Delilah Marvelle - Siempre un caballero

Crítica realizada por Luciago

No conocía a esta autora, pero, desde luego, tengo claro que me estaba perdiendo algo realmente interesante. La verdad es que no suelo leer muchos Harlequines, pero a partir de este momento el nombre de Delilah Marvelle no va a faltar en mis estanterías.

Lo primero que me ha gustado de este libro ha sido la sinopsis, ya que no había leído nada de un aristócrata que fuera boxeador, y como siempre ando buscando lecturas novedosas, me atrajo inmediatamente. Cuando empecé el primer capítulo, me llamó mucho la atención las introducciones de fragmentos de la obra Boxiana o Bocetos del antiguo y moderno pugilismo, del señor P. Egan de 1823, y, por lo que nos dice la escritora, lo mucho que ha investigado sobre el tema, ya me predispuso para leer una novela perfectamente ambientada en este tema. Lo que ha sido.

Es una historia en la cual, siendo el boxeo un tema importante, la relación de esta pareja Nathaniel e Imogene, es verdaderamente primordial. Su unión es lo que les ayuda en la consecución de su sanación, tanto espiritual como física.

La trama empieza con un prólogo en la ciudad de Nueva York, donde Nathaniel es un niño de diez años que permanece en un sótano, donde ha sido ocultado después de su rapto. Diez años después, es un boxeador de las calles a puño pelado y su nombre es Coleman. Vuelve, por circunstancias a su país, Inglaterra y se asocia con Imogene y su hermano para intentar ganar el campeonato de Inglaterra de boxeo. Para ello firman un contrato con unas condiciones. Imogene es la que pone el dinero y pide la condición de que se case con ella porque no se fía de él. Permanecerán juntos cuatro meses, hasta que consiga el título de campeón y luego cada uno se irá con la mitad del dinero y seguirá con su vida.

Decir que me ha gustado, es poco. Me ha encantado. La novela está escrita con una prosa ágil, sencilla y amena, la cual te va introduciendo en una historia apasionante que te engancha desde las primeras páginas.

Nathaniel es un protagonista que te enamora desde el principio, con su aspecto brutal al principio, su forma de hablar barriobajera y su pasar de todo. Pero tiene un trasfondo de bondad en todo lo que emprende, primero en Nueva York con su cruzada en defensa de los niños y luego cuando conoce a Imogene, en su trato con ella y en su lucha interior por no entregarle su corazón. Una cruzada en la cual fracasa porque Imogene, desde el principio, le entrega el inmenso corazón que tiene a su disposición.

Ella es una niña que también ha sufrido mucho, maltratada por una antigua ama que tuvo, y protegida desde entonces por su hermano. Es muy inocente, pero desde que lo conoce a él, ve más allá de esa coraza de chulo que muestra al mundo y decide que merece que lo quieran más que nadie, y es ella la que se va a entregar primero, cosa que a él lo desarma completamente.

El cambio que operan los dos protagonistas es muy hermoso de ir comprobando conforme vas pasando las páginas de esta preciosa historia. Así como vas leyendo la evolución del programa para la preparación del combate final del campeonato de Inglaterra, y a la vez la inclusión y recuperación del lugar que Nathaniel debe ocupar en la sociedad, aquel que su horrible padre le quitó.

La intriga está muy bien llevada, ya que no sabemos cuál es el secreto que oculta el protagonista hasta las páginas finales, y eso también es un aliciente para no querer dejar la lectura.

Hay también varios personajes que me han gustado mucho, pero el principal es el hermano de Imogene. Todos son importantes para la narración, aunque ya he dicho que lo importante es la pareja protagonista y su relación, ¡preciosa!

Una bonita historia bien ambientada en el mundo del boxeo, llena de dulzura, ternura, sensualidad, con intriga, muy bien hilvanada y que va creciendo en intensidad y aumenta la curiosidad según pasas los capítulos. Lo recomiendo.