Tratamos de dosificar nuestras actividades diarias jugando a ser Superwoman y creemos que el tiempo se detiene, que se instala cómodamente en nuestras vidas y nos espera mientras lo desafiamos de manera temeraria. Hacemos filigranas intentando estirar al máximo las horas, los minutos y los segundos... A nuestro lado, la increíble Elastigirl nos llega a la suela del zapato. Pero, ¿cómo le ponemos límites al tiempo cuando se trata de dedicarnos a la lectura? Difícil respuesta si somos unas ávidas lectoras.
En este caso, nuestra responsabilidad se siente vulnerada y sucumbimos al influjo de una buena historia perdiendo así la noción del tiempo...
... Te sientas en tu sillón preferido y se te hace la boca agua preparándote para disfrutar de la lectura, no sin antes, haber colocado sobre la mesa tu reloj con la alarma puesta para no sobrepasar tu tiempo disponible. Deseas que el dios Cronos sea benevolente y abandone su carácter caprichoso dejándote leer a pata suelta. ¿Será eso posible?
De momento, mientras lees, el molesto tic tac del reloj se cuela en tu mente llegando a fundirse con la lectura. Ya no aprecias su insolente eco. Te relajas y olvidas durante ese período de tiempo, que otras obligaciones te acucian porque tu cerebro ha sido absorbido irremediablemente y has perdido el norte...
El chillón y penetrante sonido de la alarma te recuerda que tu tiempo de ocio ha llegado a su fin... Por un oído te entra y por otro te sale, pero, tú, sin levantar la vista del libro, das un manotazo al reloj y ni tan siquiera te percatas de que has estado a punto de romper la figurita que tu suegra te compró con tanto cariño en los chinos.
Has leído descripciones, encuentros, desencuentros, aventuras, pasiones, reconciliaciones... Estabas tan absorta que, cuando creías que sólo llevabas diez minutos leyendo, ha transcurrido más de una hora y llegas tarde al trabajo, a una reunión, a recoger al niño de sus clases de inglés, te cierra el supermercado o algo tan simple como que se te han pegado las lentejas en el fondo de la olla y casi has tenido que avisar a los bomberos para poder rescatarlas...
Y es que, a veces, abandonarte al placer de la lectura llega a ser un arduo asunto.
El tiempo, esa duración de las cosas sujeta a cambio, vuela inexorable para hacernos prisioneras de nuestra propia voluntad, Nos esclaviza y, por ello, las pequeñas oportunidades que nos brinda hay que aprovecharlas con intensidad ya que, lo bueno si breve, dos veces bueno.
Cuando lees, ¿lo haces una vez terminadas todas tus tareas? O, ¿lees cuando puedes y así te va?
En definitiva, ¿eres capaz de ponerle puertas al tiempo en cualquier caso?
*Artículo realizado por Crishi
Copyright © 2002 - 2022 rnovelaromantica.com y elrinconromantico.com
| Aviso legal | Política de privacidad | Política de Cookies |
Comentarios (27)
verito
responder
Bona Caballero
Cuando pillo una que se que me va a atrapar y posiblemente lea de un tirón, la reservo para el fin de semana. ¡Allá se caiga el mundo!
Yo ahí, atrapadita en mi Sandra Brown anual, indiferente a todo.
responder
Aspasia24
De echo ahora que empieza el otoño casi tiemblo de emoción al pensar en esas tardes de fin de semana sentada en el sofá con mi té caliente al aldo mientras devoro mi novela... Reitero que soy muy muy muy afortunada (gracias a la paciencia de mi madre también que al verme con un libro entre las manos sabe que su hija está fuera de cobertura).
responder
Mary Jo
responder
Samy S.Lynn
Un saludo
Samy
responder
Zulema Pontes Vidal
La mayoría de las veces suelo hacerlo cuando me acuesto y he estado hasta horas inconfesables leyendo¡¡¡¡
responder
charohq
responder
Camila
responder
Sakhya
Cuando me case con mi marido y nacio nuestro primer hijo, recuerdo que me escabullia al baño, aunque sea para poder leer unos minutos sin interrupciones.
Ahora, 5 años despues, con dos hijos y marido... leo cuando puedo, ya sea en medio de las tareas domesticas, en un momento que mis chicos se durmieron, o tarde a la noche que mi marido llego de trabajar y cae rendido.
He tenido que aprender a ponerle puertas al tiempo, sino, con lo mucho que me gusta leer, terminaria echando raices en el sofa del living
responder
Adriana
responder
rosita
Pero si el libro, no me gusta mucho, puedo demorar meses en terminarlo.Todo depende..
responder
felicita
Con la edad quiero creer que me ha entrado el sentido comun (¡Ja!) y me autocontrolo. El libro solo se coge un ratito despues de comer y un par de horas por las noches. El resto del tiempo trato de comunicarme con los amigos, cumplir mis obligaciones, salir a pasear con mis perros o cuidar mi jardin.
responder
LETRA ESCARLATA
responder
Maesfe70
Si fuera por mí, leería a todas horas. De hecho esta semana estoy de exámenes y trabajos hasta arriba....¿ y que hago? Pues estar en el foro y leer libros.
En esta época, de exámenes, no tengo tiempo para nada pero de donde sea lo saco para leer. Yo leo hasta en la bañera. Normalmente hago todo antes de ponerme a leer, pero si veo que no tengo tiempo lo hago antes y así voy....con prisas y más prisas... Que si llego tarde a clase, que si me cierra los comercios, etc...
Todo sacrificio es bueno si el resultado final es leer.
responder
marivi
Interesante articulo Crishi,eres buenisima.
responder
anasy
Gracias por el artículo.
responder
Camelia
responder
Katon
Fantástico artículo, crishi
responder
Miryam
Muchas veces mi hermana me grita desde su habitación: apaga ya la luz, que mañana tienes que madrugar, pero yo, hasta que no termino el capítulo tan interesante que estoy leyendo, no paro. De joven (ahora ya el cuerpo no aguanta) he llegado a quedarme leyendo hasta las 3-4 h. y luego me he levantado a las 7 para ir a trabajar. Ah!!! aquellos tiempos....
responder
Regla María Pérez García
Yo prefiero tomar la lectura cuando todos en casa ya están acostados, así que ese es mi momento...cojo a mi compi de aventuras y suelo pasar alguna más que otra hora disfrutando hasta que la vista no da más de si. Pero donde suelo dejar correr el tiempo sin ponerle límite son los fines de semana, donde la hora de cerrar lo ojos no supone ningún problema...
responder
rociodc
responder
Lola Rey
responder
sara
Suelo leer por las tardes-noches, y en los ratillos que tengo entre una cosa y otra; en las salas de espera, en los aviones, y he dejado casi-casi la vida social para dedicar ese tiempo a la lectura. Me abstraigo totalmente cuando un libro es bueno y me han dado las 8 de la mañana leyendo y yo sin enterarme de que tocaba dormir.
Me he dado cuenta que he reducido el tiempo que tenia para la Tv, el cine, las charlas (vacias) con los amigos, para
dedicarla a la lectura. Si algo me obsesiona en este momento es el temor de cuando me haga vieja (más todavía)no poder leer mis queridos libros.
responder
sandrayruth
Lo de ponerle puertas al tiempo?? Pues creo que es un poco difícil, porque cuando leo el tiempo se esfuma, así que creo que no le pongo puertas al tiempo....
responder
arantxa
responder
ladyZarek
No soy capaz de poner puertas al tiempo.
Excelente debate, Crishi.
responder
MARY
Cuando lees, ¿lo haces una vez terminadas todas tus tareas? O, ¿lees cuando puedes y así te va?
Leo antes, porque en cuanto me levanto ya no paro. Cuando tengo clases lo hago a la tarde o un poco a la noche.
En definitiva, ¿eres capaz de ponerle puertas al tiempo en cualquier caso?
La verdad que cuando leo se me va el tiempo, varias veces he llegado tarde a muchos sitios por que comienzo a leer y no puedo parar. Pero con esto de estudiar aunque no me gusta tengo que medir el tiempo y dejarlo para otra ocasión.
responder