Barbara Metzger - As de Corazones

Primer libro de la trilogía.

Alexander Ace Endicott, conde de Carde, necesitaba una esposa que le proporcionara herederos para su condado, pero lo que jamás imaginó es que llegaría a prometerse con tres mujeres distintas casi al mismo tiempo. Por eso se vio obligado a hacer lo que cualquier conde respetable haría en su lugar: huir.
Es ahí cuando decide que es el momento de llevar a cabo la última voluntad de su padre: él y su hermano Jack le prometieron encontrar a su hermanastra, perdida mucho tiempo atrás. Pero esa búsqueda lo llevará hasta Nell, cuya delicada belleza suscitará su interés. Y cuando descubra que ella le corresponde, se verá obligado a calcular si dos amantes que no casan pueden formar una pareja ganadora.

Empezaré diciendo que cuando comencé la lectura de esta novela me entusiasmó el estilo y la ingeniosa capacidad de la autora para narrar la historia. Hubo momentos que me hicieron sonreír los ejemplos y las frases que utiliza para describir comportamientos y situaciones.
A medida que iba avanzando la novela e iban apareciendo personajes y las descripciones y los papeles de cada uno en la trama se enhebraban con la forma de contar la historia que tiene la autora, la novela -aunque ya pintaba lenta- me estaba gustando. Sin embargo, según iba avanzando la historia, me iba cansando. Me cansé de las gracias de la escritora, me cansé de los cientos de personajes rocambolescos, me cansé de pasar páginas en las que lo más interesante que pasaba era que la señora Metzger escribe bien, me cansé de pasar de capítulo y encontrarme más de lo mismo... Me cansé de todo.

Pareciera que la autora estuviera escribiendo el guión de una comedia de enredo y no un libro. Tal vez si todo lo que sucede en la historia lo estuviera viendo en una peli de época, me habría reído a mandíbula batiente, pero leer y leer y leer y leer páginas y más páginas de acontecimientos "graciosos" a mí ha terminado por resultarme harto pesado.

La relación de la pareja protagonista me ha parecido sosa y aburrida y no porque su creadora no se haya empeñado en meter montones de golpes de humor, pero es que esta historia de amor es plana y yo  siento que se enamoran solamente porque lo dice la escritora, pero no lo veo.

Los montones de personajes que aparecen en escena, incluidos un ganso, un diminuto perro, una tía sorda que lo entiende todo al revés y otra tía que habla con espíritus, y que la autora los utiliza para crear situaciones "sumamente graciosas" a mí me han parecido una soberana tontería. Porque todos ellos utilizados una sola vez me hubieran hecho esbozar unas cuantas sonrisas (una por cada gracia de cada uno), pero como personajes de aparición continua a lo largo de la novela, me han resultado cansados, pesados y más paja que trigo.

Son doscientas ochenta y una páginas que se me han hecho interminables y que con cien hubieran sido entretenidas. La historia no tiene mucho que contar y supongo que la clave está en encontrarle la gracia a las múltiples situaciones que la autora describe. Tengo la sensación de que para que esta autora te atrape tienes que tener su sentido del humor. Pues bien, yo no lo tengo... o al menos durante tanto rato.

Me ha aburrido sobremanera la virginal simpleza que tienen los protagonistas, tanto en sus diálogos como en sus personalidades. Los malos de la peli ni siquiera son tan malos, y el resto de los personajes son una mera comparsa que hacen bulto y ruido pero que no aportan nada a la historia.

Insisto en que Barbara Metzger escribe bien, pero se regodea tanto en su narración y hay tan pocas ocasiones de diálogo, que lo que empezó pareciéndome un bocado exquisito acabó por empacharme y se me indigestó.

No es un mal libro, y seguro que más de una se carcajeará y pasará un rato estupendo con los cientos de situaciones contadas con tanto humor, pero a mí no me han quedado ganas de repetir con esta autora, porque me ha resultado cargante y además no le veo la "chicha" a la historia.