Sophie Morgan - Diario de una sumisa

Crítica realizada por Berenice

Sinopsis: En su época universitaria, Sophie descubre con sorpresa la fascinación que ejerce sobre ella un azote que le da su chico, un joven estudiante como ella. Lo que al principio no es más que una anécdota se convierte en algo más serio: una temprana búsqueda de nuevas experiencias eróticas.

Tiempo después, ya convertida en una periodista segura de sí misma, Sophie entabla relación con Tom, un hombre refinado que no dudará en ofrecerle el tipo de relación sexual que ella anhela y que la llevará hasta los límites insospechados del placer a través de la sumisión.

Sin embargo, será al conocer a James, un corredor de bolsa tierno y divertido del que se enamora perdidamente, cuando se adentrará, por fin, en las zonas más oscuras del placer. James la fascina: es la mano que acaricia, somete y también azota. Pero, ¿hasta dónde se puede llegar en nombre del placer y del amor? ¿Puede un hombre tierno... ser tan inflexible?

Empiezo diciendo que no soy dada a leer erótica, posiblemente porque todo cuanto veo en el mercado y las sinopsis de las novelas tratan siempre de mujeres sumisas, y ese no es mi estilo. Comprendo y admito, eso sí, cualquier tipo de relación sexual siempre que sea de mutuo consentimiento.

Si hago mis comentarios sobre esta novela es porque me gusta que haya distintos puntos de vista, no todo va a ser alabar un género de escrirtura por el hecho de que esté de moda.

Ni que decir tiene que la portada, no me agrada. Pero bueno, vamos a lo que vamos, que es hablar de los personajes y de la historia.

Sophie, la protagonista, no me he parecido en un principio nada del otro mundo: una chica como muchas otras, que estudia, que tiene sus fantasías y que busca la felicidad. Y su felicidad en el plano sexual pasa por la vara de que el hombre la domine, descubriendo que eso le gusta cuando recibe el primer y casi infantil azote de su compañero de clase. A partir de ese punto se va adentrando más y más en ese tipo de relación amor-sumisión, nos va contando diversas experiencias con las distintas parejas que pasan por su vida y acaba centrándose en el protagonista: James.

James es el típico individuo que suele protagonizar este tipo de novelas: atractivo, elegante, sumamente cortés y educadísimo. Cuando se han leído varias novelas del género te das cuenta de que parece siempre el mismo personaje, por mucho que cambie el nombre, el apellido o la profesión. Todos son encantadores, tanto como puede serlo una serpiente, que acaba enamorando a la protagonista con sus juegos sexuales y su ternura. Y me pregunto yo si a darle a una se puede llamar ternura. Vale, no es el caso ni viene a cuento que lo mío es contar lo que me ha parecido la novela y no dar opiniones al respecto. De lo que no me cabe duda es de que para escribir una historia así, hay que sentirla y perder la vergüenza en narrar escenas que a mucha gente pueden desagradar. Pero ya se sabe, el arco iris tiene varios colores porque no a todos nos gustan los mismos.

Lo que diferencia este libro de otros puede ser que la protagonista no es la adolescente recién acabada de salir del nido que cae en manos de un hombre que la "enseña" a ser sumisa. Sophie me ha parecido que sabía lo que se hacía, aunque no por ello deja de tener dudas sobre si sus apetencias pueden cambiar. Como si no acabara de aceptar del todo que su espíritu es el de una mujer a la que le gusta ser dominada. Ya es algo.

Aunque la historia no me ha convencido (ya digo, mis apetencias en el sexo no tienen nada que ver con Sophie), tengo que reconocer que la autora escribe bien, con un estilo depurado y claro que se agradece.

Poco diálogo a mi parecer, pero los que tiene cuidados.

A las lectoras que se vuelquen por este género, les gustará.