que la autora ha sabido transmitir muy bien lo que siente la protagonista en todo momento: su angustia, sus miedos, sus recelos, sus inseguridades... pues aunque de repente se ve envuelta en una ola de felicidad, muchas veces se pregunta si todo el amor que recibe se debe a su persona o no... totalmente comprensible dadas sus circunstancias en esos momentos.

El único y pequeño pero sin importancia que le pongo, es que en cierto momento de la novela, cuando Jackson y Alice se enamoran, veo una falta de reacción por parte de la tía de Jackson. Dadas las circunstancias de ese romance, y del lazo que unía a Alice con el hijo de Juliette, me ha sabido un poco raro.

Pero en definitiva y que quede claro, me ha encantado. ¡No os la perdáis! 5/5

PD. Por cierto, tanto me ha gustado la novela que hasta me ha dejado deprimida, me va a llevar un poco de tiempo encontrar una novela que me llene tanto como esta.

 

Crítica realizada por Katon

Cadena de favores me gustó mucho, y me sorprendió que fuera la primera novela de la autora por lo bien escrita que estaba. Pero es que Me llaman Alice me ha enamorado. Es un novelón, y a pesar de un principio duro y con el que te metes de lleno en la vida de Alice y Page, la autora nos muestra una novela llena de miedos y esperanzas, de crecer como persona y de aprender a confiar en una misma. No sé ni cómo describir todo lo que me ha hecho sentir esta magnífica novela. Es una novela que se centra desde el principio en los pensamientos y sentimientos de ambos protagonistas.

Alice y Jackson son una pareja que aprende a quererse poco a poco, conviviendo tras un fatal desenlace. Jackson se sentirá intrigado por Alice, por su manera de actuar, de tratar a sus hijos, de esos secretos que oculta su mirada, su tímida sonrisa. Jackson es de esos protagonistas que se te va metiendo poco a poco, al que llegas a conocer y que no provoca grandes sobresaltos, pero al que le coges mucho cariño. Alice comprobará que no todos los hombres son unos perdedores y que la bondad innata en Jackson puede ayudarla a cerrar unas cuantas heridas. Pero su pasado la perseguirá hasta el remoto Maine. Me ha gustado mucho el personaje de Alice; sus miedos, su innata bondad, su fuerza y ese orgullo que no creía poseer. Es un personaje con mucha fuerza y que está muy bien descrito y desarrollado.

Además de los protagonista la novela lo conforma un grupo de personajes maravillosos para una novela que tendrá un lugar preferente en mi estantería. Ese pícaro abuelo, con su afilada y sincera lengua, sus escuchas tras las puertas. Gary es el responsable de más de una carcajada y se le coge cariño casi al instante. Juliette, tía de Jackson, es esa madre y abuela cariñosa y entregada que también ha sufrido pero que otorga su amistad y comprensión a todos aquellos que lo necesiten. Los tres hijos de Jackson completan un elenco fabuloso. Sin olvidar a más de una bruja y algún que otro malo.

No quería que la novela acabara y la he terminado con un suspiro por lo bien que me lo he pasado leyéndola y por todo lo que he sentido con su lectura. La sensibilidad con la que Marisa Grey ha escrito esta novela me ha dejado los pelos de punta.

 

Crítica realizada por Crishi

A groso modo, la historia comienza con la separación de dos hermanas, Alice y Paige, en la más tierna infancia por parte de su padre. Alice queda en manos de la madre mientras que Paige, arrebatada brutalmente del seno materno, pasa a formar parte de la catastrófica vida del padre. Pasados unos años, las hermanas se reencuentran y vemos los caminos tan distintos que han tomado.

Durante su niñez Alice tuvo mayor fortuna que Paige, y ya adulta acaba de casarse con Daniel, un abogado que proviene de una respetable familia con un rancho en Montana, pero Alice también tiene sus propios proyectos de futuro... Sin embargo, Paige fue una niña que sufrió las desoladoras consecuencias de un padre alcohólico; secuelas que predominan en su vida adulta como una losa y que hacen de ella lo que es. Paige está harta de su entorno y, después de un asunto escabroso, tiene el coraje de aprovechar la oportunidad que Alice le ofrece.

Pero el destino vuelve a hacer de las suyas y, con otra vuelta de tuerca, la vida de Paige  toma una dirección que ni ella misma podía imaginarse.

Y ahora vamos al rancho de Montana. Aquí nos encontramos con primo de Daniel, nuestro querido Jackson (y digo querido porque cualquiera se queda enganchada a este pedazo de protagonista, ni que fuera una de piedra), sus tres hijos, la tía de Jackson (madre de Daniel) y la guinda del pastel: EL ABUELO GARY (con unas buenas mayúsculas). Jackson esta divorciado; su mujer lo abandonó dejando los hijos a su cargo y el arduo trabajo del rancho, pero con la inestimable ayuda de su tía y del adorable abuelo Jackson lleva una vida estable.

Cuando Jackson conoce a Alice en la boda de su primo Daniel, algo surge en él que hace temblar sus cimientos. Pero conforme Alice se abre paso en la vida familiar del rancho, se torna más enigmática y distante a los ojos de Jackson.
 
No sé por dónde empezar de lo complacida que me ha dejado esta nueva novela de Marisa Grey. Ha sido terminar de leerla, y sentirme más calmada tras la cantidad de emociones que emanan de esta historia, hasta podría decir que, durante unos días, Me llaman Alice ha sido un apéndice de mi cuerpo.

De entrada, la novela ya arranca con mucha fuerza y no pierde ese equilibrio en ningún momento, aún habiendo algunas partes más reposadas donde los sentimientos de familiaridad y amistad, en referencia a los mantenidos entre los protagonistas y los personajes secundarios, dan tregua en los pasajes más entrañables, pero recuperando su intensidad en la vacilante relación amorosa y en un predecible pero bien llevado suspense.

Antes de hacer un primer comentario sobre los protagonistas, prefiero dejar este puesto de honor para el abuelo Gary (me lo como a besos), ese secundario de lujo que careciendo de influencia sobre la trama, pero cargando con su breve historia, se desenvuelve de forma deliciosa con el resto de la familia; sus chispeantes respuestas me han arrancado más de una sonrisilla. En fin, que Gary me ha resultado el contrapunto a una historia amarga, contada con dureza pero desde una prosa estilísticamente enternecedora.

En un principio la protagonista me ha parecido una persona indefensa, falta de cariño y con una dependencia emocional muy acusada, pero cuando se abre paso en la familia de Jackson, aflora una Alice más enérgica, con esperanzas, aunque siempre envuelta en un mar dudas y miedos a consecuencia de un terrible secreto. Y luego está Jackson, un hombre un tanto ermitaño, sencillo, tenaz y cariñoso, algo así como un atracadero seguro donde Alice puede echar amarras para no ser arrastrada por la turbulenta corriente.

La relación de Jackson y Alice me ha encantado; de cómo él, con infinita ternura, quiere llegar a conocerla pero ella no se deja; ese quiero pero no puedo por parte de Alice que mortifica el vínculo existente entre los dos y que tanto me ha estremecido. Hay mucho, mucho, mucho sentimiento perfectamente descrito con el que he disfrutado. A mi modo de ver, una relación con fecha de caducidad de por medio siempre resulta muy efectiva y, por consiguiente, conmovedora.

Los demás secundarios son tan entrañables y acogedores que dan ganas de irte a vivir con ellos, excepto con los malos, claro está. En aquellas escenas donde la vida familiar se hace patente me ha recordado una especie de Sonrisas y lágrimas pero a otro nivel.

Desde mi punto de vista,  tengo la impresión de haber leído una novela compuesta por una sucesión de situaciones ya vistas en el ámbito cinematográfico (por aquello de mi pasión por el cine) y leídas en Dios sabe qué libros (por aquello de mi pasión por la lectura y mi memoria de pez). Pero están tan bien ensambladas y las escenas se vuelven tan vividas mediante diálogos orales y gestuales que me ha dejado más que satisfecha, haciéndome pasar este hecho por alto.

Si Cadena de favores me pareció una novela romántica histórica pura y dura al estilo tradicional, Me llaman Alice no tiene nada que envidiarle porque es más de lo mismo pero en actual.

Me llaman Alice es una novela ROMÁNTICA muy intensa; con un fondo triste pero salpicado de pequeñas dosis de gracia y ternura, que va envuelta en un suspense visible pero expectante y seductor. Pero para seductores los protagonistas y personajes secundarios, todos muy bien definidos en su correspondiente espacio y llevándote por donde ellos quieren sin apenas darte cuenta hasta el final de la historia.

Valoración personal: Muy buena

 

Crítica realizada por Sara

Habia leido varias historias de Marisa Grey pero ninguna me llegó al alma como este magnifico libro.
Al principio me costó y en las primera paginas decidí dejarlo porque no estaba mi cuerpo para situaciones en las que los protagonistas tuvieran que sufrir,- era lo que me parecía que se avecinaba - y al mismo tiempo sufríría yo, pero cuando decidí que tenía que continuar con mi lucha de acabar todos los libros que tengo comenzados y dejados a mitad me propuse que este fuera de los primeros en terminar, y ahora digo que qué mala suerte que se haya terminado porque he disfrutado con su magnifica narrativa y con unos personajes que me han hecho parte de todas sus emociones.

Con las hermanas Page y Alice , he descubierto a dos almas gemelas que a pesar de haber crecido en hogares distintos y haber tenido vidas muy diferentes me han sabido mostrar cada emoción que ha pasado por ellas y la busqueda de cada una de ellas por encontrar a su otra mitad.

Jackson es un hombre maravilloso del que te enamoras nada más conocerlo , y a pesar de sus dudas, cabezonería, e inseguridades se muestra como un hombre tremendamente familiar trabajador y enamorado de una mujer a la que creia imposible conseguir.

Julliete es la persona abnegada, dulce cariñosa y tremendamente dedicada a los suyos por los que está dispuesta a enfrentarse al mundo si hace falta, olvidandose siempre de sus necesidades en pro de las de los demás.

Gary es el abuelo que en cada casa debería haber, pone el toque de humor en cada situación, es cariñoso, juguetón, así como tambien en sus horas de lucidez no se le escapa ni una y pone a cada uno en su lugar. Bendita vejez que te dá libertad para decir las cosas claras a cada cual sin tener que pedir luego disculpas a nadie.

Cada personaje secundario me ha parecido necesario e importante y la historia se me ha quedado corta, hubiera cotinuado leyendo y leyendo. Es como si Marisa Grey en este libro hubiera crecido y llegado al estado idoneo para ser una estupenda narradora y magnifica escritora.

MI valoración 5/5

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