Lena Blau - La canción número 7

Crítica realizada por Malory

Blanca, una joven insegura e introvertida, espera en una estación de tren a Carlos, un prometedor estudiante de Arquitectura que desde la muerte de sus padres se ha sumido en un peligroso abismo. Malhumorada y escéptica, aguarda a que él llegue, convencida de que el plan que ha trazado su madre para ayudar a ese chico no va a servir de nada. Pero lo que Blanca no se imaginaba es que nada será igual a partir de ese caluroso día de septiembre; el apuesto e intrigante joven conseguirá despertar en ella unas contradictorias sensaciones para las que no está preparada. Y, a pesar de que en un principio parecen detestarse, una canción de amor hará que todo cambie en su vida.

La historia de Blanca y Carlos está narrada en primera persona por los ambos protagonistas. Alternativamente va intercalando las impresiones de cada uno de ellos y entre los dos completan la trama dejándote conocer el punto de vista y los sentimientos de los dos logrando que te sientas muy cerca de ellos. Me encanta conocer los sentimientos de los personajes de esta forma, información de primera mano... eso me gusta.

La primera parte de la novela me resultó adictiva, disfrutando con las pequeñas discusiones y los mal entendidos que existen entre ellos y que los mantiene apartados al uno de la otra. Las reticencias de ambos en cuanto a las ventajas del plan para sacar a Carlos del pozo de amargura en el que se ha sumido tras la muerte de sus padres va cambiando poco a poco y vas viendo como ella comienza a acostumbrarse a su presencia, como su cuerpo va reaccionando, a pesar de sus esfuerzos por evitarlo y mantenerse apartada, a su contacto y su presencia. Con Carlos también verás el cambio de actitud, su negatividad ante todo va transformándose y no tardará en darse cuenta de que la vida en aquel pueblecito de la sierra madrileña, al que le han obligado a ir, no es tan malo como había pensado en un principio.

El acercamiento entre ellos resulta de lo más emotivo y tierno y al final Carlos se desvela como un joven dulce y comprensivo, perfecto y encantador.

Pero no todo es miel en esta relación y cuando las dudas, los celos y el miedo se entremezclan con la culpabilidad y la mentira, las cosas se complican para la idílica pareja. Volver a encontrarse con la peor parte de sí mismos no les ayudará a seguir adelante con aquello y una serie de dolorosos acontecimientos lograrán que las cosas entre ellos no terminen demasiado bien... pero esto es una historia romántica y a fin de cuentas estas historias siempre acaban bien. Aunque no contaré nada más para no desvelar el final.

Como ya he dicho la primera parte de la novela, en la que se conocen y terminan acercándose me ha encantado, la he disfrutado muchísimo, porque todo es como muy natural y la forma de escribir de la autora, sencilla y directa, logra que la lectura sea rápida y amena. Conoces a los protagonistas y entiendes sus motivos para actuar como lo hacen y te alegras o sufres con ellos cuando las cosas se complican. Quizás es después de ésto, de que la situación entre ellos se vuelva complicada y los problemas les comiencen a parecer insalvables es cuando la historia se me ha vuelto un poco lenta. De la mitad hacia adelante me he encontrado con algunos momentos, escenas o situaciones que aportaban muy poco o nada a la novela y me han resultado un poco aburridos y que alargan la historia innecesariamente, al igual que algunos de los diálogos de esta segunda mitad resultan un poco forzados y faltos de la espontaneidad que caracteriza a los del principio. En algunos momentos las reacciones y comentarios de Carlos, un joven de ventipocos años, me han resultado poco creíbles, un poco almibaradas para un chico de su carácter y energía. Con ésto no quiero decir que sus sentimientos sonaran falsos, para nada, eran de los más intensos, profundos, la autora consigue hacerlos reales, pero quizás la forma de expresarse es lo que me ha parecido un poco inverosímil; sin ánimo de faltar: un poco cursi para un chico como él.

Por lo demás es una historia estupenda, cargada de emotividad y mucho sentimiento. En algunos instantes he notado como un nudo atenazaba mi garganta e incluso se me empañaba la mirada y lograr trasmitir de esa manera me parece muy grande.

Los protagonistas están muy bien perfilados y su comportamiento es coherente y acorde con su carácter en todo momento. Los secundarios pasan bastante desapercibidos, y aunque hay algunos que tiene mayor relevancia en la historia (la abuela de Carlos, Ignacio y Julia, la amiga de Blanca) y sí que te los sabe mostrar, la mayoría pasan sin pena ni gloria porque no tienen participación real en la historia porque esta novela no deja de ser la historia de amor de Blanca y Carlos y básicamente se reduce a eso aunque para contárnosla, Lena ha llenado 474 páginas.

"La canción número 7" es una novela tierna y muy entretenida, que emociona. Sin escenas explicitas de sexo (que no necesita), ni una trama complicada, simplemente la historia de una joven pareja con problemas más o menos normales. Entretenida y con momentos maravillosos.

Mi valoración: Buena