Evangeline Collins - El acompañante

Valoración:

Crítica realizada por Melisma

1º Libro de la serie Los placeres del pecado

Su trabajo era complacerla. No robarle el corazón.

En la campiña escocesa de Selkirk, Lady Isabella Stirling reside en Bowhill Park, cumpliendo penitencia por un pecado que casi arruinó a su familia. Durante cinco años ha estado condenada a un matrimonio sin amor y confinada en una finca donde lo más que hace es ocuparse de su jardín de rosas. Con un marido ausente durante meses y pocas visitas, Bella vive una solitaria existencia, negando las pasiones que le queman el alma.

Es entonces cuando su prima va a visitarla y le hace una escandalosa sugerencia: lo que Bella necesita es un amante. Contratar a un amante. A pesar de su necesidad, Bella se niega. Pero pronto el señor Gideon Rosedale llega y se pone a su servicio durante dos semanas. Complacida por lo que entiende como un flirteo inofensivo, Bella es vencida por la embriagadora presencia de Gideon. Y cuando por fin Bella le permite satisfacer sus deseos, descubre que ha hecho algo inconcebible: se ha enamorado.

Al ver la sinopsis de esta novela pensé que era un argumento bastante complicado. No por el hecho de que se trate de una dama en apariencia sosa y dedicada solamente a cuidar de su jardín (las sositas no me enganchan nada), y tampoco por contratar a un hombre como amante. Me pareció complicado porque entonces ¿qué iba a pasar con el marido? Pero bueno, ahí estaba la intriga y además me hacía gracia que se trata de una mujer que contrata los servicios de un caballero y no al revés, como pasa casi siempre.

Isabella no es una protagonista insípida, aunque tampoco se trata de una con muchos redaños; es una mujer que tiene sus sueños y que por haber cometido una equivocación en el pasado, se ve obligada a recluirse. Es hermosa e inteligente, tiene unos hermanos a los que quiere, aunque no la visitan y un marido que es un buen partido, pero no se siente feliz, no cuando ha tenido que casarse obligada por las circunstancias. Años de sentirse echada a un lado como algo sin valor, de sufrir humillaciones y desprecios, de aislamiento de todo lo que ama, han hecho de ella una persona a la que parece no importarle la vida. En Escocia se siente sola y abatida. Su única alegría es una prima que juega un importante papel en todo lo que acaece: Esmé.

Esmé, la prima de Isabella, es el artífice de todo cuanto sucede después. Viendo la apatía en la que vive la muchacha y las continuas ausencias de su desagradable esposo, hace una sugerencia que a ella le hace pensar que está loca de atar: tener un amante.

Que un hombre, en ese tiempo (y ahora) tuviera una amante a la que se pagaba y hacía regalos costosos, era algo tan habitual como ir a las carreras. Pero que una mujer se atreviera a hacer lo mismo, era harina de otro costal. Sí, ya sabemos que las damas tenían también sus flirteos y que la que más y la que menos engañaba al marido, sobre todo cuando era un hombre mayor por el que no podían sentir amor. Pero un amante, daba impulso a la novela, sobre todo por la frialdad con que se le plantea el asunto a la protagonista.

A partir de ahí, Isabella empieza a fantasear con volver a sentirse amada, deseada, mimada. Su esposo nunca está y cuando aparece es sólo para humillarla. Pero duda, porque piensa que sus sentimientos han muerto y están tan enterrados como su vida en aquella casa. Se niega a seguir el consejo de su prima, sin embargo ella, apenas regresa a Londres, contrata los servicios de Gideon Rosedale.

Encontramos a un protagonista guapo, seguro de sí mismo y muy sexy. Gideon sabe el modo de tratar a las mujeres, para él son como estrellas en el firmamento, todas merecen ser mimadas, y él se distingue por saber dar placer a la que se lo pide. La idea del prostituto tomaba realidad. Porque es eso, un gigoló que vende sus favores y caricias a las mujeres, que les da lo que necesitan, que las hace sentirse preciosas. Por supuesto, sus sentimientos son fríos y no se mezclan con los negocios. Se ha criado en un burdel, su madre se dedicaba al oficio más antiguo del mundo y desconoce quién es su padre; lo tiene todo para dedicarse a un trabajo que le va como anillo al dedo.

La propuesta que le hace Esmé no pasa de ser un trabajo más: pasar un par de semanas en Bowhill Park y hacer la vida agradable a una mujer. Está acostumbrado a vender su tiempo y arrumacos a mujeres adineradas, a veces feas, a veces estúpidas. Por eso, cuando conocer a Isabella, se pregunta cómo es posible que una mujer como ella hermosa, educada e inteligente, necesite comprar sus favores.

En este libro, la autora va desgranando cada caricia, cada sonrisa, ahora un gesto amable, ahora un roce. Con maestría, encamina a la protagonista hacia el enamoramiento a pesar de saber que todos los halagos no son más que parte de lo han acordado, que no son sinceros. Isabella no puede remediar sentirse subyugada por Gideon, sin saber que a él le está pasando otro tanto.

Me ha entusiasmado el modo de contarnos lo que siente cada uno. No se trata de sentirse atraído hacia la otra persona porque sea hermosa, sino de descubrir su alma y enamorarse de ella.

Los secundarios van a tener su propia historia seguramente porque en esta novela se entremezclan dejando ese punto de intriga por saber qué les sucederá a ellos. Las escenas romántica son calentitas y bastante claras, quiero que conste para las lectoras a las que ese tipo de escenas les resultan desagradables.

Una historia de la que me ha gustado el período, las descripciones, los personajes y la trama.

Algo malo tengo que poner de todas maneras y es que a mi modo de entender, la autora podía haberse extendido más en la vida de Gideon, hacernos conocer más sus debilidades. Creo que no le ha sacado todo el partido que podía darle este personaje. Tampoco nos aclara mucho qué es lo que pasa con los hermanos de Isabella y el motivo por el que la han abandonado y no van a visitarla nunca. Si en efecto van a formar parte de otras historias que vengan después, me parece un punto importante.

Bastante entretenida. Un 3,5 sobre 5 por esos fallos.

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Crítica realizada por Irdala

Lady Isabela acepta casarse con lord Stirlig para evitar un escándalo que arruinaría la reputación de su familia. Forzada a vivir un matrimonio sin amor y confinada en una hacienda de la campiña escocesa, Bella lleva una solitaria existencia. Pero un día recibe la visita de su prima, y ésta le sugiere que se busque un amante que apacigüe las pasiones que arden en el fondo de su ser. Bella se niega, hasta que aparece Gideon Rosedale, el hombre más sexy y atractivo que ha visto jamás, y le dice que estará a su servicio durante dos semanas.

Pero lo que tenía que ser un coqueteo inocente se convierte en un juego peligroso cuando Bella se da cuenta de que se ha enamorado perdidamente de Gideon


Yo no sé si voy a ser capaz de hacer la crítica de este libro. Voy a intentar contaros un poco de que va porque, desde mi punto de vista, la sinopsis se queda muy coja.

Han pasado unos pocos meses desde que Bella y sus hermanos han perdido a sus padres. Phillip, el mayor, tiene sólo 20 años y es ahora el nuevo conde de Mayburn. Se enfrenta a un condado con bastantes deudas y al cuidado de sus cuatro hermanos. Es importante que Bella, la mayor de las chicas, haga un buen matrimonio para obtener, con el enlace, algunos ingresos. Pero Isabella tiene curiosidad por conocer qué placeres se esconden tras las relaciones entre hombres y mujeres después de que un atractivo mozo de cuadra le haya susurrado unas ardientes palabras.

Cuando vuelve de una de las fiestas de su primera temporada, se acerca a los establos para verse con el hombre que ha provocado su estado de agitación. Cuando apenas ha compartido con él un par de apasionados besos y unos pocos toqueteos, aparece Phillip.

A los pocos días, el conde de Mayburn ha concertado un matrimonio para Bella. La relación entre Bella y Phillip que siempre había sido excelente, se ha deteriorado de tal manera que, ella, convencida de que ha fallado a su hermano y con su comportamiento, a toda la familia, acepta sin una queja. El matrimonio se celebra de inmediato.

Han pasado cinco años y desde su matrimonio Bella vive recluida en el campo, sola, sin su marido y con la única compañía de unos pocos sirvientes. No ha vuelto a saber nada de sus hermanos varones, tan solo recibe algunas misivas de sus hermanas y la ocasional visita de su prima francesa Esmé.
La tristeza y la melancolía están acabando con su juventud. Cada mucho tiempo su esposo hace acto de presencia en la casa y, durante su estancia, la vida de Bella es una agonía.

Hasta que un día su prima Esmé le propone pagar a un hombre para que la haga feliz. Bella, aunque sopesa la propuesta, se niega. Sin embargo, su prima decide regalarle 15 días con Gideon.

Gideon es un prostituto. Desde su más tierna infancia ha vivido en un burdel y siempre ha trabajado, de una u otra forma, para la dueña de la casa de citas. Cuando cumplió los 17 años, empezó a complacer a damas que solicitaban sus servicios. Es cierto que sueña con dejar el oficio pero, para ello, necesita más dinero del que ha conseguido ir ahorrando poco a poco.

Un día recibe el encargo de "hacer feliz" durante 15 días a una dama en Escocia, y hasta allí se desplaza para ejercer su profesión.

Bueno, contado así y dejando la historia en este punto, cualquiera puede figurarse que la novela va a estar plagada de escenitas calientes, posturitas interesantes y un protagonista masculino que conoce todos los trucos para satisfacer los deseos más secretos de una mujer. Quizá, contado así, aquellas que disfrutan con las novelas románticas cargaditas de sexo más o menos explícito, estén más que dispuestas a salir corriendo a por el libro. Y, quizás, contado así, quienes como yo pasan de las libros románticos donde hay más sexo que historia, ya han decidido que "El acompañante" no es para ellas y piensan dejar pasar esta novela. Pues, ¡alto ahí unas y otras! este libro encierra entre sus páginas mucho, mucho más de lo que parece.

A lo largo de mis años de lectora de este género, habré leído bastante más de 2.000 novelas románticas y, creo (mi memoria es frágil), que jamás leí una donde el protagonista fuera un prostituto. ¿Cómo demonios una novela en la que un prostituto y una dama de alta alcurnia son los protagonistas, esta historia iba a tener un final feliz? Esa fue una de las razones por las que me animé a leerla. Jamás imaginé que me iba a encontrar con una historia de amor tan bonita, con un protagonista masculino tan dulce, tan bueno, tan tierno y que se terminara enamorando de la manera que lo hace.
No supuse que más allá de las acrobacias sexuales que, sin duda, era de cajón que me iba a encontrar, hallaría un argumento sólido que hiciera creíble la historia de Bella.
Y, desde luego, ni en mis mejores sueños imaginé que, a medida que leía, miraría páginas adelante para saber que iba a suceder después, habida cuenta de que la historia, en algunos trozos, me estaba poniendo nerviosita perdida.

Por si os lo preguntáis os digo que sí, que tiene sexo y mucho, pero, en general, está tratado de manera muy elegante. A mí, ya lo sabéis porque lo he dicho montones de veces, mucha cama en las novelas románticas me sobra, y en esta también, no creáis que no, pero eso no me ha impedido disfrutar de esta historia. Una historia que considero muy buena por lo original, por la forma de escribir de la autora y porque, por una vez y desde hace ya no sé yo los meses, he encontrado una novela romántica en donde su escritora no se ha agarrado al "todo está inventado" y ha hecho algo nuevo y diferente, sin utilizar magia o fenómenos paranormales, y dentro de los parámetros de la novela romántica de toda la vida: amor, trama y final feliz.

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Crítica realizada por Kalina

Me ha gustado, es una historia de amor diferente, pero apasionante y preciosa. Para evitar un escándalo que hubiera arruinado a su familia, Lady Isabella se vio obligada a casarse. Cinco años después languidece en un apartado rincón de Escocia sin amor y olvidada por su familia, a excepción de su prima, que le propone que busque un amante y disfrute de la vida, a lo que Isabella se niega, pues todavía se siente culpable por el error cometido años atrás. Hasta que llega a su puerta un desconocido enviado por su prima como regalo, Gideon Roseadale, un hombre guapo e irresistible que será todo suyo durante dos semanas.

Lo que parece imposible pasa, e Isabella se enamora de Gideon, aunque los celos la matan, no puede evitar querer estar con él para siempre. Gideon, hombre realista sabe que la relación que quiere Isabella no tiene futuro, él es un paria que no tiene nada que ofrecer y si mucho que ocultar.

Y la historia es diferente porque los protagonistas marcan la diferencia, ella mujer casada, el prostituto, no es la primera novela que he leído con esta profesión para el protagonista, pero si es la primera donde todavía sigue ejerciendo la prostitución y ella está casada.

Me ha encantado Gideon, como renuncia a su sueño por Isabella, un hombre que no tiene nada, se queda con menos pues sabe que Isabella es un imposible, nada le puede ofrecer, solo vergüenza y pobreza, pero la protege y se enfrenta a cualquiera que la intente dañar. La transformación de Isabella con la llegada de Gideon es inmediata y lo que comienza como un coqueteo se convierte en algo más, se siente querida y deseada, haciendo que salga a la luz la pasión reprimida durante tantos años y dándole esperanza de poder hallar un poco de felicidad.. Entre los secundarios encontramos a Esme, prima de Isabella, al Sr. Porter, empleado de Esme, a la codiciosa madame del burdel y los hermanos de Isabella, que vaya hermanos, aunque al final se redimen un poco.

La novela se lee bien, es entretenida y de rápida lectura, con esta novela he descubierto a una buena autora de la que seguro leeré más novelas, así que en cuanto pueda conseguiré la segunda novela de la serie, mi valoración es buena.

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