Jodi Ellen Malpas - Mi hombre. Devoción

Crítica realizada por Maribel Moreno

Cuando hace años leí la trilogía Mi hombre, que fue una de las que más me gustaron, me enamoraron Jesse y Ava, y desde luego no pensé que volvería a saber de ellos. Así que cuando vi que publicaban un cuarto libro me alegré mucho, además por la sinopsis parecía diferente a lo que nos suelen ofrecer las autoras después de tres libros, la misma historia narrada por el protagonista masculino. Ya que en esta ocasión el libro también está narrado por Jesse, pero nos encontramos con que han pasado doce años desde que terminó el anterior.

La vida de Jesse y Ava no puede ser más perfecta, la pasión entre ellos no ha menguado un ápice, se quieren más si cabe y además tienen dos hijos preciosos, Jacob y Maddie, que ya tienen once años.

Todo sonríe a la pareja hasta que Ava sufre un accidente de coche que la deja en coma durante unos días, pero lo peor es que cuando Ava recupera la consciencia ha borrado de su memoria los últimos dieciséis años, ella no conoce a Jesse ni a los niños.

Para Jesse es un duro golpe, él, que es un tipo controlador y protector a tope, no puede controlar lo que le ocurre a su mujer, le asalta el miedo y la desesperación ¿qué pasará si no recupera nunca la memoria? ¿Le querrá igual? ¿Qué pasará con los recuerdos que han creado durante doce años? Todo esto atormenta a Jesse, pero tiene claro que dedicará todo el esfuerzo del que es capaz de ayudar a su mujer a ir paso a paso para adaptarse a su vida actual.

Me ha gustado muchísimo volver a encontrarme con Jesse y Ava, y aunque han evolucionado con el paso de los años, mantienen la misma esencia.

Ava tiene ya treinta y ocho años y sigue estando en su estilo, dice amén a todo lo que dice el controlador de su marido y luego hace lo que quiere, es bonito ver cómo se va enamorando de nuevo de Jesse, poco a poco, con sus acciones y su paciencia.

Jesse es mucho Jesse, a punto de cumplir los cincuenta y todo traumatizado por ello, me ha hecho reír un montón con el tema de la edad, pero también me ha emocionado mucho, sobre todo ver el amor que le profesa a Ava, la desesperación de ver cómo se desarrollan las cosas, sus miedos, sus lágrimas. He visto muchas facetas diferentes de él y todas me han encantado, pero se me ha caído la baba cuando ejerce de padre, es genial.

Secundarios, disfrutamos de algunos a los que ya conocíamos como Kate y Sam, o Drew y Raya, volvemos a saber de John, ese pedazo de hombre que siempre ha estado ahí para proteger a Jesse y los suyos. Pero como novedad tenemos a los pequeños Jacob y Maddie.

Jacob es la viva imagen de su padre, un irónico guaperas, muy protector y Maddie es como su madre, también igual que ella a la hora de exasperar a su padre.

Aunque la trama gira en torno a cómo Ava se va haciendo a su nueva vida, hay como en las anteriores entregas algo de intriga y personajes que vuelven del pasado .

La historia está narrada desde el punto de vista de Jesse casi en su totalidad, excepto unos pocos capítulos en los que la narradora es Ava.

Aunque hacía tiempo que no leía estos libros, he ido recordando a la par que Ava, ya que Jesse se encarga de ir explicándolos.

Decir que me ha gustado este libro es quedarme corta, porque me ha parecido precioso, he vuelto a amar a Jesse, me ha hecho emocionarme, llorar, y reír un montón, porque desde luego es todo un personaje. Pero hay que destacar que la novela tiene momentos muy emotivos y bonitos, de hecho hacia el final un capítulo en el que participa toda la familia, van todos a una y es sublime, especial, o el epílogo igual de bonito.

Devoción es una historia tierna, divertida, aunque en ocasiones dura, que me ha hecho sentir mariposas en el estómago recordando los buenos y malos momentos de Jesse y Ava, y viviendo los nuevos. Me ha encantado ver la evolución de Jesse, que aunque todavía parece un niño grande, se ha convertido en un estupendo marido y en todo un padrazo.

Sin duda alguna, una novela que recomiendo a las que en su día ya se enamoraron de Jesse.

Mi valoración 5/5