• Fecha: Domingo, 03 Mayo 2020
  • Autor/a del artículo: Noemí J.

Noemí J.

woman 3435842 640Es raro esto del confinamiento. Nos metimos en casa un invierno y salimos cuando ya casi es verano. Entretanto, la primavera ha venido y casi se ha ido sin nosotras, sin tenernos en cuenta, como si no importásemos tanto cuando tan importantes nos creíamos... El tiempo pasa rápido, sí, pero el día a día sigue pesando; cada instante transcurre lánguido e interminable.

Cualquiera diría que, con tanto tiempo por delante, podríamos hacer grandes cosas. Durante las primeras semanas se acumulaban las actividades, cursos, conferencias, chats, charlas, como si tuviéramos un imperativo moral de aprovechar este paréntesis anormal para ser más y mejores. Los canales nos ofrecían sus contenidos y las editoriales sus libros gratis (¿cuántos os habéis descargado?, ¿cuántos habéis leído?). Y las librerías, cerradas, nos pedían que no las olvidáramos.

coffee 2440074 1280Habría sido el momento perfecto para acometer grandes proyectos. Imagínate ahora que tú y yo nos ponemos a leer a Tolstoi, a Joyce, a Woolf.

Sin embargo, bastante tenemos con capear el temporal y hacer frente a la amalgama de sentimientos que han ido sucediéndose de finales de febrero hasta ahora: incertidumbre, incredulidad, miedo, desánimo, hastío, enfado, ¿tal vez alivio con los primeros paseos? Mientras vemos cómo otros se desviven por luchar contra la muerte, a muchas no nos ha quedado otra que esperar sin salir de casa. Qué poco heroico, pero qué duro, ¿verdad?

No sé cómo lo llevaréis vosotras (espero de corazón que vosotras y los vuestros estéis bien). Pero con Instagram y YouTube lleno de actividades, con la agenda cultural más apretada que nunca, a mí solo me apetece zambullirme en pelis de amor, series de risa y libros de evasión. Me cuesta concentrarme y me reservo para lo importante.

woman 2722598 640El caso es que, después de rebuscar por Netflix (¿por qué cuanto más busca una menos encuentra?) y las webs de los canales, al final he terminado encontrando mi gran refugio en la lectura de novela romántica. Tampoco es que me haya sorprendido.

Aunque es verdad que no me está valiendo cualquier libro; haciendo memoria rápida, por mi parte esto es lo que hay:

Me está costando la vida leer novela contemporánea: dejé a medias otra novela de Noe Casado (no acabo de pillarle el punto a esta autora) y terminé a duras penas una de Elísabet Benavent. Sin embargo, acabé contenta con Calista Sweet y caí rendida a los pies de Nadie muere en Wellington, quizá porque la atmósfera envolvente de esa Nueva Zelanda feliz donde cualquiera puede empezar una nueva vida, intensa y despreocupada, al sol de las antípodas es lo más parecido ahora mismo que podamos encontrar a la fantasía.

Ni siquiera la novela histórica ha sido una apuesta segura. Ni La sonata sin nombre ni Niebla en Tánger (que ni siquiera sé si cuenta como novela romántica) me han llenado lo más mínimo, y eso que tenía grandes esperanzas puestas en ellas. Y, claro, al final una termina yendo a lo seguro: Las mujeres de Winchester, con el estilo rico y pausado tan característico de Tracy Chevalier y sus tramas tan humanas, ha sido un bálsamo, mientras que La mirada de la ausencia, de Ana Iturgaiz, me ha trasladado a una Bilbao interesantísima y a una época de la que solo conocía la vertiente más barojiana y aventurera. Como siempre, es una auténtica delicia dejarse llevar por la prosa de la autora vasca.

También he leído un par de novelas ambientadas en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial de Jennifer Robson (¡qué descubrimiento estupendo está siendo esta autora!). Y hace nada he terminado Los días que nos separan, de Laia Soler, que me ha encantado. Creo que después iré a por Un destino propio, de María Montesinos, cuyos libros anteriores me gustaron mucho, así que intuyo que será otra de esas apuestas seguras. Y luego están las autoras a las que vuelvo una y otra vez, pero de esas hablaremos otro día.

Se confirma así que en estos días raros necesito novela histórica. Ya sabéis, historias en la historia, protagonizadas por buenas personas. Historias de tierno amor para dormir al lado.

¿Y vosotras? ¿Os está sirviendo la lectura para sobrellevar esta situación? ¿Hay alguna novela que os haya permitido evadiros? No es tarea fácil, ¿verdad? Espero que también hayáis conseguido encontrar refugio en la lectura. ¿Alguna recomendación?

Aunque sobre todo, sobre todo, lo que me gustaría saber es que estamos todas bien. Cuidémonos mucho y leamos lo que nos llene.

Un abrazo y mucho ánimo.

 

 

Comentarios (7)

  • Eva

    21 Mayo 2020 a las 10:24 |
    Trabajo en un hospital, he pasado de tener miedo pero también esperanza, a solo sentir miedo y ansiedad. Me ha encantado tu post porque yo también iba de una serie a otra, de un libro a otro sin engancharme de verdad. Y mira que me encanta leer pero estaba tan perdida. Y justo antesdeayer llegué a vuestro post sobre las mejores novelas románticas, leí en el kindle "Corazón Comanche" y pude abstraerme de verdad y dejar de llorar. Hacía mucho tiempo que no leía romántica. Te doy la gracias por el post, y a todas vosotras por vuestros comentarios que me ha encantado leer. Tomo nota de todo lo que habéis leído y os ha gustado. Que nadie me vuelva a hablar de que la Novela Romántica no vale tanto como cualquier otra novela, que yo releeré toda mi vida a mi Austen, las Brontë, Edith Wharton... pero que hay veces que la cabeza y el corazón solo necesitan una historia increíble que te enganche y te arrastre por las páginas. Muchas gracias de verdad a todas, me siento como si me hubiera tomado un café con unas buenas amigas. Cuidaros mucho y todo mi amor a los que están sufriendo en esta pandemia.

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  • Archiduquesa

    13 Mayo 2020 a las 14:40 |
    Buenas!
    Espero que esteis todas bien. Os cuento mi experiencia pandémica:

    Al principio del confinamiento me dio por hacer todas las clases de deporte del mundo mundial a la vez que me zampaba todas las variedades de patatas fritas y chocolate habidas en el mercado. Así desfogaba la energía porque no podía parar sentada más que para teletrabajar (vaya suplicio!).
    Las siguientes semanas entré en depresión por no poder salir, empecé a leerme "Poseidón", pero paré el la primera página porque no pude soportar la muerte del abuelo Laureano (y eso que ni lo había conocido!) entre tanto fallecido por covid.
    Cambié a Minstel Valley, pero no he conseguido conectar lo suficiente con esta serie fuera ni dentro de la pandemia a pesar de encantarme muchas de sus autoras,
    Hice un inciso en la lectura y me apunté a todos los webinarios habidos y por haber sobre trata de personas con fines de explotación laboral y sexual (soy trabajadora social).
    EN el interín cogimos el coronavirus de manera muy leve tanto mi marido como yo (él es médico) y pasaba el día buscando síntomas de muerte segura, jeje.

    Me he acostumbrado a trabajar en casa y siento mi hogar como un refugio seguro del que no quiero salir ni aún sabiendo que ya no me puedo contagiar.

    Finalmente, me he vuelto a centrar en la lectura de mano de mi infalibles Eleanor Rigby y J de la Rosa. Ya he vuelto a recuperar mi capacidad de concentración y lectura, y hasta me he acostumbrado al teletrabajo y todo. Si es que a todo se acostumbra una!!!

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  • Anne

    06 Mayo 2020 a las 22:03 |
    Cuando empezó el confinamiento, yo pensaba que me iba a dar tiempo a terminar con todos los libros y todas las series pendientes del mundo mundial... Así que me puse a organizar y ordenar mi biblioteca, porque estaba hecha un desastre.
    Al terminar, elegí el primer título que me llamó la atención, pero lo dejé, porque no me podía concentrar. Y con el siguiente me pasó lo mismo.
    Me cambié a las series, pero ninguna me llamaba la atención.

    He tardado un mes, pero he recuperado mi capacidad de concentración, y, con ella, poder disfrutar el tiempo revisitando Outlander (me encanta la primera temporada) y poniéndome al día con El Ministerio del Tiempo.
    Además, en cuando a lecturas, ahora estoy con Lorraine Heath (casualidad), y tengo a la cola a Monica McCarthy y Julia London, todos históricos, por supuesto.

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  • Rocío DC

    05 Mayo 2020 a las 22:50 |
    Gracias por tu artículo Noemí. Imagino que en estas semanas que estamos viviendo hemos ido por fases. Yo al menos lo he hecho. Centrándome en el tema lectura si que he leído mucho. Los primeros días me costaba un poco concentrarme pero una vez cogido el ritmo e iba adaptándome en la nueva rutina he disfrutado leyendo. Al contrario que a ti si he intentado leer novelas mas bien ligeras, comedias sobre todo y han caído varias historias cortas. No me apetecía dramas ni historias con demasiada información, por así decirlo.
    Así que he acabado muy contenta con lo que he leído.
    En series también he tenido un poco de todo jeje aunque en menor cantidad.
    Ahora he empezado a trabajar y el ritmo de lectura se reduce muchísimo, y ya lo estoy echando de menos. Pero hay que volver a coger el ritmo habitual de todo. Espero que sea pronto y todos volvamos a la normalidad ;-)

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  • crishi

    04 Mayo 2020 a las 22:02 |
    Ahora todo se hace muy difícil. No estoy al 100% pero mi amor por la lectura, las películas y las series palía en parte esta pesadilla. Es verdad que cuesta mucho concentrarse, pero si la lectura se ajusta a mis necesidades y disfruto con lo que leo, llega un punto en que consigo abstraerme. En estos momentos, yo también me siento mejor leyendo romance histórico en plan liviano (otra cosa que no fuera género romántico no me enteraría de nada). Aprovechando la cuarentena me he puesto al día con novelas que tenía atrasadas de autoras como Lorraine Heath, Susan E. Phillips, Laura Lee Gurhke... Justo estoy leyendo Un destino propio de María Montesinos y la verdad es que me está gustando mucho su ambientación, el momento histórico, las referencias que hace sobre personajes reales..., para mi gusto le falta algo más de romance pero no me importa porque me está resultando una buena historia y se me hace amena. Así que sí, disfruto de los pequeños respiros que me da la lectura y doy gracias porque toda mi familia está bien de salud.

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  • Mercedes Gallego

    04 Mayo 2020 a las 19:39 |
    Hola Noemí, te entiendo perfectamente. Lo de las series me ha hecho gracia porque prensaba que yo era la única idiota buscando y buscando y sin centrarme en nada que me entusiasmara. Como escritora he pasado una racha tremenda, no era capaz de centrarme en la novela que tenía entre manos; sin embargo, leer he leído a mogollón. Admito que también he dejado colgadas historias que no me llenaban pero he leído libros estupendos. Me he centrado casi más en la novela negra, de la que soy entusiasta, pero de romántica me he refugiado en mis ·puertos seguros" porque la mayor parte de lo que he descargado gratis de autoras que no conocía me decepcionaba enseguida. Por suerte, tenemos autor@s maravillos@s en el panorama español. Un abrazo y a seguir leyendo, con virus y sin él, con confinamiento y sin él. Un brindis por los libros!

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  • Cynthia HJ

    03 Mayo 2020 a las 12:53 |
    La verdad es que la situación es... totalmente inverosímil. Es decir, jamás me habría imaginado que pasaría algo así, a este nivel. Me siento en una película... y quiero salir de ella. Y eso que, gracias a Dios, en mi familia estamos bien (que no es poco).

    Pero sí, la lectura es mi gran aliada. Ahora, más que nunca, me ayuda a no pensar en la situación y a ser feliz mientras leo. Y, para mí, esta cuarentena me ha servido para hacerme amiga de los libros electrónicos y empezar a comprarlos, leerlos y disfrutarlos. ¡Y es muy grato!

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