Mary Balogh - Por un puñado de oro

Crítica realizada por Anasy

Relato incluido en el libro El corazón de la navidad.

Julian Dare no sólo era guapísimo y rico: también era el heredero de un condado. Así pues ¿qué necesitaba un hombre que lo tenía todo? La inocente y hogareña Verity

Por un Puñado de Oro es una historia corta de Navidad de una de mis autoras favoritas, Mary Balogh, por eso me animé a comprar este libro pese a que las antologías no son lo mío, pues siempre me quedo con la sensación de que me falta algo o todo pasa muy rápido.

Verity es la hija de un párroco que al morir éste, su madre, su hermana y ella podrían haber llevado una vida tranquila, pero su hermana cae enferma y tienen que trasladarse a Londres, tanto el pago del doctor como las medicinas de Chastity, se comen todo el dinero, por lo que al no encontrar un puesto decente de trabajo, se hace bailarina de ópera ocultándoselo a su familia y cambiando de nombre.

Una noche conoce al vizconde Folingsby, Julian Dare. Un hombre hastiado y algo distante que le ofrece pagarle quinientas libras por pasar la semana de Navidad con él en casa de unos amigos. Verity acepta sabiendo que con ese dinero podrá comprar las medicinas de su hermana por un tiempo.

Julian sólo quería pasar unas Navidades con su mejor amigo y a poder ser con una buena compañía femenina antes de sentar cabeza como su padre le pide, y casarse. Cuando conoce a la famosa Blanche, bailarina de ópera de las que todos hablan porque no acepta amantes, la belleza y la actitud de ella lo atraen desde el primer momento y se propone hacerla su amante, al menos durante una semana.

Aunque al principio los dos se muestran un poco incómodos, Verity por convertirse en la querida de un hombre cuando nunca de imaginó ese destino mientras se criaba como una buena y culta hija de bicario y hasta frustrados, sobre todo Julian, cuando ve que la bailarina de ópera es una mujer virtuosa que se vende como una mártir a punto de ser sacrificada, pero cuando se van conociendo los dos caen rendidos el uno al otro.

Pero las Navidades no son como ninguno de los dos espera, Verity transforma las Navidades en una bonita fiesta haciendo que el hastiado y distante Julian disfrute de ellas como un niño.

Una historia muy corta y sencilla, que se lee en un suspiro y te deja una sonrisa en la cara, muy bonita.

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Crítica realizada por Crishi

Compré este Harlequín las pasadas Navidades porque, con sinceridad, incluye un relato corto de una de mis autoras preferidas, Mary Balogh. Me gusta leer historias navideñas en pleno verano y si puede ser cuando el calor adquiere temperaturas de alto voltaje, mejor que mejor. De alguna forma, mi mente se siente consolada por paisajes níveos que refrescan mi acalorada imaginación.

Por un puñado de oro es la primera historia que compone la antología El corazón de la Navidad y que he leído de un tirón, ya que la historia, aunque breve, me ha tenido encadenada como siempre que leo a esta autora en formato grande.

Julian Dare, el cínico vizconde Folingsby, lleva una existencia anodina en la que el amor no tiene cabida, sólo las obligaciones que suponen su título. Una de ellas, casarse con la insoportable lady Sarah para engendrar un heredero que continúe con la estirpe. Julian se encuentra ante una disyuntiva. Pasar las Navidades en Conway junto a su familia y su prometida o, bien, en el condado de Norfolk con su amigo Bertrand Hollander y la amante de éste. Al sopesar ambas opciones, decide aceptar la invitación de Bertie pero no sin antes conseguir una amante con la que disfrutar las Navidades. Aunque para él ese periodo festivo es lo de menos, lo único que quiere es aprovecharse hasta el último instante de su soltería asistiendo a eventos sociales donde encontrará lo que busca...

Verity Ewing es una joven amable y bien educada procedente de una honorable familia que vive en un pequeño pueblo de Somerset. Cuando muere su padre, el reverendo del pueblo, se ve obligada, junto con su hermana Chastity y su madre, a vivir en Londres para poder costear la enfermedad que padece la hermana. Una vez instalada, encuentra empleo como bailarina a espaldas de su familia. Pero su sueldo no es suficiente, lo que le hace plantearse el ser una mantenida de alguno de los admiradores que la visitan en su camerino...

Cuando Folingsby posa sus ojos en la señorita Blanche Heyward su fascinación es tal que le propone ser su amante durante la semana de Navidad a cambio de dinero. Blanche acepta obligada por la situación en la que se encuentra. De todas formas, se mire por donde se mire, su vida está cimentada de mentiras.

Durante la estancia en el pabellón de caza de su amigo y debido a una serie de sucesos que ocurren, Julian descubre los valores humanos que identifican verdadera personalidad de Blanche y, Blanche, con su forma de ser, destapa esa parte de Julian que él mismo desconocía, y a la que tenía cerrada a cal y canto. El amor se aloja en sus vidas y es difícil expulsarlo.

Los personajes secundarios, tanto el reverendo Moffat y su familia como Bertie y su amante Debbie me han gusto mucho. La historia presenta una tierna relación amorosa dentro de un entrañable ambiente navideño, que me ha apetecido estar dentro de ella, aunque sólo sea para poder aliviar el tremendo calor que nos invade.

De verdad, a pesar de ser una historia tan corta y haberme quedado con ganas de un mayor desarrollo, sobre todo hacia el final, me ha encantado. Temía que, por su brevedad, el relato no captase la verdadera esencia que define las historias de Mary Balogh. Pero no, está ahí, en pequeñas y preciosas dosis. Listas para ser digeridas con mensaje navideño incluido.

En fin, mi valoración personal sin contar con que sólo han sido ocho capítulos, pero qué ocho capítulos tan bonitos, es de... muy bueno.