Sophie Morgan - Confesiones de una sumisa

Crítica realizada por Berenice

Sinopsis: Sophie es una joven periodista atractiva y liberada que disfruta siendo sexualmente sometida y que ve cómo su vida da un giro al conocer a Adam. Él es su hombre ideal: guapo, inteligente, culto, con sentido del humor... y muy dominante en la cama. Ambos se complementan a la perfección: ella nunca ha tenido un amante tan innovador e imaginativo y él jamás había conocido a una mujer tan dispuesta a dejarse llevar en busca del placer. Como cualquier otra pareja de enamorados, llega el momento en que Sophie y Adam deciden irse a vivir juntos. Pero, ¿es posible mantener una relación de convivencia afectuosa e igualitaria con el mismo hombre que en la intimidad goza siendo tu Amo y Señor?

Esta novela se puede decir que es otra entrega de las relaciones de Sophie, a quien algunas lectoras conocerán por El diario de una sumisa: una mujer inteligente que no le hace ascos a una sexualidad distinta, que se da cuenta de que lo que le gusta es hacer el papel de sumisa ante un hombre y lo lleva a cabo.

Poco voy a decir sobre la historia puesto que, aun cambiado al protagonista, sigue siendo más de lo mismo.

Adam, en este caso nos cuenta la historia con otro de los hombres que pasan por la vida de la protagonista, es clavadito a James, el de la otra novela, y clavadito también a tantos otros que están apareciendo en el mundo literario de la novela erótica: guapo guapísimo, inteligente , educado, sabe estar, tiene estudios y, por si fuera poco, no carece de humor. Claro, es el macho dominante, el hombre al que le gusta adentrarse en juegos prohibidos y que encuentra en Sophie la mujer ideal para llevarlos a cabo. Puede que sea lógico, porque si encima de la sumisión a un tipo hay que cargar con uno que sea un zopenco y feo como un demonio, perdería la gracia.

Siguen sin gustarme las portadas de este tipo de novelas.

Me ha gustado, sin embargo, el modo en que la autora narra incluso las escenas sexuales porque, sin entrar en opiniones, lo hace con un estilo bueno y bastante claro en el que no hay que imaginarse nada porque te lo cuenta con pelos y señales. He echado de menos algún dialogo más, se centra mucho en la prosa.

No deja la novela de carecer de esa parte interior que nos gusta leer en los personajes, quiero decir lo que piensa cada uno de ellos. No se trata de máquinas de hacer sexo, sienten y se hacen preguntas, tiene sus dudas y a veces hasta vacilan.

Es una novela recomendable por la forma en que está escrita; particularmente me gusta leer algo bien escrito aunque sea el catálogo de un hipermercado, sin encontrarme las barbaridades que se ven por ahí, repletas de erratas y confundiendo los verbos. Por ese lado, un 8 al menos para la autora.