Laura Esquivel - Tan veloz como el deseo

Crítica realizada por Kkekka

Desde pequeño, Júbilo se convierte en el intérprete entre su abuela, de origen maya, y su madre, de origen español. A caballo entre dos culturas, sirve de lazo entre esas dos mujeres irreconciliables. Júbilo ha descubierto el poder de las palabras, tan grande como el deseo, y ello determinará que elija convertirse en telegrafista para poder seguir traduciendo e interpretando a su antojo...A través del relato de su hija Lluvia, que lo acompaña en sus últimos días, postrado en el lecho y privado de la palabra, descubrimos la historia de Júbilo, quien conoció como nadie la discordancia entre el deseo y la palabra. Todavía deberá aprender una última lección: después de todo, el amor sigue viajando a la velocidad del deseo.

Laura Esquivel es una autora que me conquistó con su novela "Como agua para chocolate" y ahora con esta ha vuelto a hacerlo. Vuelve a sumergir al lector en un universo mágico donde se mezcla con una asombrosa facilidad y convicción, realidad y fantasía. Donde los hechos históricos de un país maravilloso cómo es Méjico son co-protagonistas junto con la vida de Júbilo y su familia.

Pero ¿Qué tiene de fascinante Júbilo? La explicación de su nombre es digna de ser leída y muchos acontecimientos de su vida parecen de leyendas contadas al calor de la lumbre o junto a un vaso de cerveza en una cantina.
Un hombre capaz de sentir e interpretar sonidos y convertirlos en palabras, de notar las energías de las cosas y los cuerpos. Un personaje que estaba comunicado con el sol de la magia manera que decían los Mayas a los que tanto veneraba su abuela. Un ser capaz de llevar la alegría y la paz a todos aquellos que le rodeaban, pero cuya vida en un punto determinado se volvió triste cuando por un momento no escuchó lo que más debería haber escuchado.

A través de los recuerdos proporcionados por su hija Lluvia, vamos conociendo una vida magnífica, tanto de su padre como de su madre. Una vida marcada por un gran amor, dolor, pasión, magia, culpa... Unas vidas en las que ese hombre que escucha todo y puede comunicarse con todo necesita al final de sus días alguien que hable por él para que la armonía vuelva a su vida y el amor regrese.

No es de extensión larga, apenas 190 páginas de hermoso lenguaje y mágicas imágenes. Una novela con un aire muy propio de la autora y de un estilo narrativo muy determinado (cercano al realismo mágico), que te lleva de manera suave y te sumerge sin darte cuenta en un universo del que hay que pestañear varias veces para darte cuenta que tienes que salir al volver la última página.

No es una novela romántica como las que estamos acostumbradas, pero merece la pena ser leída y mucho. No tiene sexo, pero tiene pasión contenida. Es un amor romántico, pasional, real, que se enfrenta a la vida y a todos los impedimentos que se ponen delante. Un amor donde el poder de las palabras va más allá de las pronunciadas o intuidas.

"Viajan por el aire bañadas en saliva de otras bocas, de vibraciones de otros oídos, del latido de miles de corazones agitados. Se cuelan hasta que un nuevo deseo las reanima y las recarga de energía amorosa."

Mi valoración Muy Bueno