Lori Foster - Seducción programada

Crítica realizada por Irdala
 

Sinopsis:
Guy Donovan siempre había visto a Annie Sawyers como a su hermana pequeña. Pero Annie ya tenía un hermano; lo que ella quería era un marido. ¡A Guy, para ser más exactos! Así que cuando él anunció que estaba a punto de comprometerse con la mujer equivocada, Annie planeó seducirlo. Cosa que no séría tan difícil si Guy no se resistiera tanto...


Aunque mi yo consciente me pide lectura sin descanso, mis neuronas muchas veces se niegan a colaborar. Es en esos casos cuando recurro a novelitas sin ningún fondo, con un argumento simple y con pocas páginas. Para esas ocasiones, tengo un lotecillo de libros entre los que se encuentran varios de Lori Foster. Éste es uno de ellos.

Annie se ha criado sin madre pues ésta murió cuando ella contaba dos años de edad. Ha estado al cuidado de sus dos hermanos y su padre, pero también de Guy, el amigo de su hermano mayor el cual, al trasladarse sus padres ya muy mayores y por motivos de salud a otra ciudad, dejaron a su hijo al cuidado de la familia Sawyers para que así pudiera terminar sus estudios. Guy nunca se marchó e incluso forma parte de la empresa familiar donde prácticamente está a cargo de todo.
Annie ha vivido sobreprotegida por los cuatro hombres y a sus 25 años ninguno imagina que tiene deseos y necesidades propias de cualquier mujer de esa edad. Pero es que además, Annie está perdidamente enamorada de Guy desde que éste la besó apasionadamente cuando ella tenía 18 años. Después de ese beso, y de miles de disculpas por parte del chico, Guy la trata como a su hermana pequeña.
Así que Annie, con ayuda de su cuñada Lace, sexóloga para más señas, se propone seducirlo. Para ello, Lace la aprovisiona de montones de libros y revistas sobre sexo. Sin embargo, Annie piensa que jamás se convertirá en una mujer seductora.

Guy ha decidido que la única forma de quitarse de la cabeza a Annie (a quien para nada ve como una hermana aunque la trate como tal), y no traicionar la confianza y el cariño que le tiene la familia Sawyers, es casarse. Lleva una temporada saliendo con una agresiva mujer de negocios y a ella va a proponerle matrimonio. Cierto día se presenta en casa de Annie para comunicarle la noticia, y se la encuentra rodeada de libros con fotografías sexuales muy explícitas.
Annie le dice que quiere seducir a un empleado de la empresa y Guy no puede soportarlo. Ella le pide que le diga qué tiene que hacer y comienza una conversación muy subidita de tono. Guy se va de su casa como una moto y tiene un accidente. Necesita reposo y el hermano mayor de Annie que es médico, le pide a ella que se lo lleve a una cabaña apartada del mundanal ruido, de la cual Annie no tiene ningún conocimiento puesto que sus hermanos y Guy la han usado siempre para llevar allí a sus conquistas.

Encerrados en la cabaña, Guy con todo el cuerpo dolorido y con una rodilla inflamada, Annie comienza a aplicar sus lecciones de seducción y aunque Guy se resiste, al final, la virgencita se lo lleva al huerto.

La novela es más simple que el mecanismo de un chupete. Conversaciones sensuales, una inocente enamorada de 25 años, un chico fantástico que se resiste hasta que cae rendido y que piensa que está siendo utilizado para que Annie se enrolle con otro una vez adquirida la experiencia necesaria, y una familia emocionada que lleva años esperando a que Annie y Guy se comprometan en matrimonio...

Doscientas páginas de nada, que alimentan mis ganas de lectura y no desgastan mis neuronas. No aporta nada, no vale nada, no enseña nada, pero a mí me ha hecho el servicio que pretendía.