Cuando me preguntan que es lo que más me gusta leer, mi respuesta es siempre la misma: una hermosa historia de amor con el más feliz de los finales posible. Creo que el amor en todas sus manifestaciones constituye la fuerza vital que da razón a nuestros días. Deberíamos nacer por amor y deberíamos morir amando, no creo que pueda haber mayor fortuna en este mundo.
Lo triste es que no todos han de encontrar ese amor profundo y eterno con el que compartir su vida, ese amor ciego a las huellas del tiempo en la piel, y sordo a cualquier razón que no sea dictada por el corazón. Por eso disfruto tanto cuando me sumerjo entre las páginas de un libro, que sé a ciencia cierta que me hará testigo de una historia de amor así.
Si en la vida real quiero y necesito creer que el amor no puede sucumbir, en las novelas voy más allá, y esa necesidad la convierto en exigencia. Es por ello que no soy muy partidaria de los epílogos y menos cuando estos, por muy hermosos que sean, me hacen ser consciente del paso del tiempo.
Una autora romántica tiene la capacidad divina de crear. Y en su mano está otorgar la eternidad a aquellos a los que dio la vida. Ellas tienen la llave para construir la maravillosa quimera de un estado de perpetua juventud y felicidad. La vida real tiene fecha de caducidad, pero la que espero encontrar en una novela romántica, no.
No me gusta que ese imponente hombre se convierta en un adorable anciano, no quiero que la sombra de la muerte se vislumbre en el horizonte, y por supuesto, que de saberlo, me niego en redondo a leer una novela donde se me obliga a presenciar la muerte de un protagonista.
Quizá no haya un amor más emotivo que aquel que nos ofrece una pareja en la recta final de sus días. Es algo tan mágico y sublime que me hace estremecer. La ternura que transmiten en esa temblorosa caricia o la pasión que brilla en sus pupilas es indescriptible.
En la vida real no tenemos la potestad de parar el tiempo, no podemos añadir ni un segundo más a nuestra existencia, ni borrar las huellas de la edad, por eso soy de las que me gusta detener el reloj de la vida de los protagonistas en su mejor momento, porque aunque yo esté condenada a ser esclava del tiempo, ellos tienen la posibilidad de ser libres.
¿Os pasa como a mí o para vosotras carece de importancia?
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Comentarios (27)
Aspasia24
Pues a mi me gustan los epílogos. Siempre y cuando añadan poca información. Es decir, el típico epílogo en el que sabemos que los protagonistas van a ser padres o aquel que mostrándonos a los protagonistas la mar de felices sirven para que una pareja secundaria encuentre su final feliz. Es decir pequeñas guindas del pastel a la historia que he leído. Por supuesto para mi es impensable un epílogo donde haya una muerte sinónimo de viudez o cosas por el estilo. El epílogo para mi es el final de fiesta.
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Miranda Kellaway
Y en cuanto al paso del tiempo... obviamente nos gusta ver a nuestros protas jóvenes, pero como bien ha dicho antes Arianne, el "excluir" a gente mayor de hermosas historias de amor es prácticamente decir que "si pasas de los cuarenta, es como si no tuvieras derecho a vivir la pasión o el deseo". Las damas lectoras de 50 o 60 años leen nuestras historias porque también sienten, al igual que una joven de veinte, y os digo más, puede que su amor sea incluso más profundo, porque ya ha pasado la fogosidad de la juventud y ahora ama con un amor más maduro.
Una vez en una película escuché la siguiente frase: "¿Estás segura de que quieres casarte con él? recuerda que, mientras somos jóvenes, eso de la pasión y el ardor está muy bien, pero cuando ha pasado el tiempo y las arrugas han tomado posesión de nuestro cuerpo, el deseo se va, y lo único que queda es el amor".
Por mi parte pienso -y defiendo- el paso del tiempo para un personaje. Caray, es cierto que leemos para evadirnos, pero nuestras historias no son "cuentos Disney", sino tramas realistas (históricas o contemporáneas) que les puede pasar a cualquiera. Me gusta ver cómo le ha tratado la vida a un prota masculino al que conocí con treinta años y que ahora tiene cincuenta. La vejez no es un enemigo, ni algo de lo que uno deba avergonzarse, sino la prueba viva de que, a pesar de los avatares y tormentas de la vida, HEMOS SOBREVIVIDO.
Saludos!!
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Arianne
Pero eso no los hace menos interesantes como personajes. El paso del tiempo es inexorable y todos vamos hacia la vejez. Imagínense como se siente una mujer de 50 o 60 años, aficionada a la romántica, con todas las protagonistas preciosas y perfectas en sus 20, o como mucho, pisando la treintena. También existen novelas sobre 2das. oportunidades, con hombres y mujeres viudos, divorciados, empezando otra vez, en sus 40's, pero hay que decirlo, son pocos los libros así.
Como soy aficionada a Diana Gabaldón, puedo decir que sus 2 protagonistas ya están en sus 50's. Y lamentablemente, empieza a ser poco creíble tanta proeza física a la hora del sexo o en los problemas históricos en los cuales se meten. Sobre todo porque están en el pasado y la calidad de vida no te ayudaba mucho a llegar a los 50's como ahora, tal vez luciendo como con 10 años menos. Pero, a mi mamá le encanta leer que Claire y Jamie siguen adelante con sus vidas, porque ella y mi papá también están en sus 50's.
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Diana Soto
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rosamoni
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Judith
Y es peor, aunque no venga al caso, si me los encuentro en otra novela. Dos ejemplos que me marcaron: Saber que en "Tu nombre es Escándalo" este lo era porque el Duque anterior se la pegó a la duquesa; y ver a James Malory con cincuenta por "Enemigos Perfectos" de Lindsey que con gran pena de mi corazón no está a la altura de la suela de los zapatos de "Amable y Tirano". ¿Quién necesita un epílogo cuando puede cepillarse a un personaje con una novela completa? (!)
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Loreena
A mí sí me gustan los epílogos, pero no que se vayan muy lejos en el tiempo. Que no nos presenten a los protagonistas ancianos, enfermos y mucho menos que se mueran. En eso coincido, lo mejor es ver a los protagonistas siempre jóvenes, que es como mejor están.
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luciago
Es verdad, que todo el mundo no tiene la dicha de conocer un amor así, pero me encanta leer que en los libros, si sucede.
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diana
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Bona Caballero
Suelen ser convencionales estampas de felicidad conyugal un poco ñoñas.
Me gustan cuando es por ejemplo de suspense y hay un giro final precisamente en el epílogo.
¿Muerte y enfermedad de los protagonistas? Ni de coña. Para eso ya están otro tipo de novelas, otros géneros, otra literatura, en los que algo así entra dentro de lo posible. *Spoiler* Ejemplo de muerte: "Un nuevo amanecer" de Sandra Brown. Estoy por ver una crítica u opinión del libro que no mencione lo que le disgustó ese final.*Final del spoiler*
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Maesfe70
Pues como digo siempre: Depende. Según la historia creo que es evidente, al menos para mí, que algunas carecen de epílogo y otras deberían tenerlo. No sé como explicarme, pero cuándo leo un libro siento que tiene o no que tener un epílogo. En los que no lo tienen, lo bueno es que te puedes imaginar "cómo sería su vida en adelante".
Claro está, que si son series o sagas,para mí, es una tontería que tenga epílogo en cada libro. ¿Por qué? Por la mayor parte de las veces, siempre que sale un libro nuevo de dicha serie/saga y la autora comentará sobre esos personajes que anteriormente tuvieron su historia.
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ladyZarek
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MARY
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Lola Rey
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kalina
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LadyZarek
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LETRA ESCARLATA
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charohq
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Lucia
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marisa
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rociodc
A mi si suelen gustarme los epílogos, no se, me gusta leer algo mas de la felicidad d nuestros protagonistas tiempo después.
Lo que si estoy totalmente de acuerdo , es que me niego a leer alguna novela donde el protagonista muera, o cosas de este tipo.
También me encantan los finales felices y pensar que para nuestros protagonistas no pasa el tiempo y siempre son felices...
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Savannah990
Pienso lo mismo que tu con una excepcion: a mi los epilogos no me desagradan al igual que tampoco me encantan.
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crishi
Siempre he dicho que no me gustan los epílogos a no ser que hagan falta para cerrar bien la historia, sin necesidad de saber lo que les suceda en un futuro a los protagonistas. Mejor quedarse con un buen recuerdo. Ese que te hace recordar la magnificencia de sus protagonistas.
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kkekka
En otras me da ternura verles como su amor madura y se hacer compañeros para siempre, quizá por que su historia es diferente. Lo de la muerte... es que como que no, con eso no puedo.
Me ha encantado el artículo, reflejais perfectamente lo que buscamos.
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Katon
En todo lo demás coincidio totalmente. Para mí los protagonistas de una novela permanecen tal y como me los imaginé al leer su novela. Odio imaginarlos o leerlos ya como ancianos, porque eso me fastidia un poco la novela en la que los desubrí. Siempre jóvenes, siempre bellos.
Un artículo precioso, muy bien escrito y que ha sabido reflejar a la perfección lo mismo que yo siento en cuanto a cómo permanecen los protagonistas en mi imaginación.
¡Gracias por el artículo!
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anasy
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sara
No me gusta el género paranormal, pero si alguna vez me he enganchado a algún libro de vampiros , como por ejem. Crepusculo, ha sido por imaginarme que pueden vivir felices eternamente y en plena juventud; sin que el paso del tiempo les borre la belleza y el encanto de las miradas en el inicio del amor.
La imaginación es libre pero muchas veces necesitamos la ayuda de las autoras para que el libro se termine en el momento adecuado para que quede una bella imagen de los protagonistas.
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