Nora Roberts - La princesa y el plebeyo

Crítica realizada por Mailo

Libro 1 de la Serie Familia Real de Cordina

Como es habitual en esta autora, en esta ocasión nos regala otra serie, la de la familia real de Cordina, un país imaginario y unos personajes realmente fascinantes. A mí ya no me cabe duda de que Nora Roberts es una escritora capaz de atraparme. El título de la novela no es que sea de los más sugerentes, da la impresión de que vas a leer un cuento de hadas, pero como lo importante es el contenido y en eso no me suele defraudar nunca…

Gabriella, que es nada más y nada menos que la princesa de Cordina, ha sido secuestrada. A causa de ese impactante suceso, ha perdido la memoria y desconoce todo cuanto a ella se refiere. El príncipe Armand contrata a un amigo de la familia, Reeve, que ha sido en sus tiempos investigador privado, para proteger a su hija de todo peligro.

Gabriella es uno de esos personajes que te gustan en cuanto lo conoces. Una muchacha abierta, criada entre sedas pero con un fondo excelente.

Reeve es maravilloso. No sé cómo describirlo. Su valentía y su honorabilidad dejan a muchos otros héroes a baja altura.

La novela tiene un poco de todo, misterio, intriga, secretos, unas cuantas maquinaciones de los políticos. Pero sobre todo, tiene una historia romántica preciosa. Uniendo estos temas a la inmejorable escritura de esta autora, ya os podéis imaginar que la novela merece la pena.

Reeve trata por activa y por pasiva que Gabriella recuerde quién es, su pasado, dónde ha vivido y lo que Cordina espera de ella. Además de protegerla, quiere que vuelva a ser ella misma.

Vamos a conocer a la princesa por el nombre de Brie porque así es como la llaman sus amigos y sus más allegados. A mí me gusta más el nombre de Gabriella, pero bueno, esos son cosas menores. Lo interesante es que después del secuestro y debido, en parte, a los medicamentos que le administran, ella no tiene recuerdos de su vida pasada, no sabe quién es la gente con la que convivía, todo ha quedado en blanco en su cabeza. Pero el peligro que conllevaba el secuestro no ha desaparecido, su padre sabe que sigue en peligro y por eso pide a Reeve que la proteja, que sea su guardaespaldas.

Cierto es que el tema de la amnesia es bastante atractivo para los escritores, pero en este libro es el punto clave para la historia. Gabriella va a prendiendo poco a poco con la ayuda de Reeve a redescubrir su vida y su personalidad. Entretanto, el romance que surge entre ambos te fascina.

Brie es un poco altanera, claro, no vamos a pensar que toda una princesa por el hecho de haber perdido la memoria olvida sus formas de comportamiento, pero no resulta tonta, todo lo contrario, hasta es graciosa en muchos aspectos y se hace querer.

El misterio se adivina pronto, es predecible. Lo que pasa es que no estamos ante una novela de intriga o policíaca, sino ante un romance en medio de las intrigas palaciegas, así que poco importa si adivinamos pronto de qué va.

Es una novela que se lee con rapidez porque es fácil y cortita, no te das cuenta y ya la has terminado. Es agradable, te hace sonreír, te entretiene y se pasan buenos momentos con ella. Últimamente, poco más pido yo ya de una novela romántica.