Lavyrle Spencer - Dulces recuerdos

Valoración:

Crítica realizada por Mariam

Theresa Brubaker es una joven de veinticinco años que sufre un gran complejo a causa de sus senos, desproporcionadamente grandes para una figura como la suya, su cabello pelirrojo y las pecas que cubren su cuerpo. Está acostumbrada a que los hombres no la miren jamás a los ojos, sino al pecho, con lo que se viste con camisas abotonadas hasta el cuello bajo chaquetas o jersey, hunde los hombros o se esconde cada vez que puede detrás de su violín. En definitiva, es una joven terriblemente acomplejada.

Con motivo de las vacaciones navideñas, Jeff, su hermano menor, que se encuentra realizando el Servicio militar, regresa a Minneapolis a pasar unos días, pero no lo hace solo, sino acompañado de su compañero y amigo Brian Scanlon. Desde el primer encuentro entre ambos, en el aeropuerto, Brian se muestre amable y considerado con Theresa. Y, para sorpresa de ésta, ni entonces ni más tarde es capaz de sorprenderlo estudiando sus pechos como le sucede siempre ante un hombre desconocido.
La realidad es que Brian conoce por Jeff los complejos que sufre Theresa y trata de ser respetuoso y cariñoso con ella para evitar incomodarla. Además, desde su llegada a Minneapolis,se percata que Jeff trata de propiciar un acercamiento entre su hermana y él, algo que no desagrada en absoluto a Brian, pues se siente muy atraído por la joven.

Poco a poco, va ganándose la confianza de Theresa y entre ellos nace un sentimiento muy especial. Pero acabadas las vacaciones, Brian y Jeff regresan al cuartel y la separación es irremediable. Y desde ese momento, Brian y Theresa comienzan una relación a través de cartas pero acuerdan que, al cabo de seis meses, acabado el Servicio militar de los jóvenes, se reencontrarán en Minneapolis para continuar su relación. Algo que emociona y asusta a partes iguales a Theresa.
A pesar del poco tiempo que han pasado juntos, tanto Brian como Theresa no tardan en reconocer que se han enamorado. Pero los complejos de Theresa son un difícil escollo  entre ellos. Y, mientras Brian, finaliza su adiestramiento militar, Theresa se plantea una decisión drástica que puede cambiar su vida para siempre y, tal vez, su futuro con Brian.

Dulces recuerdos es una historia de confianza, aceptación y valor, pero también esconde mucho dolor y complejos, y es una historia de amor, respeto y valores familiares. El papel de la familia está muy presente en toda la novela, es uno de los puntales sobre los que se sustenta, algo que encontramos con frecuencia en los libros de Lavyrle Spencer.
La historia de amor de Theresa y Brian me ha parecido preciosa, pues nos cuenta cómo una mujer que odia su cuerpo debe vencer el mayor de sus miedos por amor y cómo un hombre, con su paciencia, dulzura y confianza debe ganársela y ayudarla a vencerlos.
A pesar de ser una novela que no es muy extensa, creo que describe maravillosamente las fases por las que pasa la pareja protagonista. Cómo poco a poco se van sintiendo atraídos el uno por el otro, cómo a pesar de las dudas y miedos lo reconocen, cómo comienzan a conocerse a través de sus cartas.
Creo que es una historia muy humana, que logra conmover fácilmente porque sus protagonistas son personas muy cercanas y corrientes, por las que es fácil sentir empatía.

Me ha sorprendido mucho la evolución de Theresa. Al comienzo de la novela es una joven que ha renunciado al amor, a la ropa bonita, a bailar... a tantas cosas que damos por sentadas en la vida que no nos percatamos qué sucede cuando no es así para otras personas.  Al leerlo y ver cómo su problema  ha imposibilitado a Theresas -además de sus complejos- llevar una vida normal y corriente para una joven de veinticinco años, te das cuenta del sufrimiento que conlleva. Todo ello le lleva a plantearse una decisión difícil, que despierta muchas dudas y miedos.
El personaje de Brian me ha parecido sencillamente encantador. Me ha sorprendido mucho, pues es un hombre muy joven pero de gran madurez y sensibilidad.

Como comento antes, en Dulces recuerdos reina ese ambiente familiar tan propio de las novelas de Lavyrle Spencer, con lo que Jeff y Amy, los hermanos de Theresa, junto a Margaret y Willard, los padres, son personajes con gran peso en la trama. Con frecuencia los vínculos entre ellos y sus sentimientos quedan patentes en la rutina del día a día, gestos, conversaciones...
Me ha parecido especialmente bonita la relación de Theresa con Amy, una adolescente de catorce años que actúa en ocasiones como la hermana mayor.

Otro aspecto muy característico del libro es la música. Jeff y Brian forman parte de un grupo musical y una vez acabado el Servicio militar quieren forman una banda en Minneapolis. Theresa por su parte es profesora infantil de música y toca el violín. Así que con frecuencia en la novela encontramos pinceladas musicales, melodías que se repiten hasta casi parecer que las oyes en tus oído, letras de canciones que describen el alma de los personajes...

En definitiva, Dulces recuerdos es una novela de Lavyrle Spencer, con lo que eso conlleva. Sin embargo, al ser más corta, la historia se centra mucho más en los personajes, la ambientación aunque es excelente -con ese toque que le imprime esta autora- es menos descriptiva a lo que estamos acostumbradas de otras novelas como Los dulces años o Juegos de azar.
Es una lectura amena y muy tierna que, al menos a mí, me ha dejado con una opresión en pecho en ocasiones, en otras me ha hecho reír y, sin duda ninguna, pasar un muy buen rato. Creo que es una novela romántica que transmite mucho más que una historia de amor, habla de valores como el respeto y la confianza, de complejos y riesgos.
En mi opinión es una novela preciosa, sencilla y muy humana que sin demasiadas pretensiones, te deja con una sonrisa en los labios

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Crítica realizada por Tohko

Theresa Brubaker posee unas formas excesivamente dotadas, algo que le provoca mucha angustia y dolor. Es una persona con complejos ya que los hombres se acercan a ella por tener los senos excesivamente desarrollados pero pocos se preocupan de ella, es decir de la persona. A pesar de ello encuentra en otros aspectos de su vida como su familia, la música, y la enseñanza el amor y el cariño que le falta. Jeff es su hermano pequeño a quien adora. Vuelve por vacaciones durante el servicio militar y para sorpresa suya trae a un amigo, Brian Scanlon. Theresa teme a los extraños, y se siente terriblemente mal al ver que tendrá que pasar las navidades en compañía de un extraño.
Este es el comienzo de esta novela de no mucha extensión y la primera que tengo el placer de disfrutar de esta autora. Me parece en conjunto una novela que se caracteriza por los valores familiares, la superación de las personas y sobre todo el amor. Es una historia romántica con mayúsculas que me hizo disfrutar e identificarme con el personaje principal.
Theresa es una persona introvertida, tímida, que ha renunciado a muchas cosas debido a su físico por el que se siente acomplejada, y no ha podido realizar actividades propias de una chica de 26 años. Es cariñosa con su familia pero no tiene muchos amigos. Adora la música, tras la que se esconde sobre todo detrás de su violín y es donde muestra de verdad todas esas emociones que oculta por vergüenza y por complejos. Solo conocemos a Theresa a través de la música, porque es a través de ella cuando se muestra como la persona encantadora, tierna y por qué no pasional que es. Sin embargo, la llegada de Brian hace que pruebe por primera vez el sabor del amor.
Brian Scanlon es menor que Theresa pero posee una gran madurez sobre ella, Jeff es su mejor amigo y al llegar a ver a Theresa siente que la conoce de toda la vida. Jeff siente un profundo cariño por su hermana y ya la he hablado de él. Al conocerla siente una irremediable atracción por ella, a pesar de su “problema”. La trata con cuidado, va casi de puntillas y es tierno y cariñoso con ella dándole a entender que la quiere por todo lo que es ella dejando fuera sus complejos. Me ha parecido realmente encantador, sensible, perceptivo ante los problemas de Theresa, pero no se deja cegar por ellos y ve más allá, a la persona que realmente es la mujer que tiene delante.
La música tiene un papel especial porqué es el nexo de unión. Tanto Jeff como Brian tocan juntos la guitarra, y quieren formar una banda. Theresa toca el violín y a través de la música ambos protagonistas conectan y transmiten muchas emociones. También es una novela muy familiar sobre todo porque vemos a través de los ojos de Brian todo el amor que se profesan la familia Brubaker y como es otro de los elementos sobre los que gira la historia.
Poco más puedo decir de esta notable historia sobre la superación y el amor con mayúsculas. Es una historia que me ha enamorado desde principio a fin, Theresa y Brian pasan por dificultades pero lo importante es que todos los problemas que puedan surgir los hablan y deciden la solución juntos. Brian descubre a Theresa el sabor del amor, le muestra que tiene todo el derecho a sentirlo y a luchar por él. Eso es exactamente lo que hará Theresa tomando una decisión, quizás la más importante de su vida, para por fin dejar a tras sus complejos, aquellos que le impiden vivir una vida normal y sentirse a gusto consigo misma.
La moraleja de esta historia, es que siempre te tienes que sentir a gusto contigo misma, luchar por aquello en lo que quieres, pero sobre todo que el amor es un motor de tu vida y que lo más importante además de sentirte bien contigo misma es encontrar a personas que te quieran por lo que eres más allá del físico. Que vean más allá de la imagen y conozcan la persona que hay detrás.
Es una novela que recomiendo sin duda alguna y que cualquier lectora disfrutará a todas luces. .

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Crítica realizada por Soraya

Cualquier historia que escriba esta autora, lo hará con arte, el que tiene. Tanto en histórica como en contemporánea, no importa el lugar que escoja para hacerte soñar, da igual que sea un rancho que se cae a pedazos, que sencillamente una casita familiar en pleno s. XXI. Esta escritora tiene el don de hacerte soñar, de crear personajes que parecen reales, y de hacerte empatizar con ellos, es única. Con esta novela no esperaba menos de ella, y aún siendo un harlequín me ha llenado más que muchas novelas grandes, lo cual dice mucho de ella.


Dulces recuerdos es la historia de una joven que vive bajo los complejos de sus pechos. Creo que casi toda mujer conoce a alguien que tiene o ha tenido alguna vez complejos por el tamaño de sus senos, lo que no me esperaba era un libro con la profundidad que tiene éste.


Con esta novela Lavyrle Spencer te hace ver a través de los ojos de una joven que no puede usar un sujetador bonito, llevar un escote, usar ropa ceñida, ir a la playa o la piscina, todo esto sin sentir la presión de las miradas de los hombres y mujeres, y todo porque la naturaleza le ha dado más de lo que debía. La escritora ha sabido sacar una historia preciosa con este argumento, una novela que te engancha desde el principio y la cual no quieres soltar a medida que vas avanzando. No es sólo una historia de un complejo, como siempre en sus novelas, hay mucho más debajo de la primera capa. Están los prejuicios de la sociedad, las inseguridades, los miedos...


Es una novela cortita, cierto, pero muy profunda. Me gusta ese toque tan humano que siempre tienen los protagonistas de Spencer. Me encanta cómo consiguen superar sus miedos y ser felices, pero sobre todo me encanta como escribe esta mujer. El libro me lo he bebido, he tardado menos de un día en leerlo (y hay que incluir las horas de sueño, y el trabajo por la mañana). Sólo pensaba en volver a cogerlo, me tenía literalmente pegada a él, y es que no es sólo lo que nos va contando sino cómo nos lo cuenta. Esta escritora es maravillosa, aún no he leído algo suyo que no me parezca de excelente, y esta novela también lo es. Corta si, pero suave, dulce, emotiva y muy romántica, de las que te dejan con ganas de empezar otra vez a leértela.


Muy buena y muy recomendable. (5 sobre 5)
Ambos protagonistas bien definidos, y él que se puede decir... para mojar pan.


Dulces Recuerdos, tiene bonito hasta el título, y además le viene como anillo al dedo porque sé que cuando la recuerde, estos recuerdos serán bastante dulces. Preciosa la novela, mi pena es que esta escritora no nos siga deleitando con novelas como ésta.
 

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