Elizabeth Boyle - La Llegada del Duque

Crítica realizada por Anasy

Libro 1 de la Serie: «Rhymes With Love»

Hasta el momento Elizabeth Boyle sólo tenía tres libros traducidos al español con los que me conquistó por sus simpáticas historias y personajes, por eso ni lo pensé a la hora de leer La llegada del duque, pero en esta ocasión me ha decepcionado bastante.

Tabitha Timmons vive en una pequeña aldea sobre la que se dice que pesa una maldición que impide que las mujeres se casen, otros dicen que es la falta de hombres en los alrededores el motivo por el que hay tanta solterona en la localidad, pero para Tabitha eso no es ningún problema pues no entra en sus planes pasar por el altar. Como hija de vicario , Tabitha tuvo una buena y respetable vida junto a su padre, pero cuando éste muere tres años atrás y la rectoría pasa a manos de su tío y su esposa , la vida de Tabitha da un cambio radical pasando a ser casi una sirvienta que debe mostrarse agradecida, el único consuelo de la joven son sus dos mejores amigas y damas de la localidad, Dafne y Harriet (Harry) que están bajo la tutela de Lady Essex. Sin expectativas de un futuro mejor, Tabitha intenta sobrellevar su lamentable situación con buen talante y siempre acompañada de su ingobernable perro amante de las plumas, hasta que un día sus compañeras y ella se encuentran con el Conde Roxley y al amigo de éste, el duque de Preston.

Christopher Preston a pesar de su juventud, atractivo y su noble título, es rechazado y casi repudiado por la alta sociedad al completo debido a todos sus escándalos y correrías que van desde las apuestas que dejan arruinados a pobres incautos , a la deshonra de supuestas doncellas. Su actitud suele ser altanera , condescendiente y engreída y a pesar del rechazo general hacia su persona, lo único que le importa es que sus únicos parientes, sus dos tíos , Lady Juniper y Harry, de su misma edad ambos, no lo dejen solo a pesar de que tienen que sufrir el mismo castigo que él por sus faltas, por eso su tía está empeñada en convertirlo en un hombre respetable, y es bien sabido que no hay nada mejor para eso que casarlo con una buena chica.

Las circunstancias en las que Tabitha y Preston se conocen, no dejan una buena opinión el uno del otro, él piensa que es una solterona de escaso atractivo que trata con bastante arrogancia y ella piensa que es un hombre que pese a su atractivo es insoportable y maleducado, pero cuando más adelante se vuelvan a encontrar, la chispa de la atracción surgirá de los dos de manera repentina, pero la condición de Tabitha es muy diferente pues se encuentra con que es una rica heredera que tiene que casar con un determinado hombre, y Preston por su parte, no quiere dejarla escapar una vez que ha encontrado a la única mujer que le devuelve algo que perdió hace mucho tiempo.

Aunque la autora sigue utilizando ese tono simpático y ameno que la caracteriza, éste libro se me hizo bastante pesado y un poco aburrido, no conseguí que me enganchara, ni la historia ni los personajes principales, aunque los secundarios prometen buenas historias.
Resumiendo, aunque no es mal libro, no tiene comparación con los anteriores libros de la autora, una historia normal, para pasar el rato sin grandes pretensiones ni sorpresas.

Le doy un bueno raspadito.

Crítica realizada por Katon

Tabitha está a punto de cumplir veinticinco años. Desde hace dos y tras el fallecimiento de su padre, vive en la rectoría que la vio crecer, ya que su tío es el nuevo vicario, pero ahora su vida es muy distinta. Trabaja de sol a sol, casi como una sirvienta para sus tíos, y su habitación se trasladó al desván.

Un día cuando va de camino junto con sus dos amigas, Daphne y Harriet (aunque todo el mundo la llama Harry), a la reunión de damas solteras de Kempton, se encuentran con lord Roxley, conde de y amigo de Harry, y con Preston, al que cree un simple amigo de Roxley pero sin imaginarse que en realidad es el duque de Preston.

Al volver de la reunión y con el encuentro con PReston todavía presente Tabitha descubre que acaba de heredar una fortuna del hermano de su madre, pero deberá casarse antes de cumplir los 25 años para acceder al dinero. En su viaje a Londres, se reencontrará una noche con Preston y Roxley, este último al descubrir que es la tía del joven, Lady Essex, la que acompaña a Tabitha, huye a su habitación para evitar a la dama. Tabitha se verá obligada a cenar con Preston, aunque la razón de encontrarse es que Tabitha estaba muerta de hambre e iba a pedir una bandeja con la cena, así que a Preston no le cuesta mucho convencerla.

La relación entre ambos pasa de la atracción al rechazo por parte de Tabitha debido a la vida disipada de Preston. Él, divertido con la modosa hija del vicario cada vez se implicará más en su vida, hasta llegar al punto de intentar evitar su boda con el soso y altamente respetable, lord Barkworth. Cuando Preston descubre que Tabitha desconoce el contenido completo del testamento de su tío no dudará en ayudar a la joven, aunque ella no quiera.

Preston vive en Londres acompañado de su tío y su tía, hermanos gemelos que solo son seis meses mayor que él. Hen, su tía viuda, está harta de los escándalos de Preston y está decidida a encontrarle esposa. Los tíos de Preston dan mucho juego y más cuando a Henry no paran de llegarles cartas por una buen intencionada ocurrencia de Preston y Roxley.

Aunque la novela me ha gustado y está muy bien escrita no me ha emocionado tanto como las otras novelas que he leído de esta autora. Pero no dudaré en leer las siguientes historias de esta serie porque los personajes secundarios que aparecen prometen mucho. La narración es muy cuidada y los diálogos tienen el humor típico de esta autora, pero en esta ocasión creo le ha faltado algo de profundidad a la historia. Lo he acabado con la sensación de que Tabitha era poca cosa para Roxley, y ha sido una pena.

Por el contrario, una de las cosas que más me gusta de esta autora es que crea unos personajes secundarios muy interesantes y de los que quieres leer sus propias historias, como es el caso de Harry y Roxley y Henry y esas famosas cartas. Sin olvidar a Mister Muggins, el perro de Tabitha y el cual es capaz de propiciar escenas divertidísimas sobre todo por su pasión por los sombreros con plumas. La novela tiene unas cuantas situaciones muy amenas y divertidas, pero sin caer en lo vulgar o en un típico cliché, eso es algo que me gusta mucho de esta autora.

Como aspecto negativo, pero no por la novela sino por la edición de la misma, me ha sorprendido mucho algunos pequeños fallos, palabras con alguna letra equivocada, y sobre todo en el inicio de capítulos, si el capítulo empezaba con una pregunta o con una afirmación, el primer signo de interrogación o de exclamación desaparecía como por arte de magia. Creo que la editorial debería tener más cuidado en esos errores tontos pero que al repetirse varias veces se hacen muy evidentes.