Stella Cameron - Enemigos enamorados

Crítica realizada por sandrayruth

Primer libro de la serie McGrath

El pasado los había separado… y ahora podía volver a reunirlos…
     La última vez que Laura Fenton había visto a su amigo el abogado Mark Hunt había sido en un juzgado. Mark había solicitado prisión para Laura por la muerte accidental del padre de él. El caso había sido desestimado y Laura se había marchado de la ciudad para escapar del dolor y el sentimiento de culpabilidad.
     Cinco años después, Mark había decidido buscar a Laura para comunicarle que, debido a la muerte de su tío, ella había heredado la mitad del bufete de abogados en el que él también era socio. Mark seguía culpándola de la muerte de su querido padre pero, al volver a verla, todo se volvió muy confuso para él…


En este libro me he encontrado con unos protagonistas de los que a mí me gustan, esos que después de un periodo de tiempo se vuelven a encontrar porque el destino así lo ha querido, y que tienen que dejar atrás sus diferencias para poder seguir adelante con sus vidas. Eso es lo que les pasa a Laura y a Mark. Laura es ahora una mujer de veinticinco años que su profesión es ser payaso, y cuando en una actuación en un parque ve a Mark, no se lo termina de creer, pues quedaron en que nunca más se volverían a encontrar. Pero Mark está allí, porque en la muerte del tío de Laura, también la ha dejado en el testamento, y tendrá que tomar la decisión de vender su parte o de quedarse con ella. Mark sabe que su destino está en las manos de Laura, porque si ella junto a Bruce venden su parte de la empresa todo por lo que ha luchado este tiempo se acabará, y es que su primo está decidido a malvender su parte para formar una sociedad con unos matones que le han comido la cabeza, y es por eso por lo que después de tantos años ha ido a ver a Laura, porque la necesita.

Poco a poco empiezan a hablar de sus diferencias, y la misma pasión que ya tenían la vuelven a tener ahora, pero ninguno de los dos está dispuesto a dar su brazo a torcer, y es que tienen mucho odio en su interior, sobre todo Mark, que siempre vio a Laura como la asesina de su padre. Pero la madurez trae consigo el entendimiento y Mark empieza a ver en Laura a una mujer y no a la chiquilla rebelde que era antes. Laura por su parte empieza a ver en Mark a un hombre bueno y generoso que solo se preocupa por su bienestar aún después de todo lo duro que ha tenido que sobrellevar. Pero los dos tendrán que perdonarse por todo el pasado.

Los protagonistas me han gustado mucho, pues los dos se parecen mucho, pues son cabezotas, cariñosos, sensibles y trabajadores. Laura es una mujer que es su pasado ha sufrido mucho, primero con la muerte de sus padres y después con el accidente con el que mató a sus padres, por lo que decide marcharse cuando todos la echan las culpas y ponerse a trabajar de payaso, una profesión que la encanta, porque con ella ayuda a sentirse mejor a los demás. Mark por su parte ha estado sacando adelante la empresa de su padre fallecido y del tío de Laura, y en los últimos años lo único en lo que ha podido pensar es en el trabajo y aunque no quiera admitirlo en Laura.
Los personajes secundarios también me han gustado, pues son de lo más diverso. Casi todos son compañeros de Laura en el trabajo, como Sam, un carpintero que también trabaja de payaso, y Evan, el mejor amigo de Laura, el que siempre ha estado ahí para apoyarla en todo, y que además tiene su propio libro. La ambientación es prácticamente inexistente, pues aparte de un par de descripciones como el regreso de Laura a su antigua casa apenas hay descripciones, pues la autora se centra más en ellos dos y sus diálogos. Los diálogos en cambio si están muy bien narrados y en ellos podemos palpar el amor y el odio que sienten los protagonistas.
Un libro que me ha gustado mucho, con sus tiras y aflojas, pero que al final todo se arregla y se ve una muy bonita historia de amor.

Mi puntuación es de 4/5...