Kate Hewitt - El jardín secreto

Valoración:

Crítica realizada por Lady Macbeth

8º Serie Los Wolfe. La Dinastía

Tras años de abandono, los muros de la mansión Wolfe temblaron con el regreso de Jacob Wolfe: el amo había vuelto. Mollie Parker, la hija del jardinero, todavía vivía en la casita, entre la maleza, esperando no sabía muy bien qué... hasta ese momento. Con la reputación hecha añicos, Jacob se lamía las heridas solo, en la oscuridad. Mollie sabía que, aunque podía ladrar con ferocidad, no mordía. Y cuando cruzó, vacilante, el umbral, llevó consigo la luz que le faltaba a su alma atormentada. Nadie podía domar al más solitario de los Wolfe, pero ella sabía que cuando amaba, amaba para siempre.

Si hay un nombre que a lo largo de los siete libros anteriores ha surgido en infinidad de ocasiones es Jacob. Jacob es el hermano mayor de los Wolfe, al que le rodea un aire de misterio e intriga por saber qué fue lo que causó su marcha veinte años atrás. Todo sucedió cuando su padre le estaba dando una paliza brutal a su hermana Annabelle, Jacob trató de apartarle y al hacerlo su padre cayó al suelo se golpeó la cabeza y murió. Las autoridades determinaron que la muerte de William Wolfe fue accidental y en defensa propia por lo que Jacob quedó absuelto de cualquier cargo. Sin embargo la culpa y la pena atormentaban a Jacob, y un día decidió irse y no volver más pensando que sus hermanos estarían mejor sin él. En la distancia ha estado pendiente de todos sus hermanos y de sus idas y venidas. Ha creado una empresa de arquitectura y diseño que ha triunfado en todo el mundo pero a sus 39 años tenía algo pendiente y era volver a reunir a todos sus hermanos.

Las autoridades han declarado como ruinoso el estado de la mansión Wolfe y Jacob como propietario de la mansión decide que la va a restaurar para venderla. En estos últimos meses ha visto a todos sus hermanos y con todos se ha reconciliado o por lo menos ha mantenido algunas charlas en lo que ha tratado de ser unas disculpas por haberse marchado de la forma en que lo hizo. Va y viene a la mansión para supervisar las obras y alguna noche se queda a dormir si se le hace tarde. Un día oye ruidos fuera de la casa y descubre a Molly, la hija del jardinero.

Molly siempre ha vivido en una casita dentro de la finca de los Wolfe. Su padre fue durante treinta años el jardinero de la mansión y aunque en los últimos años nadie se encargó de él ni de pagarle, ellos siguieron viviendo allí pues su padre sufrió alzheimer y Molly no creyó conveniente cambiarlo de casa. Finalmente su padre murió seis meses atrás y tras años de estar cuidándolo, decidió irse de viaje por Italia. Acaba de volver y se ha encontrado con su casita sin agua ni luz por lo que decide acercarse a la mansión y allí se encuentra con Jacob, el hijo pródigo de los Wolfe...

En cuanto se encuentran Molly y Jacob saltan chispas pero no de deseo sino de antipatía entre los dos. Molly le acusa de abandonar a sus hermanos y huir, y Jacob acusa a Molly de haber estado toda la vida a la sombra de la mansión Wolfe. Al final Jacob la contrata como paisajista de los jardines de la mansión a cambio de que siga viviendo en la casita del jardinero. Eso les obliga a trabajar juntos y a seguir viéndose. Poco a poco esa antipatía se convierte en amistad y después en amor. La historia entre ellos es muy bonita y romántica. Tanto Jacob como Molly tratan de negar lo que sienten el uno por el otro, Jacob arrastra muchos demonios y con la dulzura y ternura de Molly los irá superando. El final es precioso, una declaración de amor super romántica.

Ya que es el final de la serie, aprovecho para decir que en todos los libros las diferentes autoras han tratado con mucho tacto algo tan terrible como son los maltratos infantiles y las secuelas que ha marcado a cada uno de esos niños.

Valoración: 4 / 5

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