• Fecha: Lunes, 26 Agosto 2013

photo-1023416 640Dado que somos muchas las lectoras de novela romántica que nos sentimos fascinadas por las "novelas de indios", hemos creído conveniente hacer un huequecito en nuestra sección "¿Sabías que...?" a un artículo que nos diera un poco de luz sobre el tema. Por ello pensamos que nadie mejor que la escritora Olalla Pons, que no solo escribe sobre ello sino que además es una gran conocedora de estos pueblos. Se lo propusimos, accedió y a continuación podéis leer su artículo. 

Muchas son las novelas y películas en las que se nos muestra a los indios norteamericanos asaltando ferozmente el ferrocarril o la diligencia. Lanzando flechas sin piedad, o blandiendo con ferocidad el hacha de guerra para después cortar las cabelleras de hombres incautos y mujeres inocentes.

Otras, en cambio, nos revelan su faz más romántica, mostrándonos a unos pueblos de valientes y orgullosos guerreros cruzando las extensas llanuras sobre sus rápidos e indomables ponis pintos. Maquillados todo el cuerpo con pinturas rituales y luciendo hermosas plumas de águila real en la cabeza, para después celebrar el botín o una ceremonia ancestral bailando alrededor de una hoguera al son del tambor y de los cascabeles que portan orgullosos en los tobillos...

Pero, ¿quiénes son, y sobre todo, quienes fueron en realidad los indios norteamericanos?

Dejadme que empiece por el principio.

¿Sabías que en América del Norte, antes de la llegada de los europeos, vivían infinidad de naciones?

Por desgracia, muchas de ellas se han extinguido, y otras, aunque todavía intentan conservar sus culturas ancestrales, tan solo queda de ellas un nostálgico eco de lo que un tiempo fue y jamás volverá.

Pero no os quiero aburrir poniéndome melodramática ni reivindicativa (eso lo dejaré para mis novelas). Hoy, si me dejáis, os propongo que me acompañéis en un viaje muy interesante: El de los primeros pobladores de América del Norte, los nativos norteamericanos.

Siguiendo a las grandes manadas de bóvidos y rumiantes, lo primeros pobladores americanos cruzaron el estrecho de Bering hace aproximadamente catorce mil años. Sin embargo, de forma "oficial" no es hasta 1492 cuando Europa y América, dos culturas bien distintas, sufrieron el primer y brutal encontronazo. Se estima que antes de la llegada de Colón, existían entre diez a noventa millones de indígenas, y antes de la Segunda Guerra Mundial, diezmados por las guerras, las masacres y las enfermedades desconocidas traídas por el hombre blanco como la viruela, quedaban alrededor de ochocientos mil. Si restamos, la diferencia es considerable.

Os nombraré algunas de las naciones más conocidas, muchas de ellas desaparecidas y el resto confinadas en reservas.

Muy al norte se encontraban los Inuit. Al sureste los Creek, Apalache, Cherokee... Al suroeste los Indios Pueblo, Hopi, Navajo, Apaches...

Y en las grandes llanuras centrales los Opway, Pies Negros, Arapaho, Cheyenne, Crow, Pawnee y los Sioux (Lakota, Dakota y Nakota) quienes voy a reseñar en este artículo.

Los Lakota vivían en lo que hoy es el estado de Dakoya del Sur, y su lugar sagrado eran las Black Hills (Paha Sapa). Vivían en tipis, tiendas confeccionadas con pieles de bisonte de estructura cónica, decoradas con pinturas de cacerías y dibujos geométricos muy parecidos a las pinturas rupestres. Los tipis eran fácilmente desmontables, pues los Lakota eran cazadores-recolectores, es decir, nómadas que se desplazaban por su extenso territorio tras las grandes manadas de Bisontes. Como apunte, os diré que tras la llegada de los españoles pronto adoptaron el caballo y las armas de fuego, con lo cual, la caza se hizo más fácil, aumentaron en número y se transformaron en temibles guerreros y excelentes estrategas. Eso dio pie a que se consolidara una nueva cultura, la de los indios de las praderas.

Su estructura social era compleja. Se formaban en bandas (untiyospaye), que se agrupaban en tribus (unaoyate) y todos ellos formaban un grupo (tetón).

Su religión era más bien una filosofía animista profundamente ligada a la Naturaleza. Para el Lakota, todo en ella tenía alma. No solo los animales y las plantas sino también las piedras y las montañas. Incluso los fenómenos naturales como el viento, el rayo y las nubes tenían poder. Hasta el calor del caballo, el olor de las flores, gozaban de un espíritu y eran dignos de respeto y reverencia.

Una de las ceremonias más conocidas e importantes, y que en algunos lugares todavía se sigue realizando a pesar de que estuvo prohibida por el gobierno de los Estados Unidos hasta hace poco, es la Danza del Sol. Durante esta ceremonia se clavaban dos maderas en la piel del pecho y los danzantes bailaban hasta caer exhaustos alrededor de un poste bajo el sol con el fin de obtener una visión que les marcara un camino a seguir, o simplemente para demostrar su valor.

Pero era a la Madre Tierra a quien rendían principal culto. Ella era la que les daba el sustento, los cobijaba como hace una madre con sus hijos y por eso se negaban a cultivarla, pues para ellos significaba "rasgar el pecho de su madre".

"De niño, cualquier guijarro bonito tenía un valor para mí; todo árbol en crecimiento era un objeto de reverencia. ¡Ahora rindo culto con el hombre blanco ante un paisaje pintado cuyo valor se calcula en dólares!"
Ohiyesa.

Los Lakota no construían templos, la Madre Tierra era el santuario de Wakantanka (El Gran Misterio) el espíritu creador al que rendían culto en solitario y de forma silenciosa. Los Lakota no tenían sacerdotes ni rendían cuentas a nadie de su espiritualidad y por ese motivo no había problemas de credos.

"Escucha, o tu lengua te volverá sordo"
Proverbio Sioux.

También adoraban a Ptehinralasanwi, (Mujer Búfalo Blanco). Ptehinralasanwi era una dama que se presentaba durante las visiones o sueños como una mujer joven o una anciana, siempre cubierta por una piel de búfalo blanco, que les señalaba los lugares donde podrían hallar a Tatanka, el Hermano Bisonte.

Tatanka era su principal fuente de alimento, del que extraían prácticamente casi todo. Piel para hacer vestidos, mantas, tipis, mocasines, carne como alimento, huesos y astas para confeccionar armas, cuentas de adorno para la ropa, nervios y tendones para fabricar cuerdas, armas etc...

Algunas tribus tenían un caudillo guerrero dedicado también a la política y responsable principal del bienestar de su pueblo. El "Jefe" era el principal responsable, servidor y protector de su tribu, debiéndose a ella principalmente en cuestiones de sustento y bélicas. Pero la organización tribal era libre y la elección democrática, por lo que el principal núcleo político lo presidía el Consejo Tribal.

Un importante pilar en el Consejo era el hombre medicina, encargado de los asuntos religiosos, curandero, y conductor de ceremonias.

Pero era la familia la unidad social básica de los Lakota, dentro de la cual se prohibía el matrimonio. Teniendo en cuenta que el clan no era más que la ampliación de esa unidad social, es decir, que el mismo clan era una familia, los Lakota tenían la costumbre de contraer matrimonio con clanes distintos.

La misión de la mujer era guardar el hogar. Ellas eran las dueñas de las propiedades familiares, incluidas todas sus pertenencias. También las responsables de la educación de los niños, que les pertenecían, y no adoptaban el nombre de su esposo sino que conservaban el suyo propio. Eran también guardianas de la moral y la pureza de sangre. El linaje se transmitía por parte de madre y el honor de toda la familia recaía ella. Era la modestia su principal virtud, por eso las jóvenes eran especialmente reservadas y silenciosas. Eso no quiere decir que su voz no fuera escuchada, de hecho eran consideradas sagradas por ser hacedoras de vida, y una mujer anciana, sabia, o que hubiera demostrado un valor notable en una situación de emergencia podía ser invitada a sentarse en el Consejo Tribal.

Como curiosidad decir que cuando una mujer tenía el período ejercía tal influencia y poder sobre cualquier hombre, medicina o acontecimiento sagrado, que los hechizos o las peticiones que se realizaran a los espíritus podrían verse afectadas por su influencia, incluso llegando al caso de que sucediera lo contrario a lo solicitado. Por ello, cuando una ceremonia no tenía el efecto esperado los chamanes se justificaban diciendo que tal vez la Luna de una mujer había influido.

Por otra parte, el hombre únicamente tenía la obligación de cazar y guerrear. Podía asumir la responsabilidad de una o más esposas si tenía la capacidad de mantenerlas. Generalmente se trataba de hermanas, amigas, o la viuda de algún un amigo, lo que por supuesto incluía a todos sus hijos. Si el hombre era de posición elevada podía proporcionar un tipi a cada una, si no era el caso, vivían todos juntos. El divorcio era posible cuando se trataba de una causa justificada, pero la infidelidad en cualquiera de los dos contrayentes era castigada con la amputación de algún miembro.

Los niños eran lo más valioso para la tribu, pues eran el futuro de la misma. Durante su primer año de vida eran considerados sagrados, pues se creía que durante ese tiempo eran vulnerables a los malos espíritus y por ello eran cuidados con especial atención. Después, se les otorgaba un nombre, que podía ser un acontecimiento importante en el momento del nacimiento, o un apodo relacionado con su personalidad, o bien tenían un significado espiritual.

Pero una de las figuras claves en la sociedad Lakota eran los ancianos. La educación de los niños recaía absolutamente en los abuelos, ya que sus padres, demasiado ocupados en la vida cotidiana, no estaban preparados para transmitir la sabiduría apropiada. Y si los abuelos habían fallecido, la educación recaía sobre los sabios notables de la tribu.

"El guerrero no es alguien que pelea, no tiene derecho a tomar la vida de otro. El guerrero, para nosotros, es aquel que se sacrifica por el bien de los demás. Su tarea es cuidar a los mayores, a los indefensos, a aquellos que no puedan hacerlo por su cuenta, y sobre todo a los niños, el futuro de la humanidad"
Tatanka Iyotanka, (Toro Sentado)

No me gustaría finalizar este artículo sin confesaros mi tristeza, pues la forma de vida de los indios de las praderas, con sus virtudes y defectos, hoy día no ha sobrevivido al hombre blanco. Pero nos ha dejado verdaderas joyas filosóficas, culturales y ecológicas de una riqueza sin igual sobre las cuales podemos aprender. Los antiguos Lakota se fueron y no volverán, pero siempre nos quedará su sabiduría.

"En una ocasión, una nube le dijo a un lago: eres un arrastrado, siempre lamiendo la tierra. Yo desde lo alto lo veo todo, y tengo sabiduría de las cosas. Cuando el lago fue a contestarle, ya no estaba, se la había llevado el viento..."
Tasunka Witko, (Su caballo es loco)

 

*Artículo realizado por la escritora Olalla Pons, autora, entre otros, del libro Pluma Roja

Fuentes: http://www.cainmo.com/ - http://nativeamericanencyclopedia.com/ 

 

 

Comentarios (34)

  • CARLOS CUADROS ALI

    05 Enero 2017 a las 16:01 |
    Interesante artuculo y mis felicitaciones, cierto es como la ambisión pudo mas de la razon diemando a nuestros pueblos nativos americanos, no solo fue ne norte america tambien en sudamenrica como la nacion Inca la naciona Arauka. te agradeceria colgar mas articulos sobre estas naciones creyente en un folosofia basada en la naturaleza misma esta simbiosis Hombre naturaleza.

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  • Daniela

    29 Marzo 2014 a las 00:28 |
    Hermoso artículo Olalla, me ha producido, sin embargo, un poco de melancolía... qué hubiera sido de América si hubiésemos respetado más nuestras culturas ancestrales?, tal vez la "civilización" nos hizo perder mejores legados...

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  • Haley

    26 Marzo 2014 a las 13:42 |
    Un artículo maravilloso, Olalla. Lo he disfrutado de principio a fin. Es una delicia leer joyas como esta. Mi enhorabuena.
    ¡Un fuerte abrazo! :) :) :)

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  • Haley

    26 Marzo 2014 a las 13:30 |
    Maravilloso artículo, Olalla. Me ha dejado sin palabras lo bien documentada que estás, y he disfrutado muchísimo leyéndolo mientras ponía caras de:¡Vaya! ¡Caray! etc. Espero que no tardes demasiado en publicar otro. Un abrazo enorme!!!

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  • Elizabeth

    05 Febrero 2014 a las 14:12 |
    Felicidades y gracias por este gran artículo. Da gusto leer una narración tan detallada y llena de información sobre un tema tan interesante. Siempre me ha llamado la atención la cultura de los nativos americanos. Me parece denigrante que siempre se les tache como los "malos de los cuentos", como si el hombre blanco fuera una simple víctima. Está mas que comprobado que no hay nada ni nadie más destructivo que el propio ser humano. Son capaces de arrasar con todo, incluso con los de su propia especie.

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  • kalina

    04 Febrero 2014 a las 18:12 |
    Un artículo estupendo Olalla!!
    A mí todo lo relacionado con el Oeste y los indios me ha fascinado siempre.
    El peor enemigo del hombre es el propio hombre y las consecuencias son desastrosas e irreparables, una pena que el progreso para unos signifique la destrucción de otros. Pero como bien dices siempre nos quedará su sabiduría.
    Gracias por un artículo tan instructivo e interesante!!

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  • Miryam

    09 Noviembre 2013 a las 20:32 |
    Un artículo realmente interesante. Siempre me han llamado la atención los "indios americanos" y casi siempre los imaginaba altos y muy guapos, morenos, pelo liso y largo... hasta que llegué a USA y conocí a los navajo y me quedé un poco decepcionada porque mi visión de los indios era sobre todo de sioux y cheyennes.

    No voy a entrar en el tema de destrucción de culturas porque eso se ha vivido en todos lados de una u otra manera pero es cierto que es una pena para cualquier cultura, perder su identidad.

    Y me he acordado de la película "Un hombre llamado caballo" cuando has contado lo del rito del sol.

    Gracias por el artículo.

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  • Dougless

    30 Septiembre 2013 a las 15:10 |
    ¡Simplemente perfecto!
    Me ha encantado el artículo, es muy completo y meticuloso y como dice Olalla que es el primero ya estoy deseando leer otro de ella.
    Coincido con casi todas en que es una pena la desaparición de esta cultura.

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  • angeles

    23 Septiembre 2013 a las 19:49 |
    Me ha encantado este articulo, está muy bien escrito y describe a la perfección en un corto espacio, la vida de estas tribus.
    Estoy de acuerdo con esta autora en que resulta muy triste que hayan desaparecido, pero parece que los hombres creemos siempre que la cultura que vale es la nuestra y por tanto debemos acabar con el resto.

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  • Olalla

    11 Septiembre 2013 a las 20:06 |
    ¿Queréis parar? ¡Me voy a poner "colorá"!
    :)

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    • ruben

      09 Noviembre 2016 a las 19:50 |
      fantastico OLALLA ,tendria que aprender el mundo,gran parte de el estos valores...seguro que eres una gran mujer.un fuerte beso desde barcelona...te felicito muaksss

      responder

      • ruben

        09 Noviembre 2016 a las 21:41 |
        un articulo gandiosamente bonito y educativo.felicidades

        responder

  • Luciago

    09 Septiembre 2013 a las 12:55 |
    Un artículo maravilloso Olalla. Algo sabía yo de los indios norteamericanos, porque siempre me ha atraido esa cultura y ahora con todo lo que has contado, entiendo por qué me atraía.
    Es una gran pena como dices, que esta cultura tan maravillosa se haya perdido, pero, como dices, nos queda su sabiduría.
    Muchas gracias, he disfrutado mucho leyendo este artículo.

    responder

  • Alejandra D.

    09 Septiembre 2013 a las 02:05 |
    Muchas felicitaciones Olalla has hecho un artículo excelente. Me encanto!! al igual que tu siempre he sentido fascinación por la cultura de los Nativos Americanos. Gracias por este artículo tan bueno no es fácil encontrar artículos tan buenos sobre el tema.

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  • rosa ezquerro

    06 Septiembre 2013 a las 00:28 |
    Un articulo impresionante, me ha encantado
    Muchisimas gracias

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  • Elena

    03 Septiembre 2013 a las 21:58 |
    Ostras, qué gran articulo!!
    Felicidades Olalla por el trabajo que has tenido en documentarte. Es fantastico.
    A mi que me gusta todo lo del oeste y los indios me ha encantado.
    La verdad es que aunque era muy duro, me hubiera gustado vivir aquella época.

    responder

  • Sandrayruth

    31 Agosto 2013 a las 21:08 |
    Que maravilla de artículo Olalla!!!
    La verdad es que los indios siempre me gustaron, y es verdad que siempre se los ha puesto de "malos" tanto en películas como en algunos libros.
    Es muy triste que desaparecieran, porque creo que podrían aportar más de una idea a la vida que hoy concevimos..

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  • Katon

    31 Agosto 2013 a las 19:39 |
    Es una pena lo cruel que puede llegar a ser el ser humano. Además de exterminarlos, los arrinconaron y les atacaron donde eran más débiles; en su propio sustento. Sin los búfalos no tenían ni comida, ni reservas para el invierno, ni ropa, ni tipis....
    Siempre me ha fascinado las costumbres tan diferentes que había de unas tribus a otras, sus formas de vida, su jerarquía social (por llamarlo de alguna manera) y cómo entraban en armonía con la madre tierra.
    Un artículo estupendo, muy interesante e instructivo.
    Gracias Olalla!!

    responder

  • maria

    30 Agosto 2013 a las 11:26 |
    Es una pena que nos haya tocado vivir en esta época. Personas como nosotras hubiéramos sido completas viviendo en ese otro tiempo. Te confieso que me identifico muchísimo con todo lo que cuentas en el artículo. Estoy convencida de que en otra vida fui una india norteamericana. Me lo dice mi herencia: mi horrible nariz de Toro Sentado, el hecho de hablar siempre con todas las cosas como si tuvieran vida, mi gran respeto a la Madre Tierra, en fin........ yo, mujer y guerrera.
    Enhorabuena por este artículo amiga mía!!!

    responder

    • Olalla

      30 Agosto 2013 a las 18:53 |
      Jjajaja. :=)
      Yo también hablo hasta con las piedras. :P

      responder

      • maria

        31 Agosto 2013 a las 12:12 |
        Pues ya sabes, no es locura, es cultura ;)

        responder

  • Rowyn

    29 Agosto 2013 a las 13:24 |
    Pedazo artíclulo a lo profesional.
    Si es que se nota que sabes!

    responder

    • Olalla

      29 Agosto 2013 a las 22:46 |
      Pelotillera!

      responder

  • Olalla

    29 Agosto 2013 a las 13:23 |
    Estoy contenta porque es cierto, considero que la destrucción de una cultura es una gran perdida para la humanidad. Hay tribus en el amazonas que son de no contactados, y creo que debería seguir siendo así. Son gentes que viven prácticamente en la prehistoria. Los Lakota, (y todos los pueblos amerindios) eran y algunos siguen siendo verdaderas joyas antropológicas. Parece mentira que el ser humano esté empeñado en valorar cosas insustanciales y esté empeñado en destruir, en lugar de crear y preocuparse de lo que realmente importa.
    Ala, ya me sale mi vena "perro-flauta"
    jajaja
    Besos

    responder

  • morticia

    28 Agosto 2013 a las 19:02 |
    ¡qué artículo más interesante!, muchas gracias por toda la información sobre todo porque la información que circula en películas etc..., generalmente es poco fiable pues, efectivamente, la historia la cuentan los vencedores. La desaparición de cualquier forma de cultura y de cualquier pueblo, es siempre una gran pérdida, pero cuando encima, esa pérdida la han producido seres humanos es realmente triste.
    Gracias Olalla.

    responder

  • Olalla

    27 Agosto 2013 a las 12:28 |
    Gracias por vuestro comentario. :) es mi primer artículo, jajaja espero que me haya salido "decentillo" parece fácil pero no lo es, jjajaja. Si me dejan las maravillosas chicas del rincón os escribiré otro día uno sobre la mujer lakota. :) Besos para todos!!!

    responder

    • Maesfe70

      28 Agosto 2013 a las 11:23 |
      No sólo te dejamos, si hace falta te lo suplicamos ¿Dónde hay que arrodillarse?
      Besooooos

      responder

  • Mary Jo

    27 Agosto 2013 a las 09:03 |
    Un artículo precioso. Muy bien narrado casi como una novela, pero conteniendo una gran verdad. Me encanta la historia de los nativos americanos, hace un tiempo me sentí interesada en la Cultura Anasazi, y me informe un poco sobre ellos.
    Coincido con maesfe, si algo como la extinción de los nativos americanos sucediera hoy día lo llamariamos holocausto o genocidio, y se pondrían medios. Lo triste es las condiciones en las que todavia sobreviven, y el racismo que todavía existe en algunos colectivos.
    Gracias por el artículo Olalla
    y Enhorabuena por tu novela
    un beso

    responder

  • ELSA

    27 Agosto 2013 a las 07:52 |
    Un artículo fabuloso, siempre me ha interesado la cultura de los indios americanos y esa diferencia existente entre los indios del Norte y los de América del Sur, esa diferencia entre tribus nómadas y las otras que nos dejaron muchas restos de su cultura, como los mayas, aztecas, etc. Muchas gracias a Olalla por ampliar nuestros conocimientos.

    responder

  • Anasy

    27 Agosto 2013 a las 07:33 |
    Que buen artículo! Cuanta información, siempre me han parecido una cultura interesante con una historiaa muy triste porque en cuanto se conquistó América fueron prácticamente masacrados o confinados, es una pena que sus culturas y sus tradiciones se hayan ido perdiendo con el tiempo. Muchas gracias por este artículo.

    responder

  • Ruth M. Lerga

    27 Agosto 2013 a las 06:52 |
    Estupendo artículo. Algo me sonaba de La Concha de Nácar y de Pluma Roja...
    Cada vez veo más cierto que la historia siempre se cuenta del lado de los vencedores, sin ganas de entrar en polémicas, fuéramos nosotros, los franceses, los ingleses o los propios Estados Unidos quienes terminaran por avasallar a quienes allí vivían.
    Enhorabuena Olalla, ¡¡y qué discretita!! jijiji.

    responder

    • Olalla

      27 Agosto 2013 a las 12:24 |
      No pienso caer en tus trampas, pequeño monstruo... XDDDD

      responder

  • Maesfe70

    27 Agosto 2013 a las 00:40 |
    Precioso!! Una verdadera delicia leerlo. Siempre me ha interesado la forma de vida de los nativos americanos, y siempre me ha parecido que su imagen era denostada por aquellos que sin ningún escrúpulo intentaban, y en la mayoría de los casos conseguían, hacerlos desaparecer destruyendo su cultura, sus costumbres, matando a los búfalos, base de su sustento y robándoles la tierra que les había visto nacer. Hoy lo llamaríamos genocidio. Su casi desaparición ha sido y es una pérdida irreparable para la humanidad, una verdadera lástima.

    responder

    • Olalla

      27 Agosto 2013 a las 12:25 |
      "Su casi desaparición ha sido y es una pérdida irreparable para la humanidad, una verdadera lástima." Ni yo misma podría haberlo expresado mejor que tú. :) Un abrazo Maesfe70

      responder

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