Lorraine Heath - Texas Splendor

Crítica realizada por Wanda

(Sin traducir)

Libro 3 de la serie Texas

La saga de la familia Leigh continúa .... Después de pasar cinco largos años infernales en una penitenciaría de Texas, Austin Leigh es libre para volver a casa, sólo para encontrar que su novia se ha casado. Abatido y solo, Austin se dispone a limpiar su nombre del crimen que no cometió. De camino a la capital del estado, conoce a una chica y su perro, los sobrevivientes de una tragedia misteriosa.

¿Quién dijo eso de que segundas (o terceras) partes, nunca superaron a la primera? Desde luego, en esta serie no se sostiene, porque las tres historias de esta serie de Lorraine Heath son estupendas. Y es que esta autora no decae, al contrario, se va superando con cada una de las aventuras.

En esta ocasión, la historia se centra en Austin, el hermano del que ya tendrán referencias las que hayan tenido el placer de leer las dos anteriores entregas de la trilogía. Yo la estaba esperando como agua de Mayo porque ya preveía que este personaje iba a dar mucho de sí.

Austin ha estado encarcelado, acusado de un asesinato del que no es culpable. Y cuando por fin queda libre, su mundo se viene abajo porque todo ha cambiado y su novia, Becky, lejos de esperar su regreso, se ha casado con otro hombre. Así que tenemos a un protagonista deshecho, al que la vida le ha dado un trallazo. Todo parece haberse perdido, las personas le parecen distintas y su mundo es un caos.

La forma en la que la autora nos cuenta lo que pasa por la cabeza de Austin, ha conseguido ponerme los pelos de punta. Pero claro está, nuestro protagonista es inocente y debe limpiar su nombre, encontrar al verdadero criminal por el que le encausaron. Y es en este trance cuando se encuentra con una mujercita encantadora que va a devolverle la confianza en sí mismo y en la humanidad.

La heroína de la novela, Loree, es una muchacha algo tímida, que enseguida cae bien. Muy dulce. Es también un alma atormentada, con secretos que parecen inconfesables. Justo la protagonista para Austin. Porque es ela la que demuestra a nuestro protagonista que tiene mucho que ofrecer, cuando él cree que no puede dar nada, y le impulsa a salir de ese agujero negro en el que se ha dejado caer.

Entre ambos crece una relación muy bonita y Austin decide casarse con ella. Han de seguir adelante, vencer sus miedos y empezar un futuro en común. Su romance es tranquilo, va creciendo poco a poco, se van conociendo y consiguen un amor que parece imposible.

Sorprende el final de la novela (que no voy a contar), porque el desenlace y el secreto que nos arrastra desde el principio, no me lo esperaba. Es lo que tiene de bueno esta autora, que sorprende siempre.

Me ha encantado conocer a Austin-hombre, porque en las novelas anteriores es un muchacho. Pero aquí se ha convertido en un héroe de pies a cabeza, ha madurado y defiende su propia historia extraordinariamente. Y me ha emocionado el sufrimiento de encontrarse sin futuro cuando se entera de que su novia se ha casado con su mejor amigo, porque ha sido el recuerdo de Becky el que le ha hecho no decaer mientras estaba en la cárcel y cuando sale... No es que no comprenda a Becky, pero me ha sabido mal su modo de actuar. Sin embargo, luego me he alegrado, porque Loree es el alma gemela de Austin y la mujer para la que está destinado.

Es una novela repleta de sentimiento, con personajes estupendos, algunos de ellos ya conocidos pero que gusta volver a ver, unos protagonistas memorables, fuertes y valientes, un romance perfecto y una ternura que emociona. Una historia de lucha en la que la confianza tiene un punto importantísimo. En resumen, una tercera novela que nada tiene que envidiar a las otras.