Laura Kinsale - Luna de agosto

Valoración:

Crítica realizada por Wanda

EL AMOR ES MÁGICO..

La misión de Lord Ransome Faloner era encontrar al inventor cuyo descubrimiento pudiera derrotar al ejército de Napoleón. Nunca imaginó que ese genio podría ser la joven y encantadora Merlin Lanbourne, una mujer más brillante que todos los hombres del Rey... más cautivadora que cualquiera dama de la corte...

Embriagado por su inocente belleza, Falconer cae rendido bajo el hechizo de una pasión que no puede controlar. Conquistando a la misteriosa Merlin con sus besos, la lleva a su finca, sin importarle el escándalo que está provocando. Pero el peligro les persigue y cuando Falconer arriesga su vida para salvarla, haciendo uso de uno de los inventos de Merlin, se ven arrastrados a una aventura que les lleva a nuevas alturas y a la magnífica victoria del amor...

Merlin es una belleza un tanto loca, empeñada en crear una máquina para volar. Ransom es un aristócrata que pretende utilizar los artilugios ideados por Merlin para ayudar a la patria. Eso sí, no tiene idea de la complicación en la que va a meterse con esa joven pícara.

El ejército de Napoleón está en puertas y Ramsom busca con desesperación algo que pueda detenerlo. Por fortuna, encuentra a la persona adecuada en Merlin.

Puede que alguna quiera matarme, pero Laura Kinsale, aun siendo una escritora de pies a cabeza que maneja la narrativa como pocas, se me hace un poquito pesada. Afortunadamente no ha sido así con esta novela y me alegro.

Voy a tratar de ser objetiva con esta novela y explicar lo que me ha parecido a mí.

Empezaré diciendo que la novela me parece estupendamente escrita, como todas las de Kinsale. ¿Que peca, a mi modo de ver, de demasiadas explicaciones? Es posible. Pero no se puede negar que las explicaciones son importantes y ayudan a entender la historia que nos cuentan.

Me gustaría empezar hablando del protagonista masculino, porque creo que Kinsale los define extraordinariamente y son, según mi opinión, el centro de sus historias, sin desmerecer la del personaje femenino. A ellos les encuentro más “hechos” por decirlo de alguna manera.

Ransom Falconer es el duque de Damerell, deseoso de luchar contra los franceses pero preocupado porque su ejército es uno de los mejores. Por lo tanto, necesita alguna forma de frenarlos, un invento que les haga retroceder. Ante todo, es un hombre que ama su patria y es capaz de cualquier sacrificio por defenderla. Por eso, al enterarse de que alguien tiene un invento que puede servirle para derrotar a los franceses, no duda en buscarlo. Le da igual que sea un viejo decrépito y medio loco si es capaz de facilitarle el arma.

¿Con qué se encuentra? Pues con una muchacha que no tiene nada de vieja, que está un poco loca, que es una excéntrica y despistada a más no poder. Eso sí, con el sueño de crear una máquina voladora. Por si fuera poco, tiene una mascota muy rara.

En este punto, la novela se me hizo más interesante y, sobre todo, más entretenida que otras que he leído de esta autora. Y es porque le he encontrado una vena humorística que no esperaba. Los despistes de la protagonista, la mascota, el extraño invento, el pánico cerval que el duque tiene a las alturas… Todo ayuda a hacerte pasar un buen rato.

Ransom no se fía nada de que esa maldita máquina funcione y está poco dispuesto a probar nada que le eleve más de un metro del suelo. Vamos, que está a punto de desistir. Sin embargo, sí encuentra otro de los inventos de Merlin que le puede ayudar en su empresa: un aparato que puede transmitir la voz a través del espacio.

Si contamos con que además hay algún agente asesinado, y que Merlin se encuentra repentinamente en peligro, y que el protagonista quiere protegerla ante todo, comprenderéis la causa por la que la novela me ha gustado.

Ya ni hablo del momento en el que él se toma un afrodisíaco por error. Chispas es poco para decir lo que pasa.

Ramsom se lleva a su casa a Merlin, decidido ya a casarse con ella. Y Merlin sigue a lo suyo, imbuida en sus sueños y en sus inventos.

Los secundarios merecen un poco de atención: la madre de Ramsom, que para mí está loca, el hermano y su ex mujer, una hermana histérica, un par de sobrinas gemelas y un sobrinito. A todos hemos he de sumar un agente que quiere acabar a toda costa con la vida de la protagonista. Y no me puedo olvidar de la mascota: un erizo. No es una persona pero actúa como si lo fuera y saca a Merlin de unos cuantos apuros.

Resumiendo, que no quiero desvelar todo el argumento de la novela, que ha habido veces que me parecía no estar leyendo a Laura Kinsale, porque hasta ahora todas las novelas que me he leído de esta autora eran más serias y, ya digo, con demasiadas explicaciones que me hacían pesada la lectura.

Una novela con mucho humor, con una pareja perfecta por lo distintos que son –ella excéntrica y él serio-, con deliciosas conversaciones y situaciones estupendas que te hace pasar un buen rato.

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Crítica realizada por Anasy

Empiezo diciendo que yo no era nada fan de Laura Kinsale, sus libros más famosos y conocidos a mi siempre me han dejado fría o indiferente, hasta que llegó el Profesor de francés, un libro que me encantó y me enamoró y que no tiene nada que ver con el estilo habitual de la autora. Por eso cuando vi Luna de agosto me lancé a comprarlo esperanzada pero temerosa de no saber que estilo iba a imitar esta vez. Pero por suerte sigue en el estilo del Profesor de francés, y esto puede que a las incondicionales de la KInsale no les termine de agradar, pero a mi desde luego, me ha encantado.

El libro está lleno de humor, con escenas a veces un tanto disparatadas gracias a sus originales personajes, pero ya desde el comienzo, cuando conoces a su protagonista, sabes que te vas a reír con este libro.

Ransom Falconer, duque de Damerrell acude a casa del inventor Merlin Lambourne en misión especial a petición del gobierno inglés para descubrir el extraordinario invento que los ayudará en la guerra salvando miles de vidas y que los franceses tanto quieren. No sabe bien en que consiste dicho invento , pero sabe que los franceses están dispuestos a todo para conseguirlo. Por eso llega a casa del inventor con toda la altanería y arrogancia propia de un duque dando por hecho que el inventor colaborará con él , pero lo que el duque de Damerrell no espera encontrar es que Marlin Lambourne no es ningún viejo inventor, sino que es una muchacha despistada y media desarrapada que le abre la puerta y que apenas es capaz de concentrarse más de medio minuto en nada que no sean fórmulas o nuevas ideas para poder hacer que su máquina de volar, vuele.

El primer encuentro entre los dos no puede ser más confuso y accidentado. Merlin es una jovencita demasiado inteligente que no puede dejar de pensar en como hacer volar su invento, siempre ha estado aislada cuidada por su tío abuelo desde pequeña hasta que este muere, aislada de todo, y sin amigos más que dos pares de ancianos que la ayudan un poco con las tareas cotidianas, vive para idear nuevos inventos y poco más.

Cuando Ransom llega a su puerta cree que lo que busca es su invento para volar, pero de forma un tanto casual el duque descubre que el mejor invento que Merlin tiene es una caja para hablar, una caja con la que puede comunicarse con otras personas en la distancia.

Sin pérdida de tiempo Ransom se las ingenia para que Merlin y sus inventos terminen en la mansión ducal rodeados por la variopinta familia del duque, desde su hermano Shelby, gran derrochador, bebedor y jugador, su ex mujer, una actriz que lo abandonó por su vicio al juego, los tres hijos de estos, dos gemelas y un niño con problemas de tartamudeo, la duquesa viuda que adivina cosas, la hermana Blythe, más estirada que el propio duque, su pretendiente, un pedante pastor, y algún invitado más que forman este demencial elenco de personajes.

Ramson queda hechizado en seguida por la original joven, una chica inocente y sin pizca de malicia, que no sabe nada de la vida por haber vivido muy protegida, siempre con los ojos nebulosos con nuevas ideas bullendo en su cabeza, se hace irresistible desde el principio, y aunque Merlin no es inmune al encanto del duque, se resistirá todo lo que puede a lo largo del libro ya que Ransom odia su invento para volar hasta el punto de que le prohíbe trabajar en él, todo lo hace motivado por un miedo personal y el terror absoluto de que a Merlin le pase algo mientras prueba el condenado artilugio. Pero Merlin cuenta con la ayuda de todos los habitantes de la mansión para seguir trabajando en su proyecto a espaldas de Ransom..

Una historia original, simpática y divertida con personajes estupendos y entretenidos que provocan , como ya dije, algunas situaciones absurdas y graciosas, con una protagonista muy despistada que vive en su mundo particular, que va siempre con un mandilón donde en su bolsillo puedes encontrar de todo, desde tuercas, lápices, alicates y su inseparable puercoespín. Una chica solitaria, que siempre ha estado aislada, muy inocente y demasiado inteligente, que cree que su único valor como persona es conseguir que su máquina vuele hasta que se ve en medio de la familia Falconer y empieza a enamorarse de un duque mandón.

Un libro que engancha, entretiene, divierte y te hace pasar un rato estupendo.

Muy bueno.

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Crítica realizada por Crishi

Primero, me gustaría señalar que Laura Kinsale es una de mis autoras preferidas porque sus libros tienen algo de peculiar que los distingue de otros. Para mí, es lo más de lo más en narrativa histórica romántica, así que anhelaba con todo mi corazón una nueva historia de esta maravillosa autora.

Cuando Lord Ransom Falconer, duque de Damerell, golpea la puerta del desvencijado castillo preguntando por el señor Lambourne, no sabe que su estabilidad emocional va a verse alterada por una serie de sucesos que, al final, destaparan su tan bien guardado secreto.

Lord Ransom, un severo y mesurado aristócrata, es enviado por Su Majestad y los Lores del Almirantazgo para hacerse con un artefacto que les será útil para la defensa del país contra los franceses. Su sorpresa será que la persona inventora y poseedora de dicho aparato, una máquina para volar, no es el señor Lambourne sino la señorita Merlin Lambourne, una fémina que tiende a distraerse con gran facilidad pero con un cerebro ingenioso dentro de esa inocente cabeza de chorlito. Haciendo honor al apelativo que acabo de decir, esta protagonista sólo podía tener una mascota un tanto... digamos un tanto espinosa: un puercoespín. Merlin siempre ha vivido apartada del mundo convencional junto a los gemelos Theo y Thaddeus Flowerdew que la cuidan y ayudan en sus inventos.

Pero no es la máquina de volar lo que Lord Ransom busca. No. Él está convencido. Durante un diálogo que Merlin mantiene con Thaddeus se da cuenta de su verdadero objetivo, una caja para hablar a larga distancia. Cegado por semejante descubrimiento, Lord Ransom sólo tiene en mente proteger a Merlin, ésto, unido a la ingesta de una extraña sustancia, revoluciona su lívido dando lugar a consecuencias que, desde mi punto de vista, son demasiado forzadas y hace del protagonista un muñeco de cartón piedra sin sentimientos que profundicen en la forma de actuar del protagonista, uno de los puntos fuertes de esta autora. He echado en falta la complejidad y la intensa vulnerabilidad que dota, muy en particular, a sus protagonistas masculinos y, en general, a una historia con momentos divertidos que me ha resultado bien llevada hasta el final, exceptuando alguna escena metida a calzador al principio del libro y que me ha puesto "enferma".

Una vez que Lord Ransom logra "llevar" a Merlin a su Mount Falcon con promesas incumplidas, un plantel de secundarios se abren paso en la historia prestando ayuda a Merlin en su afán por construir la maquina de volar a espaldas de Ramson, mientras va perfeccionando la caja de hablar. La madre de Ransom, Lady May, su hermana mayor, lady Blythe, a punto de prometerse con el codicioso reverendo Peale, su manirroto hermano menor, Shelby junto con su bella ex esposa Jaqueline y sus hijos, el tartamudo Woodrow y las gemelas, Augusta y Aurelia, el supuesto infiltrado... Y el otro inventor, Pemminey.

"Luna de agosto" me ha parecido una serie de aventuras e infortunios que me han hecho pasar un rato bastante agradable y entretenido con esa manera tan Kinsale de narrar una historia, para mí, en esta ocasión, demasiado de "opereta". Soy muy cuadriculada, cuando una autora me gusta por ciertos rasgos que caracterizan sus libros, me cuesta trabajo aceptar otros registros que, en el caso de Laura Kinsale, ya dejó entrever en "El profesor de francés". No obstante, la historia me ha parecido singular, como todas las que ella escribe, pero ausente de la austeridad y la profundidad que define sus historias, con un protagonista que me ha parecido del montón pero me ha gustado, y una protagonista un tanto alelada que cumplía su papel. No hay una base verdaderamente creíble en la que pueda definir la relación entre los protagonistas como sentimental, más bien la calificaría de pasional. Ya digo, a pesar de todos los matices que hago, me ha gustado. No sé qué tendrá esta autora que me atrae tanto.

En definitiva, un libro muy recomendable pero teniendo en cuenta que no guarda la autentica pureza de Laura Kinsale.

Valoración personal: Bueno. 

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Crítica realizada por Noabel

Adoro a Kinsale, y como es habitual en ella, esta novela es original y está muy bien escrita. Sigue la estela más ligera de "El profesor de francés", que me gustó, pero en este caso me parece que ha fallado, al menos para mí....y mira que siento decirlo.

Me gustan los diálogos ingeniosos, el humor y la frescura que la autora adoptó en "El profesor de francés". Es obvio que ha intentado repetir la fórmula en "Luna de agosto" pero lo que ha resultado es una novela ligera, entretenida y poco más. Le he encontrado una tremenda falta de profundidad a los personajes, en especial al masculino (que irónicamente suelen ser el fuerte de Kinsale), me ha parecido que la autora lo hacía cambiar de carácter como de chaqueta y ha hecho que pierda intensidad un personaje que prometía mucho jugo.

Ransom, con su pasado, sus miedos y su fría educación podría haber sido el perfecto héroe-antihéroe de la novela. Pero me parece que Kinsale se ha pasado de "quitarle hierro al asunto". Me ha resultado un personaje desdibujado y ambiguo. ¡No se me malinterprete!, es un personaje estupendo, de una novela estupenda, pero conociendo lo que Laura Kinsale es capaz de crear y viendo la materia prima que tenía, el resultado me parece un pelín decepcionante.

Merlin me gusta más, con su torpezas e inocencia fruto del aislamiento y su alocado ingenio, se hace querer. Lástima que la relación entre los protas resulte tan insulsa...yo diría que más pasional que romántica.

La historia es original, bonita y con escenas románticas estupendas que, posiblemente porque Ransom no terminaba de convencerme, no me han emocionado como deberían.

En definitiva, es una buena novela. Pero no me gusta esta nueva faceta de Laura Kinsale. En "El profesor de francés" jugaba con la ventaja de que los protagonistas tenían un pasado común, su relación ya podía evolucionar y madurar ante nuestros ojos. Pero en "Luna de agosto" la relación me parece forzada, superficial...algo no encaja entre lo que esperaba de los personajes y lo que ellos me ofrecen.

Buen libro, pero lejos de lo que yo espero de Laura Kinsale. 3,5/5

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