Bridget Asher - Secretos en la Provenza

Crítica realizada por Sara

Heidi, con el corazón roto por la muerte de su marido, viaja con Abbott, su hijo obsesivo compulsivo de siete años y Charlotte, su sobrina adolescente, al pueblecito de Puyloubier, en el sur de Francia, donde una ruinosa casa de piedra cura los corazones rotos desde antes de la Segunda Guerra Mundial.

Henry, el marido y gran amor de Heidi, murió una mañana en accidente de tráfico, y desde hace dos años ella arrastra su duelo como puede, sin vivir, solo viendo pasar la vida pero sin formar parte de ella. Junto son su hijo de siete años ha formado una especie de museo del dolor en su casa, y los dos sienten eso como su refugio.Heidi se ha cerrado a sentir cualquier tipo de sentimiento, ni siquiera se deja sentir el placer por la comida ó los pasteles que al fin y al cabo es su forma de vida, puesto que es dueña de La Pastelería, pero que desde hace dos años la lleva una socia, y Heidi no aparece por allí casi nunca. Hasta que en día en plena boda de Ellisyus, hermana de Heidi ésta se dá cuenta que tiene que hacer cambios en su vida para darle a su hijo y a ella misma una nueva oportunidad de formar parte de las cosas, y no ser meros espectadores.

La madre de Heidi de origen francés, le propone que se vaya a la Provenza a una casa de campo que ha pertenecido a su familia desde hace generaciones, donde todas las mujeres han podido recomponer sus corazones rotos; con la excusa de un incendio que ha habido en la cocina de la casa, y el tener que restaurarla, Heidi se deja convencer para hacer este viaje junto con su hijo y su sobrina adolescente Charlotte, hija de Daniel marido de su hermana.

Heidi recuerda los veranos de su niñez en dicha casa y les cuenta historias ocurridas a ella y a su hermana cuando jugaban con los hermanos Pascal y Julien vecinos , e hijos de Veronique amiga intima de su madre.

Ese verano en la Provenza abrirá de nuevo el corazón de todos los habitantes de la casa, y se decubriran secretos guardados durante mucho tiempo y algun secreto nuevo que es mejor que salga a la luz cuanto antes para empezar a curar heridas nunca cerradas.

Se dá la circunstancia que Julien está viviendo unos dias en casa de Veronique, ayudandola en el Hostal que regenta, ya que lleva una pierna escayolada; y al mismo tiempo Julien está en tramites de divorcio de su mujer Patricia, y necesita el consuelo de su madre y de los lugares de su niñez.

Entonces vuelven a encontrarse Heidi y Julien, ; ahora han dejado de ser niños, y como personas adultas que son llevan un bagage de penas que intentan curarse el uno al otro. Entre los dos hacen un test para ver quien es el más desgraciado y lo que descubren es que siguen vivos, y con esperanza de un nuevo futuro.

Este es un libro que si no lo hubiera leido, me habría perdido la exploración de sentidos que siempre he creido que solo son capaces de experimentar los franceses. Heidi por parte de madre lleva sangre francesa, y entiende perfectamente la manera de pensar , hablar y vivir de los franceses. Antes de que llegara a la Provenza, yo me decia: esto va a ser interesante, una norteamericana viviendo como una francesa; pero la adaptación es inmediata, y es por todo lo que les enseñaba su madre y los veranos vividos alli cuando eran pequeñas.

Es un libro lleno de nostalgia, por los dias vividos junto a Henry y que por mucho que lo deseen nunca volveran. Tristeza por el gran amor perdido. Cuando uno encuentra a su perfecta pareja y la pierde, resulta más dificil sanar tu mente , tu cuerpo , y tu espiritu. Pero al mismo tiempo es un libro de segundas oportunidades, y de nuevas esperanzas.

Mi valoración 4/5

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Crítica realizada por Anasy

Secretos en la Provenza es un libro que me llamó la atención desde que salió publicado, tengo que reconocer que lo que más me llamaba era el título y la portada. Finalmente me decidí a leerlo, y aunque no es una mala historia, me ha decepcionado mucho.

Heidi lleva dos años viuda, tiene un niño de ocho años, Abbot, que tiene fobia a los microbios. Su marido Henry y ella se amaban con locura, cuando este muere en un accidente de tráfico Heidi se queda totalmente desamparada y a la deriva. Durante esos dos años se mantiene con vida pero a duras pena. Pierde las cosas, apenas atiende su negocio y es un desastre en todo , mientras las fobias y preocupaciones de su hijo se acentúan.

Durante su infancia Heidi acompañaba a su madre y a su hermana a la Provenza francesa de donde provienen sus antepasados. Allí pasaban juntas el verano en la casa de su madre, jugando con los niños de la casa de al lado.

En vista de que Heidi sigue perdida desde la muerte de Henry, su madre la anima a irse a la Provenza aprovechando que hay que reparar la casa. Finalmente y un poco de mala gana, Heidi, Abbot y Charlotte, su sobrina de dieciséis años, parten rumbo a Francia para pasar un verano y encontrarse a si mismos.

La casa de la Provenza tiene muchas historias, historias de amor y corazones rotos que se recuperan, pequeños milagros a lo largo de los años y las décadas. Allí tanto Heidi, como Abbott y Charlotte intentarán superar sus miedos y sus temores acompañados de Julien, uno de los niños con los que Heidi jugaba de pequeña y que también necesita recuperarse de algunas heridas.

Al tiempo que nos narra lo que siente Heidi en primera persona, también nos va relatando la Provenza, sus casas, pueblos, su vida pacífica, sus costumbres y su comida, lo diferente que es todo de su américa natal.

El libro en si, es una historia sencilla, tal vez un poco lenta, pero una bonita historia de alguien que pierde a la persona que más ama, su ancla en la vida y su seguridad, y que no da encontrado su sitio ahora que este falta. Pero para mi tiene un gran fallo, y es Heidi. Su matrimonio con Henry era totalmente dependiente el uno del otro hasta el punto de que se me hizo muy pastelosa. Heidi está obsesionada con Henry, todo el libro es Henry esto, Henry lo otro, Henry pensaría, Henry diría, si Henry estuviera... Henry, Henry, Henry. Llegó un punto que en me salía el dichoso difunto por las orejas. Comprendo que se amaban con locura, que eran una pareja perfecta con una vida sencilla pero buena, pero Heidi me ha parecido una niña que ha perdido a su padre y no sabe como cruzar la calle, hasta el punto de que su hijo de ocho años me parece más maduro y fuerte que ella pese a sus fobias y miedos.

Los secundarios me han gustado, desde Julien y su madre, hasta Charlotte con su propia historia, Abbot un niño sensible y complejo, y muchos más que salen a lo largo del libro, como la madre de Heidi y la historia que también esconde.

En general es un libro , en mi opinión, pasable, sin sobresaltos y sencillo, pero con una protagonista que me ha resultado un poco cansina y agotadora.