• Fecha: Martes, 30 Julio 2013

girl-990602 640Clara, lectora compulsiva, alegre y pizpireta, se dirigía una mañana a la biblioteca situada a unos escasos metros de su casa. Había reservado unos libros unos días antes y le dijeron que ya estarían listos para entonces. Tenía unas ganas locas de leerlos. últimamente le apetecía mucho leer temática romántica y esos en partícular le hacían especial ilusión.

Cuando entró en el edificio se dirigió directamente a la segunda planta del mismo. La bibliotecaria, una mujer muy agradable, la reconoció en seguida y le dio la mala noticia: sus libros no estaban y lo peor es que no se sabía cuándo llegarían o si lo harían, ya que la editorial no había dado señales de vida en la Central.

Decepcionada, Clara se dirigió a los estantes de la sala en búsqueda de algún libro. No sabía qué elegir y como de romántica no veía nada nuevo se decidió por leer de nuevo "Pedro Paramo", aunque no le duraría ni un viaje de metro.

Salió de allí un poco decepcionada, pero dispuesta a realizar una lista para ir de compras al día siguiente. Tenía que mirar todo con mucho cuidado ya que desde que solo tenía un trabajo cuatro días a la semana, miraba mucho lo que gastaba y debía hacer malabares con los números.

Como siempre su página de cabecera fue su salvación, allí se informaba de todo. Novedades, lo bueno y lo malo, lo recomendado y lo que no... allí seguro que encontraría algo bueno. Se sintió tentada a entrar en una de esas páginas de descarga gratuita, en estos tiempos difíciles la tentación era muy grande, mucho. En Amazon vio un Harlquin gratis y una novela negra en oferta que le alegraron el día. La cosa marchaba.

La tarde del día siguiente se presentó soleada y Clara esperaba que ese fuera un buen augurio para sus compras. Se dirigió a una de esas grandes tiendas llenitas de libros. Al entrar se le alegró la vista. Había pasado bastante tiempo desde que no iba y lo echaba de menos. Se acercó a las estanterías casi con reverencia. Le encantaba ver los lomos de colores, oler los libros, verlos tan colocaditos con sus letras de distintos tamaños y colores.

Empezó a buscar, primero en bolsillo, pero el tamaño de algunas letras le echó para atrás. Muy pequeña. ¿Por qué la ponen así? Necesitaría una lupa. Una pena, porque podía comprar más, pero así era imposible. Fui a la sección de trade y vio uno de su lista pero no se hizo con él para seguir buscando. No vio más. Al volver por él una chica lo llevaba en las manos. Ilusa, creyó que habría más, pero resultó que en la tienda ese era el único ejemplar. ¿Cómo era posible? Una tienda como aquella, tan grande y con tanto nombre ¿adquiría sólo un ejemplar de un libro de novedades? Cada vez estaba más frustrada.

Fue a otra de las tiendas cercanas, pero tampoco tenían los que quería, según ellos aún no los había mandado la editorial. Según parece habían retrasado el lanzamiento.

Frustrada decidió volver a casa y en una pequeña calle encontró su alegría del día. En una tienda de segunda mano le sonreían dos ejemplares casi nuevos de dos de sus autoras favoritas. No se lo podía creer. Sin pesarlo pasó a la tienda y se hizo con ellos. Estaba feliz, tenía sus pequeños tesoros.

Este escrito está dedicado a todas las lectoras y escritoras "de fondo" y a mi maravilloso Rincón sin el cual no hubiera encontrado muchas de las maravillas que he leído y que llenan mis estanterías.

Artículo realizado por Kkekka

 

 

Comentarios (12)

  • Luciago

    03 Julio 2016 a las 16:23 |
    Creo que muchas de nosotras podemos identificarnos con Clara.
    A mí me ha pasado varias veces, pero otras, he vuelto del recorrido con toda mi lista completa, cosa que me ha encantado.
    Es verdad que hace ya algunos años mi poder adquisitivo era mucho mayor y, ahora eso ha cambiado sustancialmente, pero...si hay alguna novedad que me gusta mucho, soy capaz de no comer, para comprármela.
    Un artículo estupendo, gracias.

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  • Alba

    09 Septiembre 2013 a las 19:58 |
    Este articulo es muy bueno, mas que nada porque me identifico en parte, justo cuando tengo unas ganas locas de leer un libro que me interesa mucho, no lo encuentro en la biblioteca y no tengo sufuciente dinero para comprarlo.

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  • Aspasia24

    31 Julio 2013 a las 15:34 |
    ¡Hola! Casi pensaba que la protagonista del artículo era yo jejejeje. Es que hoy día poder poder comprarte un libro es toda una gesta y sia demás encuentras las novedades que quieres parece un milagro.

    Parece increible pero es cierto que cada vez llegan menos ejemplares de las novedades a las librerías o secciones de libros de grandes almacenes. Yo deduzco que han primado las compras seguras. Los best-sellers son garantías. El resto... suerte!! En mi caso gracias a las bibliotecas voy leyendo lo mío sin gastar tanto. Las novedades cada vez las compro más a través de internet. Eso sin añadir que los libros los descatalogan cada vez más pronto. Si no fuera por la segunda mano...

    Muchos ánimos para Clara.

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  • Marisema

    31 Julio 2013 a las 10:16 |
    Bueno, es que en algún gran almacén, el nuevo gestor a nivel nacional es un lumbreras y ha limitado las existencias de novedades de romántica a 3 unidades por edificio (por cuestiones de espacio). Los dependientes están que trinan, porque no pueden atender las peticiones de sus clientes habituales en lo que respecta a las autoras más vendidas.
    Yo suelo comprar por internet

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  • crishi

    30 Julio 2013 a las 21:56 |
    Pues sí. Qué quieres que te diga, hija mía. Ir a comprar un libro de romántica con la que está cayendo es toda una aventura. Una espera con toda su ilusión el último libro que se acaba de publicar de una de sus autoras favoritas y se encuentra con que no lo han recibido en la fecha de publicación, y no lo recibirán si no lo encargas. Y ni encargándolo!!! Se ponen a marearme la perdiz y al final una se enfría.
    Conclusión, que cada vez compro menos novedades y más libros de segunda mano... Eso sí, pasear por las librerías, aunque no compre, es mi deporte favorito. No veas lo bien que me lo paso y lo barato que me sale.

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  • Katon

    30 Julio 2013 a las 20:47 |
    Cris, parecía que estabas describiendo alguna de mis últimas visitas a una de esas grandes tiendas, excepto por la parte de la librería de segunda mano, donde yo vivo no hay de eso (grrrrrr). Lo peor es cuando ves un montón de libros de una nueva novela, pero el que tú quieres, el que de verdad es romántica para ti, no hay manera de encontrarlo
    Yo no encargo novelas, las compro por internet, y aun así, hay algunas novedades que tardan casi un mes. No me lo explico.
    La vista aún me aguanta y compro casi todo en bolsillo (aprovecharé hasta que me pase como a Clara)
    Un artículo lleno de humor e ironía. ¡Me ha encantado!

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  • Bona Caballero

    30 Julio 2013 a las 13:08 |
    Me siento en gran parte identificada con este artículo.
    Da lo mismo que sea una gran superficie o que sea una librería de toda la vida, justo la que a ti te interesa no está. ¡¿Cómo no van a tener este, que es un clásico y que acaban de reeditar?!
    Pues no. Pero erótica mala, y clones de erótica mala, ¡a puñáos!
    Bueno, y Nora Roberts también. Que no es una de mis favoritas.
    Como esto me pasa no sólo en romántica, sino también en el resto de libros que leo, acabo comprando el 90% por internet (incluso de segunda mano en iberlibro.com) o me lo bajo al kindle que en un minuto tengo el libro que quiero y más barato que en papel.
    Me gustaría tener una biblioteca cercana que comprara al menos las principales novedades de romántica, pero ¡ay de mi, este sub-género no merece fondos públicos!

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  • Dougless

    30 Julio 2013 a las 11:35 |
    Eso me da mucha rabia, el otro dia estuve precisamente comprando en una gran superficie y encontré un libro que quería pero, por ejemplo, el de Ruth no lo tenían. Un sin sentido y es verdad que hay muy pocos ejemplares.
    Me da mucha rabia, con lo que me cuesta ahorrar y con la ilusión que voy a comprar el libor y al final la mayoría de las veces vuelvo desilusionada.

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  • rosamoni

    30 Julio 2013 a las 09:40 |
    Cris mi enhorabuena pero que bien escribes, me ha encantado tu articulo, yo creo que la mayoria o por lo menos yo me he sentido totalmente identificada, solamente me ha faltado cuando de repente encuentras el libro que quieres esa novedad que estabas esperando como agua de mayo y de repente le das la vuelta y ves el precio ... 24 euracos y dices ohhhhhh dios mio y con cara de pena, disgusto y decepcion lo tienes que volver a dejar en la estanteria porque piensas me he salido del presupuesto.
    pero vamos que tienes toda la razon. Magnifico articulo.

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  • sara

    30 Julio 2013 a las 08:32 |
    A veces voy con una gran lista a los grandes almacenes de las letras y no tienen ninguno de los que busco, y aunque siempre se ofrecen a traermelos lo normal es que tarden casi un mes y eso acaba con la ilusión de la lectura y con mis nervios. Ultimamente debido a la crisis lo normal es lo que describes en tu articulo. Muy bueno Cris.

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  • Mary Jo

    30 Julio 2013 a las 07:26 |
    Kkekka creo que me has descrito maravillosamente, excepto el nombre que no es Clara, jajaja. Si, esto es una verdad como una casa, y lo peorcito, cuando entras en una gran superficie de venta de libros, en los primeros expositores con grandes letras te anuncian los "superventas" y mas abajo" lo nuevo de la novela romántica, millones de lectores en todo el mundo, traducido a tropecuatro idiomas, una historia llena de pasión y amor,etc, etc." y tu vas pa'lla llena de ilusión y ahí está las 50S o la trilogía de Silvia Day, o un montón de libros de distintas autoras, pero con las portadas iguales, llenas de piezas de ropa masculina o llaves inglesas, o manos femeninas atadas, etc, etc, etc.
    Y vuelves a salir, igual que has entrado, mientras las vendedoras te miran, porque vas murmurando por lo bajini, y acabas comprándote un bocata de chorizo, que aproveche.
    Felicidades Cris, un gran relato,
    bss

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  • Judith

    30 Julio 2013 a las 00:57 |
    Sí, Kekka, me temo que inexplicablemente cada vez hay menos ejemplares de muchas novedades, y que algunos bolsillos son ilegibles.
    Afortunadamente la tentación de la descarga no me ha alcanzado, ni lo hará. No lo disfrutaría, cada cual y sus circunstancias.
    De todas formas habrá qué mirar qué ocurre para que tengas casi que encargar una novela. No se entiende, dado que tienen tiempo para devolverlas después a las editoriales a través de las distribuidoras, y creo que sin coste. No sé si es que las tiradas son más cortas, o qué...
    Quizá habría que investigar al respecto...
    Un beso a Clara, nuestra sufrida prota del currado artículo, que no se desanime.

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