Lisa Marie Rice - Mujer a la fuga

Valoración:

Crítica realizada por ANITA

Julia Devaux adora su sofisticada vida en la gran ciudad. ¿Cómo no iba a gustarle? Tiene un fabuloso trabajo en el mundo editorial, unos amigos maravillosos, un apartamento de infarto, la compañía de su precioso aunque temperamental gato siamés, Federico Fellini; ¡no podía irle mejor! Hasta que, de pronto, Julia tiene la mala suerte de presenciar el asesinato de un miembro de la mafia, destrozando así su vida por completo.

El programa de protección de testigos la recoloca en el fin del mundo, a miles de kilómetros de la librería más cercana, donde la única comida rápida son los ciervos y la única distracción es echar un polvo con un ranchero local más bien lacónico. Por suerte, lo que mejor sabe hacer Sam Cooper no es precisamente hablar… El exSEAL Sam Cooper no puede creerse la suerte que tiene cuando la misteriosa Sally Anderson llega a su pueblo. En Simpson, Idaho, no hay ni una taza de café decente, por no hablar de profesoras de primaria de quitar el hipo. En el momento en que Cooper ave a Sally, se la apropia como si fuera suya. De acuerdo, no es demasiado bueno hablando, pero hace lo que puede por mantenerla contenta. Cuando descubre que su vida está en peligro, nada le detendrá para mantenerla a salvo y junto a él.

Sam Cooper, el exSEAL (con lo que nos gustan los SEAL como Dios manda) y criador de caballos en la granja familiar, lleva un año sin comerse una rosca, desde que se separó de su mujer, como es natural, una mala pécora. El pobre tiene un pellejillo colgando entre las piernas que no sabe, ni quiere saber, para que le sirve. De pronto aparece Sally y nada más verla, el pellejillo se convierte… En una taladradora. El pobre chico no se puede contener.

Sally, con ayuda de Sam y el resto de los habitantes del pueblo se va adaptando poco a poco a éste hasta hacerse imprescindible. Mientras tanto hay un asesino experto que la busca por medio de ordenadores para cobrar la recompensa de 2.000.000 de dólares que ofrece la mafia por ella. Cuando Sally se siente amenazada, Sam se convierte en su protector.

Esta es la tercera entrega de La Cueva de Ellora,  de los denominados S-ensual, o sea, erótico pero menos.  Los dos anteriores podrían ser harlequines Fuego, tanto por la temática como por su tamaño (si le quitamos la novedad de las sucursales, cito a Lady Mencía) Francamente, éste creo que se merecía una mejor encuadernación. Es una novela lo suficientemente larga y con una trama lo suficientemente buena como  para que la hubiera publicado Manderley o Phoebe o Terciopelo.  Tiene sus escenas eróticas, por supuesto, pero están bien y bien repartidas.  El lenguaje no es tan crudo como en las otras dos, sí, hablan de coños y de pollas, pero vamos, como en la vida misma y la historia de amor está perfectamente ligada a la trama.

En resumidas cuentas, me ha gustado, creo que vale la pena leerla. Además, por 7€… Si no os gusta la tiráis por la ventana y santas pascuas. Estoy segura de que en algún momento no muy lejano la releeré.

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Crítica realizada por Mariam

Mi valoración es Muy buena aunque, como he dicho en otras ocasiones, no suelo leer novelas románticas eróticas, pero Mujer a la fuga me ha sorprendido enormemente.

A pesar de las estupendas críticas y reitaradas recomendaciones no me atrevía a leerla.

Creo que a pesar del carácter erótico que impera en la novela, no es una novela que no "cuente" nada más. Por eso me ha gustado. Al contrario, existe una trama de intriga detrás que hace que te enganche por algo más que una sucesión de escenas eróticas muy sugerentes, sensuales, explícitas y muy bien narradas.

Pero ante todo ha sido porque me ha enganchado por la historia de amor (y alto voltaje) de Coop, el ex-SEAL taciturno y solitario, al que no se le da muy bien hablar y la sofisticada editora Julia Deveaux (ahora Sally Anderson).

Salvando las distancias, me ha recordado un poco a Linda Howard. Tal vez por eso me atrapó la historia y me incitó a seguir leyendo. Y aunque admito que son muchas las diferencias entre una y otra, ambas juegan muy bien con la tensión sexual y, por supuesto, narran y describen de una manera muy sensual las escenas de contenido erótico. Algo que me atrapa de sus novelas, además del perfil de protagonista masculino: viril, sensual, incombustible e inagotable.

Pero Sam Cooper, el lacónico ex-SEAL, ahora ranchero, como lo descrite Anita en su fantástica crítica, tiene un punto diría que hasta tierno que me ha llegado. No es que me haya emocionado pero tiene su aquél. Me han divertido sus agotadoras sesiones de sexo (sin preliminares) y su preocupación por ser tierno con Sally/Julia (preliminares). Me han divertido los diálogos entre Coop y Julia. ¡Sí, los diálogos! y esa insistencia de ella "¡háblame!".

Tal vez no sea una novela en la que prevalezca el suspense ni el erotismo, creo que la autora más bien la adereza con una buena dosis de ambas, pero me ha gustado, me ha entretenido y ha atrapado. Para mí eso es más que suficiente. La verdad es que si no me la hubieran recomendado (de hecho hasta prestado) sé que posiblemente no me habría animado a leerla, pero me alegro de haberlo hecho. Sin duda leeré más novelas de Lisa Marie Rice. Sé que no pasarán a ser mis preferidas ni me convertiré en una lectora voraz de romántica erótica pero.... Ésta es una historia que con una dosis de erotismo, diría que ironía y suspense, sinceramente, me ha hecho pasar un muy buen rato.

En cuanto a la edición en sí, decir que sí he visto fallos en cuanto a traducción o corrección, incluso faltas de ortografía, pero no peores a otros similares en ediciones mucho más caras.

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