Juliana Gray - Una dama nunca miente

Valoración:

Crítica realizada por Anasy

SINOPSIS:

1890. Tres damas londinenses deciden pasar un año en un castillo de la Toscana, donde descubren a tres caballeros con un plan idéntico.

Lady Alexandra Morley tiene sus motivos para abandonar Londres durante un año y retirarse a un castillo en la campiña italiana. La acompañarán en su viaje su hermana menor Abigail, a punto de convertirse en una solterona, y su prima Lilibeth y su hijito, huyendo de la brutalidad de su marido. Las tres damas tienen la intención de leer a los escritores clásicos, para demostrarse a si mismas que las mujeres también pueden dedicarse al estudio serio.

Entretanto, el respetado científico Phineas Burke visita al duque de Wallingford y a su hermano Lord Roland en su residencia londinense con una sorprendente proposición. Ha leido en el Times que un noble italiano debe abandonar sus posesiones durante un año y que ofrece en alquiler su castillo al respetable viajero que esté interesado en instalarse allí. Burke, que necesita unos meses para probar el prototipo eléctrico con el que pretende participar en una carrera de vehículos a motor que se celebrará en Roma, conoce mejor que nadie la merecida fama de calaveras de los dos hermanos y también el lamentable estado de sus finanzas. Por ello les propone correr con los gastos de la estancia, a cambio de que lo acompañen durante doce meses de abstinencia y reposo, lejos de las mujeres.

Una carambola del destino o quizás los duendecillos que merodean por las inmediaciones del castillo, unidos a la magia romántica del paisaje italiano desbaratarán los estrictos planes de los seis viajeros, cuando la chispa del amor prenda entre Lady Alexandra y Phineas Burke.

OPINIÓN:

Este es un libro que me llamó la atención desde el momento en que lo vi en la lista de novedades, siendo una autora nueva y desconocida no me daba mucha confianza, pero al final resultó ser un acierto que me ha hecho pasar un buen rato.

La viuda lady Alexandra Morley,  su hermana Abigail y su prima Lady Somerton alquilan un castillo en la toscana para vivir en el durante un año, esa misma idea la tiene el inventor Phineas Burke, Finn, que arrastra a sus amigos el duque de Wallingford y a su hermano Lord Roland al mismo castillo de la Toscana. Como es de suponer ni lady Alexandra ni el señor Burke son conscientes de estar arrendando el mismo castillo, por lo que la sorpresa será doble para esta panda de ciudadanos ingleses que para empeorar las cosas hacen una apuesta para ver quien logra quedarse en el castillo, los hombres o las mujeres.

Alexandra es la viuda de un marqués, la viuda sin un céntimo de un marqués anciano con el que casó para conseguir una buena posición. Es conocida por su frivolidad, su asistencia a todos los bailes y por ser una de las damas más famosas de las altas esferas.  Pero Alexandra ahora está en un aprieto , sin apenas dinero no pude sostener su vida en Londres, no puede garantizarle una dote o un futuro a su hermana que ya está entrando peligrosamente en una edad donde se la considera una solterona, y cree que retirarse un año a la Toscana la ayudará a pasar un año lejos de los lujos y un estilo de vida que ya no puede tener, y tal vez en ese tiempo la inversión que la dejó sin dinero, prospere. Pero otro de los motivos importantes para marcharse de Inglaterra es alejar a su prima Lady Somert y su hijito, de las garras de Lord Somert.

Phineas por su parte es un gran y prestigioso miembro de la Royal Society , un gran inventor que trabaja en un nuevo proyecto, coches sin caballos, además su máquina tiene que estar lista para una carrera que tendrá lugar en Roma al cabo de unos meses , para eso necesita tranquilidad y paz, poco ruido, ninguna distracción y cree que llevarse al disoluto duque de Wellingford y a su encantador hermano Roland a la toscana, será beneficioso para ellos.

Entre Finn y Alexandra al principio se instala una antipatía provocada por el alquiler del castillo, por la frivolidad y poca confianza que Alexandra le inspira al inventor, y Alexandra, una vez que queda claro que nadie se va a ir del castillo  piensa que tal vez las ideas de Finn como inventor, le vengan bien a su empresa, así que decide pasar más tiempo con Finn. Lo que en un principio empieza con recelo y desconfianza, pronto se convierte en atracción y ternura, los dos se entienden, se gustan , se compenetran, se ríen y disfrutan de la compañía mutua mientras trabajan en el coche de Finn y se van conociendo realmente.

Alexandra es una mujer lista y avispada que no duda en engañar, engatusar o mentir si hace falta para sus fines, pero también es una mujer que quiere a su hermana y su prima, que aunque se casó por su posición , respetaba y sentía cariño por su marido, encuentra en Burke cosas que no sabía que deseaba,y si en principio le parecía un bruto pronto conoce al verdadero Finn, que la enamora y le hace sentir cosas que nunca antes había sentido.

Burke es un hombre metido en sus inventos, sus ideas , no es mujeriego ni disoluto, es acaudalado y desprendido, desea a Alexandra pronto, pero cuanto más la conoce, más se enamora de la mujer que le da igual ensuciarse de aceite y pasarse horas con él trabajando.

Y mientras el resto de los habitantes del castillo corren sus propias historias que nos contarán más adelante. Los diálogos entre los personajes, son ingeniosos y chispeantes, es una historia con mucho humor, con una historia sencilla pero a la vez diferente, protagonistas que gustan y te hacen pasar un buen rato mientras lees esta historia que engancha desde el principio, tal vez tiene una pega y es que hay momentos un poco lentos, pero que a mi no me han influenciado a la hora de disfrutar de esta lectura que me ha sorprendido, que me ha dejado muy buen sabor de boca  ambientada en la Toscana y en una situación, peculiar. Estoy deseando leer los otros dos libros.

Muy bueno

 


Crítica realizada por Mary Jo

 

El libro está ambientado en los finales de 1800 y principios de 1900, la era de los primeros descubrimientos científicos, cuando hombres dotados de una gran visión revolucionaban el mundo con sus ideas. Entre ellas la locomoción. La creación de los primeros vehículos a motor, que nos traería con el tiempo, el coche moderno, (que haríamos hoy en día sin nuestros coches??).

Entre esta variedad de cerebros prodigiosos nos encontramos con Phinneas Burke. Finn es un hombre que se ha creado a sí mismo, hijo bastardo de una joven irlandesa y de un aristócrata inglés, pilar de la comunidad. Finn siempre se ha sentido menos, por ser hijo bastardo, y por su metro noventa y siete de irlandés pelirrojo. Desde su época de estudiante en Cambridge le une una fuerte amistad con el duque de Wallingford y su hermano lord Roland Penhallow. Y por ello convence a sus amigos de alquilar un castillo italiano en la Toscana durante un año, tiempo en el que los aristócratas permanecerán alejados del bello sexo y dedicarán sus días al estudio y la paz. Aunque tal desvarío no es acogido con gusto, ambos hermanos acompañaran al erudito a Italia, donde este piensa poner a punto su máquina para la gran Exposición de vehículos a motor que se celebrara en Roma. Cuando llegan al lugar descubren, no solo que las piedras del castillo se mantienen en su sitio por casualidad sino que el propietario del mismo, señor Rosetti también ha alquilado el mismo y por el mismo tiempo a tres damas londinenses.

Lady Alexandra Morley, arrastra a su hermana y a su prima, a este autoimpuesto retiro toscano con la esperanza puesta en un milagro que le permita recuperar sus finanzas, menguadas hasta desaparecer, por la mala gestión del sobrino de su fallecido esposo, el cual ha invertido todo sus patrimonio, en la infame Compañía de Máquinas Mecanizadas de Manchester. Alexandra es una persona social, dama ilustre de todos los salones londinenses, viuda desde hace tiempo del marqués de Morley y mujer independiente, luchadora, y algo manipuladora, que no tarda en conspirar para que ambos contendientes, mujeres y hombres, puedan residir en el castillo durante el tiempo indicado, cada uno en una parte del mismo. Wallingford y Morley se juegan su permanencia en el castillo a una apuesta, cuáles de ellos podrán permanecer castos el mayor tiempo posible. Si la convivencia ya de por si resulta complicada, es mucho más peligrosa cuando comienza a sentir una atracción ilógica por el señor Burke, el cual no parece prestarle demasiada atención el tiempo suficiente, a menos que le surjan ruedas en los pies y un volante en la frente.

Tres hombres y tres mujeres en un desvencijado castillo toscano, la primavera, la maldición del castillo, fuertes personalidades, atracción sin límites, pasión (y no toda automovilística) accidentes y atentados, malentendidos y mucho humor, hacen de esta novela un pequeño tesoro.

Está narrada con un lenguaje florido, antiguo, que me encanta, dotado de muchos diálogos a veces tan hilarantes que me he encontrado releyéndolos una y otra vez, sin querer cambiar de página, llenos de ironía, con dobles sentidos, y cargados de mucho humor.

Los secundarios son un elenco de personalidades dispares y maravillosas, Wallingford me ha encantado, estoy deseando leer su historia, como gran duque rugiente no tiene desperdicio. Intuyo que será emparejado con la hermana de Alexandra, Abigail, cuyas apariciones me han hecho reír muy a menudo.

El hermano, Roland, aunque parece un poco bobalicón, tiene mucho por enseñar todavía. En cuanto a las damas, Lilibeth es un personaje torturado, enamorada de Lord Roland, se vio obligada a casarse con un déspota que la maltrata, es por eso que huye junto a su pequeño hijo a Italia. Al final del libro la autora nos deleita con un pequeño avance del siguiente libro de la serie, cuyos protagonistas son Roland y Lilibeth.

Y también están los habitantes del castillo, la guerra de los quesos, como la da en llamar Wallingford, entre las mujeres de la casa y los hombres del establo. Y además con sorpresa final.

Una novela muy recomendable, altamente divertida, con giros inesperados en la narración, con una trama que engancha y no te suelta hasta llegar a la palabra FIN.

Mi valoración Muy bueno.

 


Crítica realizada por Yluna

 

Me ha gustado bastante el libro.

En un principio no entendía el libro, me explico, no entendía que hubiera secundarios y no participasen, hasta que me dí cuenta que cada uno tendría sus libros. Pero aún así es dificil ver que en un libro están ocurriendo cosas y que no las conoces hasta que te leas los otros libros.

En cuanto a la historia de amor, es original y muy interesante, sobre todo porque los protagonistas son atípicos. Él es un inventor (y el tema que está estudiando me encanta) y siempre está metido en su cobertizo arreglando su coche (ains con el motor eléctrico), y cuando conoce a Alexandra y se enamora de ella, queda completamente rendido a sus pies. Ella también es fuera de lo común porque es manipuladora y una sabionda, independiente y lista, y también le interesa el tema de los motores para su fábrica. En cuanto conoce a Finn, va a por él, aunque en un principio el motivo es conseguir información sobre su trabajo, en realidad lo que quiere es estar con él. La historia de amor es muy bonita y con mucha pasión, con algunas escenas subiditas de tono que no desmerecen y que me han gustado mucho.

El libro es muy divertido y entretenido, nos salimos de los bailes en Londres y nos vamos a la Toscana. Todo transcurre en un castillo, con los protagonistas, los secundarios, el niño, las ovejas, el queso, los fantasmas y por supuesto el coche con su motor eléctrico y su bateria de plomo.

El final se desinfla un poco, el tema de la carrera no me ha gustado mucho, pero cuando aparece Daimler y Merceditas, pues me ha resultado bastante original, ya que la autora ha metido a personas reales del mundillo del motor.

En resumen, un libro recomendable.

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