Lisa Kleypas - Un seductor sin corazón

Valoración:

Crítica realizada por Katon

Hace varios meses que Devon heredó el título de conde de Trenear, así como una casa en Londres y la casa señorial Eversby Priory en Hampshire. Además, en el lote van incluidas las tres hermanas menores del anterior conde, su primo. Ah, y sin olvidar a Kathleen, la viuda, que llevaba menos de una semana como Lady Trenear.

Devon va finalmente junto con su hermano West a Eversby Priory. Ningún Ravenel ha sido famoso por sus dotes administrativas, así como por su carácter explosivo. Devon no tenía muy buena relación con su primo y heredar todo aquello es más un engorro que una suerte. Él solo quiere seguir siendo un calavera sin compromisos. Sin embargo, en cuanto llega a Hampshire y conoce a sus primas y a la viuda, no tardará en ir cambiando su visión de las cosas, aunque sea en contra de su propia determinación.

Pandora y Cassandra, las gemelas, son dos jóvenes llenas de vida y que provocan más de una carcajada. Le dan frescura y agilidad a la novela, pero a pesar de ser dos jóvenes llenas de energía y dispuestas a ayudar, también se nota que han estado siempre recluidas en la casa señorial. Es por eso que se comportan más como adolescentes que como jovencitas de diecisiete años. Helen, la mayor de las hermanas es una joven dulce y tímida, dedicada a las orquídeas, pasión que heredó de su madre.

Casi sin darse cuenta Devon se verá envuelto en la vida de Eversby y los problemas de sus arrendatarios, viendo todo aquello que hay que arreglar e involucrándose más en la vida en la antigua abadía, eso sin contar la tensión que surge cada vez que Kathleen está cerca. Devon vuelve a Londres en busca de formas de financiación. La solución más viable es acceder al paso de una nueva línea de ferrocarril por una parte de las tierras. Mientras, West vuelve a Hampshire, y aunque en un principio pensaba que su hermano había perdido la cabeza, se implica de lleno en el proyecto y disfruta visitando a los arrendatarios y trabajando con ellos, además de dejar de lado su reciente afición a la bebida.

Devon regresa a Hampshire a pasar las fiestas navideñas acompañado de su amigo Rhys Winterborne, dueño de los mayores almacenes de Londres y propietario de una considerable fortuna. Devon quiere que Winterborne corteje a Helen. Pero antes de llegar se produce un terrible accidente de tren.

Qué ganas tenía de leer algo nuevo de histórica de la Kleypas. Aunque no pasará a ser una de sus novelas más emblemáticas, Un seductor sin corazón es el inicio perfecto para una serie que puede llegar a ser tan divertida como las Hathaways. Como todo comienzo de serie, al finalizar esta novela sabemos cuáles van a ser los protagonistas de la siguiente, y ya estoy deseando que llegue el mes de octubre para leer la historia de Winterborne y Helen, la más tímida de las hermanas Ravenel.

Devon es el típico libertino que disfruta de su vida hasta que de golpe tiene que aceptar responsabilidades. Sin embargo, cuando ve la situación real de las Ravenel no duda en hacer todo lo posible para sanear la propiedad. Me ha gustado este personaje, es pícaro y divertido, y está dispuesto a cualquier cosa con tal de conquistar a la esquiva viuda. Además tiene un punto algo canalla al principio que enseguida desaparece en cuanto Kathleen entra en escena. Kathleen, oculta un secreto que podría hacer cambiar de parecer a Devon. Su matrimonio no fue tan ideal como todos piensan y no quiere cometer el mismo error con Devon. Además, la joven se ha convertido casi en una madre para las gemelas. Aunque intenta no caer en la tentación que supone Devon, Kathleen descubre que el matrimonio es mucho más que pronunciar unos votos.

Además de lo bien que me lo he pasado leyéndola, debo destacar la edición y la traducción de esta novela; impecable. Hubo alguna de las anteriores en que los fallos eran más que evidentes, pero aquí, hay que felicitar a la editorial porque lo han bordado.

Una novela para pasar un rato estupendo, estupendamente escrita, con una ambientación cuidada, unos diálogos típicos de la autora y una historia de amor bonita y dulce. Estoy deseando leer la siguiente entrega de esta serie.

 

Crítica realizada por Patufet

Después de leer el último libro de los Travis me quedé un poco decepcionada con esta autora, y por eso estaba un poco reticente a leer este libro, pero de todas formas tenía que darle una oportunidad porque la señora Kleypas es una de mis favoritas, y si, sin ser una de sus mejores novelas, está muy bien y la he disfrutado mucho.

Kathleen, lady Trenear, después de un corto noviazgo y tres días de matrimonio, acaba de perder a su marido en un accidente ecuestre, ahora su futuro y el de sus tres cuñadas está en el aire ya que esperan la llegada del nuevo conde.

Devon Ravenel tiene un fideicomiso que les permite vivir holgadamente a su hermano West y a él, sin preocupaciones ni quebraderos de cabeza, así que cuando se entera de que acaba de heredar un condado no le hace ninguna gracia, además las propiedades están en muy mal estado y hay un serio endeudamiento. Su primera idea es venderlo todo y desentenderse, pero algo toca su corazoncito (aunque él no tiene corazón) y le impide hacerlo y dejar en la calle a la viuda, a sus primas (de él) y a doscientos arrendatarios que dependen de ellos.

Los personajes me han encantado todos, sin excepción, Devon es un calavera, encantador y cínico que nunca ha dado un palo al agua, sin embargo, de la noche a la mañana se encuentra con una serie de responsabilidades que al principio le vienen grandes, pero que poco a poco lo convierten en un hombre honesto y trabajador.

Kathleen es una joven recatada, menuda y dulce que también puede ser una arpía, sobre todo con el nuevo conde que saca lo peor de ella, y con el que mantiene una puya constante, pero claro del odio al amor...

Como secundarios, West me ha encantado, un joven con adicción a la bebida e irresponsable, que abre los ojos y cambia radicalmente, se integra totalmente en la finca y trabaja como el que más. Después tenemos a las tres hermanas, que después de un duelo tras otro, apenas han salido de la finca, Helen, la mayor, es la más erudita, seria, fina y delicada, al contrario de las dos gemelas, Pandora y Cassandra que son dos torbellinos, a los que hay que enseñar a comportarse en sociedad, me han sacado más de una sonrisa.

Y por otro lado tenemos a Rhys, próximo protagonista, al que conocemos poco pero que ya promete.

En definitiva, Un seductor sin corazón es el primer libro de una serie que de momento tiene buena pinta, es una historia bonita y tierna con el sello indiscutible de la autora, buenos diálogos, estupenda narrativa y unos personajes muy bien perfilados que enamoran. Un buen reencuentro con esta autora y que sin duda recomiendo.

 

Crítica realizada por Anasy

Durante años que Lisa Kleypas publicara un nuevo libro era motivo de alegría para todos los lectores del género romántico y yo personalmente era de las que siempre han corrido a leerme sus libros según salían, ahora que ya llevaba un tiempo sin publicar nada, estaba entusiasmada ante las perspectiva de tener una de sus fantásticas y bonitas historias de amor a pesar de que los últimos libros que publicó no estaban para nada al nivel de sus otros libros, precisamente por eso no debería haberme llevado semejante chasco con este y debería haber estado más prevenida.

Un seductor sin corazón es el primer libro de la serie los Ravenel, una familia de aristócratas famosos por su genio y temperamento voluble. Cuando el joven conde muere deja a una esposa con la que llevaba tres días casado y tres hermanas, dos de ellas gemelas, a la deriva y sin medios de subsistencia. El nuevo conde es su primo Devon que junto con su hermano West se dedican a vivir la vida sin ningún tipo de responsabilidad bebiendo hasta hartarse, de fiesta en fiesta y de cama en cama, por eso el título de Conde y las responsabilidades que esto conlleva, no le hacen la menor gracia a Devon, sobre todo cuando ve las finanzas en las que está la familia o la ruinosa mansión condal que se cae a pedazos sin remedio.

Devon llega a la mansión con la intención de venderla junto con todas las fincas y así sacarse toda carga de encima y también con la intención de echar a sus primas y a la viuda de su casa, pero lo que Devon no se espera es que la viuda de su primo Theo tenga un genio tan vivo ni una lengua tan afilada que no duda en decirle lo que piensa de él , de su egoísmo y de su falta de conciencia al querer vender todas las tierras unidas al condado con lo que ello supondrá para todos los criados y arrendatarios que las ocupan.

Entre ella y la poca conciencia que le queda, Devon tomará la sorprendente decisión de salvar las tierras y la mansión familiar ayudado por su hermano West, pero Devon también se ha fijado en la joven y mordaz viuda que se parapeta bajo el velo de viudedad y de su rígida moral y estrictas normas sociales que ella antepone a todo, pero la atracción que siente por ella es tan fuerte que no duda en que la seducirá antes o después.

Por su parte Kathleen intenta ayudar en lo que puede para salvar la economía del condado y que sus jóvenes cuñadas estén a salvo y tengan un futuro donde resguardarse, pero si bien Helen es tranquila y de una belleza sosegada que siempre intenta calmar los ánimos, las gemelas son revolucionarias, traviesas y muy divertidas, encargarse de su educación para su presentación en sociedad será su prioridad, a parte de intentar resistirse a los encantos de Devon.

Lo único bueno del libro son las gemelas, que le dan un toque de humor a esta historia que es como mucho, pasable, no tiene emoción y le falta chispa, la misma de la que carecen sus protagonistas que no sé como llegan a enamorarse porque no hay ningún tipo de química entre ellos, Devon es un personaje que me deja indiferente y casi podría decir que no me cae bien, y Kathleen tampoco es que sea mucho mejor, demasiadas escenas sexuales para una pareja que carece de la magia o la intensidad que esta autora suele poner en sus protagonistas. La traducción también flaquea bastante y el lenguaje general del libro es demasiado "moderno".

Pero aún queda la esperanza de que la historia de Helen que ya se va atisbando en este primer libro, sea mejor que la introducción de esta nueva serie de Lisa Kleypas.

 

Crítica realizada por Blanca

No descubro la piedra filosofal si digo que mí esta autora me gusta más que el chocolate con churros. Lo mismo me da lo que escriba, ya sea romance actual, romance histórico o romance en Plutón, me bebo sus novelas y disfruto como una loca. Pero sí es verdad que cuando le da por contarnos una historia de las de siempre, de la época victoriana o Regencia, me deshago.
Con esta nueva serie, Cold-hearted rake, nos vuelve a llevar de la mano al romántico más puro (para mí), al de los condes y condesa, duques y duquesas, salones de baile y herencias malditas.

No voy a decir que esta novela sea tan fantástica como muchas de sus novelas históricas. Y no voy a decirlo porque mentiría. Sin embargo, es preciosa.

Bueno, nos vamos al siglo XIX.

El condado en el que sitúa la historia es uno de los más conocidos en este género de novelas.

Voy a empezar hablando del protagonista masculino porque me he enamorado. Sí, soy facilona, acabo enamorada de casi todos los protas, pero es que Devon es genial. No esperara tener que hacerse cargo de un condado y la muerte de un primo le convierte en el dueño de una heredad que le va a dar muchos quebraderos de cabeza. ¿Por qué? Pues porque no siempre cuando se hereda algo es para hacerse rico. En el caso de Devon Ravenel, ni por asomo, ya que el condado tiene más facturas pendientes que otra cosa. Facturas, y lo que es más jorobado, las personas de las que debe cuidar desde que toma posesión: cuatro mujeres que ahora ocupan la que ha pasado a ser su propiedad.

Vayamos a la prota femenina, que tiene miga porque es de las que no se calla ni debajo del agua y tiene más redaños que cualquier hombre, aunque también es dulce. Lady Trenear, no es sino la viuda del primo de Devon, Theo, el que acaba de morir y le deja en herencia el marrón. Kathleen es una mujer de carácter, fiel a sus principios, con no mucha experiencia en el arte de la seducción porque no ha estado casada el tiempo suficiente, y con una responsabilidad a prueba de bomba. Decide que es responsable de sus cuñadas, y hace lo que sea por darles una buena vida.

Helen, Pandora y Cassandra son personajes divertidos. Las dos últimas son gemelas. Ya estoy nerviosa por conocer la historia de las tres, que seguro que vendrán en breve.

Los encontronazos entre Kathleen y Devon son auténticos fuegos artificiales. Él quiere pulirse la herencia, vender todo sacando lo máximo posible y deshacerse de las cuatro mujeres. Claro que no cuenta con la viuda de su primo, de armas tomar, que no duda en decirle alto y clarito lo que piensa de él. Me he divertido un montón con esas batallas campales.

La historia romántica entre ellos es muy bonita, chispeante, gloriosa y divertida, tiene de todo.

Otro personaje que me ha gustado es Weston, el hermano de Devon, y espero que también tenga su propia novela.

No voy a contar mucho más porque decir que la narrativa de Kleypas es buena, es repetirse, decir que sus personajes son buenos, es reiterar, y decir que sus historias te dejan con una sonrisa en la boca, es insistir.

 

Crítica realizada por Fani C.

Un seductor sin corazón supone la primera entrega de la serie "Los Ravenel" con la que Lisa Kleypas regresa a la romántica histórica. En ella nos encontramos a Devon, un calavera tan atractivo como egoísta que, por capricho del destino, hereda un condado que no desea; y a Kathleen, la misteriosa viuda de su primo.

Devon nunca ha deseado un título ni lo que conlleva. Feliz con su vida disoluta, la muerte de su primo le supone un molesto inconveniente. La existencia exenta de responsabilidades que ha llevado hasta ahora y que tanto le agrada puede verse alterada por las obligaciones del condado. Dispuesto a solucionar la situación a la mayor brevedad posible, acude a Eversby Priory, la casa familiar, para comprobar el estado de sus recién adquiridas posesiones. Su intención no es otra que vender todo aquello que no esté vinculado al título y deshacerse de sus primas y de lady Treaner, la mujer que sólo tres días antes se había casado con Theo, cuanto antes. Sin embargo, las cosas no suelen salir como uno desea y Devon se encuentra con una mansión en ruinas, una hermosa viuda y unas primas estrambóticas. De repente, deshacerse de todo aquello no parece tan fácil e incluso su hermano West, quien para muchos ya ha alcanzado los límites de la depravación, semeja notar los efectos de ese lugar.

Kathleen no es una mujer como las demás. Descuidada por sus padres, quienes mostraban más interés por sus caballos que por su hija, ha aprendido a dominar sus emociones. Comedida y preocupada por la reputación y las apariencias, nadie la ha visto llorar jamás. No obstante, en el momento en el que Devon Ravenel, el nuevo lord Treaner, entra en su vida, su autocontrol desaparece. Ese hombre la saca de quicio, la pone nerviosa y la hace sentir cosas que jamás había experimentado antes. Sabedora del tipo de hombre que es, Kathleen hará todo lo posible por mantenerlo alejado... Aunque no resultará una tarea fácil.

Un seductor sin corazón nos trae de vuelta a la reina absoluta del romance histórico. Lisa Kleypas regresa con una de esas historias a las que nos tiene acostumbrados, repleta de personajes increíbles, redondos, tan bien desarrollados que se convierten en personas reales para el lector. West, con sus excesos y su ternura; Helen, tan dulce y callada; Rhys Winterborne, tan peligroso y lleno de misterio... ¡Y las gemelas! Pandora y Cassandra se convierten en protagonistas indiscutibles cada vez que aparecen en escena, con sus disparatadas ocurrencias, su energía y sus hilarantes diálogos.

Pero también con una historia compleja, con subtramas que tocan temas como el empobrecimiento y los problemas de producción en el campo, el auge del ferrocarril o los cambios sociales y económicos en la Inglaterra del siglo XIX.

Y, por supuesto, llena de ternura y pasión. La atracción entre Kathleen y Devon es inmediata y ambos deben luchar contra los sentimientos que el otro despierta. Ella sabe que para él es una conquista más. Él sabe que ella puede hacer peligrar su modo de vida. El erotismo y las escenas repletas de carga sensual, se mezclan con esa ternura tan propia de la autora. Lisa Kleypas logra, de nuevo, que notemos esa magia que brota entre sus personajes, que sintamos lo que ellos sienten y que cerremos el libro con una sonrisa de nostalgia, echando ya de menos a unos personajes con los que nos hemos encariñado y deseando que la siguiente entrega de la serie caiga en nuestras manos.

En definitiva, una novela estupenda y más que recomendable cuyo único punto débil es, en mi opinión, que Devon se ve eclipsado, en ocasiones, tanto por el encanto de West como por el carisma de Winterborne.

De ponerle una nota, le doy un 9.

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