Elizabeth Elliott - Cautiva

Valoración:

Crítica realizada por Mariam

Le conocen como el Asesino del rey.

Ni siquiera quienes frecuentan la Corte conocen su rostro, pues se dice que viste con las ropas típicas de uno de esos infieles de Tierra Santa, pero ese hombre misterioso no es otro que Dante Chiavari.

Dante ha prestado su servicio al rey Eduardo durante años; ha sido su brazo ejecutor. Ahora está a punto de acariciar algo largamente esperado: la hora de la venganza. Tras años en el exilio, por fin, regresará a Venecia y hará pagar a su tío por sus crímenes; recuperará lo que le pertenece legítimamente y les fue arrebatado.

Sin embargo, cuando está esperando el momento de embarcarse rumbo a Venecia y dejar atrás Inglaterra, recibe la visita del mago Mordecai, uno de los consejeros del rey. En nombre del monarca le requiere para una última misión, vital para el futuro de Eduardo y del propio Dante, según las misteriosas palabras de Mordecai.

Su cometido será hacerse pasar por uno de los caballeros del barón Weston y llevarse con él a Avalene de Forshay, su hija, que está comprometida con el barón Faulke Segrave.

Avalene es un trofeo muy codiciado. De ella se dice que es la única descendiente del legendario Llewellyn. Y dado que las tierras del barón -su padre- se encuentran en una posición estratégica, son codiciadas tanto por los rebeldes galeses como los nobles de confianza del rey que defienden la frontera. La amenaza de una guerra entre Gales y la Corona se respira en el aire. El rey cree que el matrimonio del barón Faulke Segrave y Avalene la propiciaría, por ello quiere impedirla a toda cosa.

Dante accede a llevar a cabo esa última misión. Y bajo la apariencia de un gallardo caballero llamado Sir Percival parte hacia el castillo de Coleway en busca de Avalene de Forshay.

Desde que quedó huérfana de madre, Avalene fue enviada a vivir al castillo de Coleway junto a sus tíos, Lord Brunor y Lady Margaret.

La primera vez Dante la ve, la coraza de frialdad que lo ha revestido durante años se resquebraja; queda embelesado por la belleza de la joven. Avalene está acostumbrada a ver caballeros, trovadores y peregrinos entrando y saliendo del castillo, pero nunca ninguno le ha provocado los sentimientos que el apuesto Sir Percival le provoca. Así, es fácil caer rendida ante él y entregarle su confianza y su corazón. Pero cuando descubre el engaño del que ha sido víctima y que Sir Percival es nada más que un disfraz y ella un peón en su manos ya no sabe en quién confiar: Sir Percival... es decir, el asesino del rey, o su prometido el barón Faulke Segrave.

Cuando llevas muchos años esperando leer una novela y, por fin, la tienes en tus manos probablemente la comienzas dividida entre la expectación y el recelo. Y te preguntas, ¿logrará cumplir mis expectativas?

Eso es lo que me ha sucedido con The dark knight. Ansiaba tanto leerla que una parte de mí recelaba. Lo cierto es que tal vez no ha resultado la novela que esperaba, lo reconozco, pero puede incluso sea mejor.

Creo que, sin duda, uno de los mayores atractivos de esta novela recae en Dante Chiavari, su protagonista, al que conocimos en Encadenados como a un frío y letal asesino.

Confieso que uno de mis mayores temores era que el oscuro e impenitente Dante Chiavari se convirtiera en un personaje débil o irreconocible al enamorarse. Vamos en un tierno corderito. Después de todo fue el aura de peligro y pecado que lo rodeaba lo que atraía tan poderosamente de él. ¿Pero qué sucede cuando un personaje así se convierte en el protagonista de una novela? Debe ser un héroe, ¿no? O eso es lo que se espera. ¿Pero como puede serlo Dante sin perder eso que lo hizo tan atractivo?

Me ha encantado como Elizabeth Elliott ha tejido con puntadas limpias y precisas el tapiz del que Dante es una de las figuras más importantes que se nos describe. Y como poco a poco ese hombre, oscuro y misterioso, cae bajo la que ve una gran debilidad: el amor. No es que Dante hubiera renunciado, ni mucho menos, a la idea del matrimonio. Al contrario, ahora que está a punto de recuperar su herencia, su título y su herencia, planea casarse con una joven italiana y tener un heredero. ¿Pero dónde encaja en sus planes esa joven dama, con sangre inglesa y galesa, inquisitiva y curiosa? ¿Puede encajar si, llegado el caso, el rey le ordenara que la matara? Si así sucediera... ¿qué haría?

Estos son algunos de los interrogantes, en mi opinión apasionantes, que se entrelazan en la fría mente de Dante mientras lleva a cabo la que será su última misión para el rey Eduardo. Deberían ser flecos sin "importancia" a resolver antes de partir a Venecia. Pero el viaje desde el castillo de Coleway a Londres y hasta la Corte, se convierte en trayecto plagado de aventuras, persecuciones y trampas.

Aunque han transcurrido varios años desde que Elizabeth Elliott escribió las tres anteriores novelas relacionadas con The dark knight, no he notado mucha diferencia en el estilo de la autora. Quiero decir que sí lo hay, creo que es una historia más madura, más complicada pero enlaza perfectamente con Encadenados. Han transcurrido varios años entre una historia y otra.

The dark knight me ha parecido una novela maravillosamente desarrollada, ambientada con tal maestría y rigor que no sólo sabes que estás leyendo una historia de amor, sino una novela medieval creíble. Sin excederse con explicaciones históricas de ésas que te aburren, simplemente sumergiendo a sus personajes en esa época histórica a través de sus aventuras, vives a través de las páginas de la novela una lectura apasionante.

Me ha encantado el comienzo de cada capítulo: encabezado por una profecía del mago Mordecai.

Me ha sorprendido el tono divertido y el sentido del humor con que la autora ha caracterizado esta historia. Lo hace especialmente a través del personaje de Avalene de Forshay que, por buscar una similitud, me ha recordado el carácter entrañable y peculiar de las protagonistas de Julie Garwood. Pero en honor a la verdad, creo que The dark knight es una novela más rica en ambientación histórica, hasta tal punto en que los personajes no son creíbles si no es ese entorno que la autora crea. Es decir que la trama histórica no es un mero aderezo en el libro, es vital.

Y Dante. ¿Qué puedo decir de Dante Chiavari sin desvelar demasiado?

Tal vez no sea el héroe romántico clásico, a pesar de que en las novelas románticas medievales estamos habituadas a leer sobre caballeros que empuñan sus espadas como forma de ganarse la vida. De algún modo Dante también es así. Pero se nos describe como un asesino frío y sin escrúpulos, maestro del disfraz, de matar con venenos, espadas o las manos desnudas, tanto da.

Leer una novela en la que el protagonista no es el típico héroe romántico ha sido refrescante. Pero en mi opinión es una de las peculiaridades que hacen diferentes las novelas de Elizabeth Elliott. Novelas que, como The dark knight, dejan patente una gran pasión por las novelas de caballerías. Novelas que te envuelven en los claros y las sombras de una época histórica que, a priori, no se presta para historias dulces precisamente.

He sido incapaz de dejar de leer hasta terminarla. Es, bajo mi punto de vista, una novela preciosa, en la que abundan las aventuras, las intrigas y las batallas. En la que no echas en falta una escena de amor inolvidable porque las tiene. En la que sus protagonistas son tan fuertes y carismáticos que parecen cobrar vida. Es, en definitiva, una lectura apasionante, romántica y, en ocasiones, incluso divertida.

Creo que The dark knight contiene muchos de los elementos que conforman una gran historia romántica medieval: una ambientación cuidada y realista sin ser recargada, unos protagonistas fuertes y carismáticos, intrigas cortesanas, traiciones, pactos y aventuras. Todo esto junto a un toque mágico y místico da como resultado esta preciosa historia de amor.

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